Las certezas y algunas dudas del PNV

La visita que la delegaci¨®n del PNV hizo a Catalu?a con motivo de la Diada le sirvi¨® para reafirmarse en lo err¨®neo de la apuesta de sus aliados catalanes de la antigua CiU. El PNV comprob¨® in situ el papel secundario del nacionalismo tradicional, diluido en Junts pel S¨ª, liderado por una plataforma apartidista como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y dependiente en el Parlamento de la CUP. Algo que el lehendakari Urkullu ya advirti¨® a Artur Mas hace tres a?os y a Carles Puigdemont en su ¨²nico encuentro, celebrado en junio. Tambi¨¦n marc¨® con ambos sus distancias ante un proceso soberanista unilateral, sin base legal y sordo a las advertencias de la Uni¨®n Europea, que para el PNV son sagradas.?

Desde entonces, las distancias han ido aumentando y, esta misma semana, Urkullu ha cuestionado el refer¨¦ndum del 1-O por no contar con las ¡°debidas garant¨ªas legales¡± y, a trav¨¦s de su portavoz, ha descalificado los procedimientos ¡°nada mod¨¦licos¡± del Parlamento catal¨¢n para aprobar la nueva legislaci¨®n soberanista.

Urkullu y el PNV se sienten c¨®modos en su situaci¨®n actual en Euskadi con un Gobierno de coalici¨®n con el PSE, con el apoyo presupuestario al Gobierno del PP a cambio de contrapartidas sustanciales y en la expectativa de una ampliaci¨®n del autogobierno legal, pactada en Euskadi y luego en las Cortes. Las encuestas les sonr¨ªen en una Euskadi que rechaza las aventuras pol¨ªticas, tras el a¨²n reciente final de d¨¦cadas de terrorismo.

Siendo esto as¨ª, la crecida del soberanismo catal¨¢n empieza a tener eco vasco. Bildu y los sindicatos ELA y LAB est¨¢n lanzados en una campa?a de apoyo al proceso independentista, tratando de comprometer al PNV. Su objetivo es que rompa con el PSE en Euskadi, con el PP en las Cortes y se configure un frente soberanista vasco.

El PNV, a la vista de lo que sucede en Catalu?a con la antigua CiU y con su propia experiencia con el lehendakari Ibarretxe cuando pact¨® con Batasuna, no entrar¨¢ en un frente soberanista. Pero, tambi¨¦n, empieza a ser sensible a algunos movimientos en sus bases, sobre todo en Gipuzkoa, el territorio m¨¢s soberanista, cuyo l¨ªder, Joseba Egibar, ha pedido romper con el Gobierno por las medidas que est¨¢ adoptando en Catalu?a. El PNV no est¨¢ por la ruptura con el Gobierno, aunque le ha dirigido algunas advertencias. Tambi¨¦n pretende cubrirse frente a la presi¨®n al dar libertad a sus militantes para participar en la manifestaci¨®n que ha convocado para hoy en Bilbao la plataforma soberanista, Gure Esku Dago, en apoyo al proceso catal¨¢n, y que se prev¨¦ nutrida.

El temor del PNV es que el presidente Rajoy, que desoy¨® las reclamaciones de di¨¢logo pol¨ªtico con la Generalitat sobre las que Urkullu le insisti¨® estos a?os, pierda el control en su apuesta jur¨ªdica para afrontar el reto soberanista catal¨¢n. Una intervenci¨®n de la autonom¨ªa o un encarcelamiento de los representantes de la Generalitat har¨ªa imposible el apoyo de los Presupuestos del Gobierno del PP, seg¨²n los c¨¢lculos del PNV. De aqu¨ª al 1-O se van a vivir los momentos m¨¢s tensos en el contencioso Gobierno-Generalitat. Pero los Presupuestos tienen un plazo de tres meses para su aprobaci¨®n. El PNV est¨¢ en la nutrida lista de quienes conf¨ªan a¨²n en que para entonces el conflicto se encauce por la v¨ªa pol¨ªtica.