Espa?a ignora el ¡®a?o Lutero¡¯
El protestantismo multiplica sus fieles en Catalu?a, Madrid y Andaluc¨ªa
En Espa?a no se ha culminado la transici¨®n religiosa, se quejan los protestantes. Ponen un ejemplo. Pese a lo proclamado por la Constituci¨®n de 1978 ("Ninguna confesi¨®n tendr¨¢ car¨¢cter estatal", dice su art¨ªculo 16.3), cada vez que se produce un suceso catastr¨®fico, las autoridades civiles convocan duelos con el nombre de funeral de Estado. Son, en realidad, vistosas ceremonias en templos de la Iglesia romana, presididas por un alto prelado de esa confesi¨®n, serm¨®n incluido y como ¨²nico interviniente.
La reacci¨®n del resto de las religiones, que agrupan ya a varios millones de fieles, es siempre la misma: protestar sin acritud ante el Gobierno de turno. Nunca se les contesta.
"De los ¨²ltimos 500 a?os, s¨®lo en 50 ha habido libertad religiosa. Queremos revertir esa estad¨ªstica y construir un nuevo escenario con mayor comprensi¨®n, tolerancia y concordia", manifest¨® el secretario ejecutivo y representante legal de las Iglesias protestantes, Mariano Bl¨¢zquez Burgo, en la audiencia que el rey Felipe VI concedi¨® la semana pasada a la Comisi¨®n Permanente de la Federaci¨®n de Entidades Religiosas de Espa?a (Ferede) y a los organizadores del Congreso Evang¨¦lico con que los protestantes lanzaron la pen¨²ltima semana de julio los actos del 500? aniversario de la Reforma luterana.
Ni un sello conmemorativo
Espa?a lider¨® hace 500 a?os el combate contra Lutero y est¨¢ en el furg¨®n de cola en la conmemoraci¨®n del quinto centenario de la Reforma, en cuyo lanzamiento, la primavera pasada en Suecia, particip¨® el papa Francisco. "No nos han dado ni un sello conmemorativo, algo que ha hecho hasta el Estado vaticano", lamenta Pedro Tarquis, director del diario Protestante Digital. Han solicitado al Gobierno que declare festivo el 31 de octubre, la fecha en que Martin Lutero clav¨® sus famosas tesis en la puerta de la iglesia de Wittemberg (Alemania). La petici¨®n no ha tenido respuesta.
Los llamados funerales de Estado son siempre cat¨®licos
Los mal llamados funerales de Estado son solo un ejemplo de anormalidad religiosa en un pa¨ªs donde decrecen los fieles cat¨®licos y aumentan los de las otras confesiones. Lo constata la ¨²ltima comparativa de la pr¨¢ctica religiosa realizada por el Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS). En Espa?a hay 23.000 lugares de culto cat¨®licos, 3.800 evang¨¦licos, 1.500 musulmanes, 33 jud¨ªos y tres centenares m¨¢s pertenecientes a otras confesiones, pero la pr¨¢ctica religiosa, seg¨²n el CIS, constata un descenso constante de la fe cat¨®lica (el 67,9% de los espa?oles dicen ser cat¨®licos, pero solo el 16,9% va a misa al menos una vez al mes).
La misma encuesta indica que hay 500.000 cristianos evang¨¦licos que se congregan habitualmente en sus centros de culto, y otro mill¨®n de protestantes no congregantes; que hay 1,5 millones de musulmanes y que el 27,5% de los espa?oles se declaran agn¨®sticos o ateos.
Este mapa de creencias cambia cada mes en el campo del protestantismo. Seg¨²n el registro de confesiones abierto en el Ministerio de Justicia, hay 2.436 entidades evang¨¦licas, la ¨²ltima inscrita el d¨ªa 27 del mes pasado. En cambio, los organizadores del VIII Congreso Evang¨¦lico, tambi¨¦n en julio, concluyeron que el n¨²mero de sus congregaciones ronda las 4.000 (entre 3.800 y 4.000).
