La sombra del carlismo es alargada
El Vaticano calla ante la nota de protesta presentada por el Gobierno por el manifiesto de los 300 cl¨¦rigos independentistas
El debate sobre la unidad de la Naci¨®n ha provocado serios cismas en el catolicismo espa?ol desde que el papado ofreci¨® su apoyo al Carlismo en el siglo XIX y sali¨® muy mal parado de las tres guerras civiles subsiguientes. Esta vez, la Comisi¨®n Permanente se ha esforzado en dar la impresi¨®n de unanimidad en su respaldo al Estado central. En noviembre de 2006, cuando emitieron su opini¨®n m¨¢s solemne hasta ahora, ni siquiera se pusieron de acuerdo en si deb¨ªan pronunciarse sobre el tema, entre otros motivos porque dos de los cardenales m¨¢s poderosos entonces, Antonio Mar¨ªa Rouco en el arzobispado de Madrid y Antonio Ca?izares, primado de Espa?a como pont¨ªfice de Toledo, estaban empe?ados en que la Conferencia Episcopal en pleno deb¨ªa proclamar solemnemente que ¡°la unidad de Espa?a es un bien moral que requiere protecci¨®n¡±.
La oposici¨®n del sector m¨¢s moderado del episcopado y, sobre todo, la negativa de los titulares de las diez di¨®cesis de Catalu?a, las tres del Pa¨ªs Vasco y algunas de Andaluc¨ªa, a entrar en el tema con esa radicalidad redujo la proclamaci¨®n a una gen¨¦rica pastoral titulada Orientaciones morales ante la situaci¨®n actual de Espa?a, que sali¨® adelante con 63 votos a favor, seis en contra, tres abstenciones y un voto nulo, de los 73 obispos que participaron en aquella asamblea. En s¨ªntesis, la pastoral episcopal reconoc¨ªa como ahora la legitimidad moral de los nacionalismos o regionalismos que, por m¨¦todos pac¨ªficos, desean una nueva configuraci¨®n de la unidad del estado espa?ol, siempre que se tutele el bien com¨²n de la naci¨®n espa?ola en su conjunto, ¡°evitando los riesgos de manipulaci¨®n de la verdad hist¨®rica y de la opini¨®n p¨²blica por causa de pretensiones separatistas o ideol¨®gicas de cualquier tipo¡±.
Esta vez, los obispos se han visto urgidos a pronunciarse sin esperar a la asamblea plenaria de la CEE, convocada para mediados de noviembre. Se da por sentado, sin embargo, que el documento contar¨¢ entonces con un amplio respaldo si se tiene en cuenta la composici¨®n de la comisi¨®n permanente de la CEE, integrada por 23 prelados, entre ellos los tres cardenales en activo (Carlos Osoro en Madrid, Juan Jos¨¦ Omella en Barcelona, Ricardo Bl¨¢zquez en Valladolid), m¨¢s el secretario general y portavoz, el sacerdote Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Tamayo.
Antes de este manifiesto episcopal, varios prelados se han pronunciado sobre ¡®el caso catal¨¢n¡¯. Es como lo califican en el Vaticano. El propio papa Francisco se pronunci¨® al respecto hace tres a?os, aunque de manera meliflua. ¡°Toda divisi¨®n me preocupa¡±, declar¨®. Ya entonces, estaba informado sobre el cisma que viv¨ªa el episcopado y buscaba un arzobispo para Barcelona que apaciguase el ambiente sin molestar al Gobierno central. El escogido fue el aragon¨¦s Juan Jos¨¦ Omella, que ha visto radicalizarse las dos tendencias del episcopado. La m¨¢s granada respalda la declaraci¨®n de Ca?izares, ahora arzobispo de Valencia, sobre la unidad de Espa?a como ¡°un bien moral¡±, pero tambi¨¦n ha habido posicionamientos tan rotundos como el de Bl¨¢zquez (¡°el soberanismo produce caos¡±) y el m¨¢s concreto de Gil Tamayo, portavoz oficial de todos los obispos, contra el refer¨¦ndum del pr¨®ximo domingo (¡°es inadmisible e inmoral¡±).
Pero enfrente, tambi¨¦n radicalizados, hay una docena de prelados nacionalistas o tibios, atemorizados en todo caso al contemplar c¨®mo en cientos de sus parroquias se exhiben banderas esteladas en lo m¨¢s alto de los campanarios. En primera l¨ªnea est¨¢ el m¨¢s joven de todos, Xavier Novell, obispo de Solsona y autor de una glosa titulada Per ells (Por ellos) en la que en las ¨²ltimas elecciones al Parlamento catal¨¢n ped¨ªa el voto para Junts pel S¨ª y animaba a todas las Iglesias catalanas ¡°a repicar sus campanas para despertar a todo el mundo y anunciarles que ha llegado el d¨ªa de la libertad¡±.
La divisi¨®n por abajo
Entre los fieles catalanes, la divisi¨®n es m¨¢s radical, al menos entre los que opinan. Trescientos sacerdotes y religiosos de sus diez di¨®cesis (282 sacerdotes y 21 di¨¢conos) lo han hecho en un manifiesto y, aunque son una minor¨ªa, el hecho ha provocado que el Gobierno presente una protesta en el Vaticano por boca del embajador ante la Santa Sede, Gerardo Bugallo, ante el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin. No ha habido respuesta, de momento. Seg¨²n el Gobierno, el comunicado de los cl¨¦rigos entra en contradicci¨®n con la conducta que se espera de unos sacerdotes cat¨®licos y vulnera el C¨®digo de Derecho Can¨®nico, as¨ª como el esp¨ªritu de los acuerdos entre Espa?a y la Santa Sede de 1979.
Aparte este posicionamiento clerical, los obispos catalanes est¨¢n aguijoneados por fieles m¨¢s radicales, que en el caso del arzobispado de Barcelona, el m¨¢s poblado de Europa despu¨¦s del de Mil¨¢n, han llegado a abroncar sin respeto a su cardenal. Lo han hecho Esgl¨¦sia Plural y un colectivo de reciente creaci¨®n, Cristians per la independ¨¨ncia, advirtiendo al prelado que ¡°el derecho a la autodeterminaci¨®n es un principio moral mucho antes que las normas jur¨ªdicas". Cristians ha convocado una oraci¨®n por el refer¨¦ndum este jueves, a las 20 horas, en la iglesia de Nuestra Se?ora de Pompeya, y pide a su arzobispo de ¡°ceda locales de la Iglesia para que el pueblo pueda votar¡±.
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