?Qui¨¦n mat¨® al lince de un disparo?

"Un accidente no fue", advierten desde el Seprona de la Guardia Civil en Ja¨¦n. La hembra de lince ib¨¦rico ¡ªde 9,5 kilos y algo m¨¢s de un a?o de edad¡ª apareci¨® con la cabeza metida debajo de un tronco. Por la cabeza parece que le entr¨® el disparo que acab¨® con su vida. En las radiograf¨ªas se ven alrededor de un centenar de plomos de seis mil¨ªmetros de di¨¢metro. Por eso, los investigadores concluyen que no fue un accidente. Y han llamado a la colaboraci¨®n ciudadana para intentar encontrar a quien dio muerte al animal.

"El disparo se hizo desde muy cerca, cinco o diez metros", explica Miguel ?ngel Sim¨®n, director del programa Life Iberlince de recuperaci¨®n y reintroducci¨®n de esta especie amenazada. Los plomos que contienen los cartuchos que se emplean para cazar se dispersan cuando se dispara la escopeta. Y, por la gran cantidad de plomos que ten¨ªa el cad¨¢ver, los investigadores creen que el disparo fue a poca distancia. "No es un accidente de caza", a?aden las mismas fuentes del Seprona.

El cad¨¢ver lo encontraron el 13 de septiembre t¨¦cnicos del programa Life en un coto de caza menor de Villanueva de la Reina, un municipio jiennense. El Seprona est¨¢ tomando declaraci¨®n a varias personas vinculadas a ese coto. Pero la Guardia Civil, a trav¨¦s de Twitter, ha pedido colaboraci¨®n ciudadana: "?Conoces al que mat¨® a tiros un lince en Sierra Morena? Ay¨²danos a cazarlo". "Es el primer disparo contra un lince que investigamos. Los cazadores suelen ser respetuosos", se?alan los investigadores.

"Firme condena"

De hecho, la Federaci¨®n Andaluza de Caza ha mostrado su "firme condena" a la muerte de esta hembra, que no estaba radiomarcada al pertenecer a la poblaci¨®n que vive en libertad en Sierra Morena. "Quienes llevan a cabo este tipo de actos son delincuentes y furtivos", indica esta federaci¨®n. "El cazador lo es, y s¨®lo puede llamarse as¨ª, cuando respeta la ley y ama el campo y la naturaleza", a?ade en un comunicado la federaci¨®n.

La complicidad de los cazadores se busc¨® desde los inicios del programa Iberlince. "Existe una fuerte concienciaci¨®n en este colectivo y los cazadores forman parte del programa desde el inicio", explica Sim¨®n. Pero a lo largo de la historia de este plan de recuperaci¨®n ¡ªque ha logrado sacar al felino de la situaci¨®n l¨ªmite en la que estaba a principios de siglo¡ª ha habido muertes relacionadas con la caza, aunque principalmente con lazos y cepos. Con todo, la principal causa de muerte de los linces son los atropellos. Entre 2002 y 2016 fallecieron 95 ejemplares por este motivo, frente a las 25 muertes que el programa Life achaca al "furtivismo".