Son cifras que se pueden calificar de espectaculares si se tiene en cuenta que el protestantismo fue severamente perseguido durante la dictadura hasta que en 1967 Franco mand¨® tolerar algunas iglesias no cat¨®licas y relajar las persecuciones del resto, obligado a suavizar su enfermizo nacionalcatolicismo por mandato del Concilio Vaticano?II y las exigencias de Estados Unidos.
Ocurri¨® en oto?o de 1958. Dos senadores y un alto militar estadounidenses acuden al palacio del Pardo, en Madrid, para sondear a Franco sobre sus intenciones ante la visita a Espa?a del presidente de Estados Unidos, el general Dwight D. Eisenhower. ?C¨®mo ser¨ªa recibido, con qu¨¦ intenciones? Franco, euf¨®rico, promete liderar en Europa el combate contra la subversi¨®n comunista, aspira a afianzarse como reserva espiritual de Occidente, anuncia el exterminio de la masoner¨ªa¡ Un senador le advierte: "Se?or, el presidente Eisenhower es protestante, yo soy mas¨®n y mi colega en el Senado es jud¨ªo. Los tres estar¨ªamos en la c¨¢rcel en este pa¨ªs". Franco enmudeci¨®.
Semanas m¨¢s tarde, dio la orden de permitir la apertura de una iglesia protestante en Madrid y otra en Barcelona. La Junta de Metropolitanos, que es como se llamaba entonces la Conferencia Episcopal Espa?ola, mand¨® a su admirado Caudillo un severo comunicado de protesta.
El CIS constata que aumentan los fieles de las confesiones minoritarias
Dos a?os antes, en 1956, se hab¨ªa constituido de forma clandestina la Comisi¨®n de Defensa de las iglesias evang¨¦licas, para atender a pastores y fieles encarcelados. El reconocimiento legal hubo de esperar hasta 1967, acuciada la dictadura por presiones desde el exterior, tambi¨¦n del Vaticano. En ese a?o se aprueba una t¨ªmida ley de libertad religiosa. La primera entidad no romana en legalizarse fue la Iglesia Reformada presbiteriana de Barcelona (9 de mayo de 1968), y la segunda, el 17 de junio, la Comunidad Bah¨¢¡¯i. Un a?o m¨¢s tarde hab¨ªa ya 105 inscripciones, casi todas protestantes, pero tambi¨¦n de ortodoxos, mormones, musulmanes y jud¨ªos.
En diciembre de 1997 eran 1.600 las congregaciones protestantes registradas, y 10 a?os despu¨¦s sumaban 2.600. Las cuentas con motivo del VIII congreso, este julio pasado, elevan la cifra a casi 4.000. Madrid (+30%) y Catalu?a y Andaluc¨ªa (+20%) son las regiones en las que se produce un mayor crecimiento de fieles y lugares de culto. Pese a todo, los protestantes no lograron hasta 1992 un Acuerdo de Cooperaci¨®n con el Estado con la Federaci¨®n de Entidades Religiosas de Espa?a (Ferede) como interlocutor. Es quien coordina sus quejas y alegr¨ªas, y tambi¨¦n los diferentes servicios comunes, incluida una potente red de 264 ONG de acci¨®n social agrupadas en Diacon¨ªa, que ayudan a m¨¢s de un mill¨®n de personas. Contabiliz¨¢ndolo en conjunto, las evang¨¦licas son la quinta ONG en Espa?a.
Tratados como si fueran farmacias
A George Borrow, famoso como Jorgito el Ingl¨¦s, lo metieron en la c¨¢rcel en Madrid en 1838 por vender la Biblia en espa?ol, y al pastor Juan Antonio Monroy, que presidi¨® FEREDE en 1999, le pusieron una pistola en la frente por negarse a hincar sus rodillas durante la misa de jura de bandera, a la que fue obligado a asistir como soldado raso. "Te arrodillas, Monroy, o te mato", gritaba el sargento. La democracia acab¨® con esas barbaridades, pero los protestantes insisten en el largo camino que hay que recorrer todav¨ªa para que se pueda proclamar con verdad que en Espa?a se respeta el mandato constitucional de la libertad religiosa y de culto.
Es innegable la hegemon¨ªa cat¨®lica (menor de la que se presume: muchos dirigentes protestantes o musulmanes engruesan las listas de cat¨®licos por haber sido bautizados de reci¨¦n nacidos), pero el Estado debe garantizar a las religiones minoritarias lo que el Estado les prometi¨® en la Constituci¨®n: igualdad de oportunidades y que se remuevan los obst¨¢culos que dificultan su pr¨¢ctica. "Aunque suene a cosa rara, Espa?a no es un pa¨ªs fan¨¢tico", escribi¨® Borrow en La Biblia en Espa?a, un ¨¦xito de ventas en su ¨¦poca y a¨²n hoy. Su encarcelamiento dur¨® lo que tard¨® en llegar de Londres la carta del mism¨ªsimo Rey de Inglaterra anunciando que suspender¨ªa un viaje previsto a Madrid si el pastor, anglicano como el monarca, segu¨ªa preso un minuto m¨¢s.
Perseguidos de muerte muy pronto (Felipe II proclam¨® que prefer¨ªa dejar de ser rey antes que permitir luteranos en su reino; ¨¦l mismo presidi¨® varias quemas de herejes), los protestantes cuentan hoy con iglesias en todas las grandes ciudades y pueblos de m¨¢s de 5.000 habitantes, con la excepci¨®n de 31 poblaciones. Pese a todo, tienen un rosario de peticiones al Estado, por ejemplo el contar con su propia equis en las declaraciones de la renta (IRPF), como la Iglesia cat¨®lica. El Tribunal Supremo debe resolver si ese es un privilegio exclusivo de los obispos romanos, como tantos otros. As¨ª lo sentenci¨® hace un a?o la Audiencia Nacional. Tambi¨¦n piden que las administraciones tengan de verdad en cuenta la pluralidad religiosa y cultural. "En Espa?a no tenemos a¨²n tradici¨®n de libertad, tolerancia y gesti¨®n de la diversidad en materia religiosa. Muchos Ayuntamientos no muestren la suficiente sensibilidad al tratar los asuntos que afectan a las confesiones minoritarias", lamenta Bl¨¢zquez Burgo, el l¨ªder de FEREDE. Entre sus ejemplos, la extravagancia del Ayuntamiento de Torrej¨®n de Ardoz exigiendo una distancia m¨ªnima de 500 metros entre lugares de culto, como si fueran farmacias, lo que impide que las minor¨ªas puedan abrir sus locales, ya que el templo cat¨®lico ha llegado siempre primero, con creces. Alcaldes hay que cuando les llega alguna denuncia por discriminaci¨®n religiosa, consultan qu¨¦ hacer al p¨¢rroco cat¨®lico.
Por arriba, los Gobiernos tambi¨¦n aprietan incumpliendo incluso sentencias y leyes. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos sentenci¨® el 3 de abril de 2012 que los pastores evang¨¦licos, que no pudieron cotizar antes de 1999 por la realizaci¨®n de su ministerio, prohibido durante d¨¦cadas, tienen derecho a pensi¨®n de jubilaci¨®n, como los curas ? los obispos cat¨®licos. Se trata de "una discriminaci¨®n por motivos religiosos", dice el Tribunal en su condena a Espa?a. El Gobierno no hace caso. Igual discriminaci¨®n se produce en la ense?anza religiosa en las escuelas p¨²blicas, donde rara vez se informa a los padres o alumnos de los derechos que les asisten de recibir ense?anza de su confesi¨®n, o en la celebraci¨®n de matrimonios civiles en forma evang¨¦lica. Muchas veces, el personal de los registros no est¨¢ suficientemente informado o formado, y los hay que faciliten informaci¨®n inexacta, como que en Espa?a solo es posible el matrimonio civil o el can¨®nico.
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