Los j¨®venes que empujan el ¡®proc¨¦s¡¯

Aquella ma?ana, la plaza c¨ªvica de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona (UAB) se llen¨® de estudiantes. Tiraban papeletas al aire. La Guardia Civil se hab¨ªa incautado de material electoral el d¨ªa anterior, durante los registros y detenciones del 20 de septiembre, pero ese caluroso jueves volaban papeletas y los carteles oficiales en favor del refer¨¦ndum. Fue un punto de inflexi¨®n, el d¨ªa en el que los estudiantes comenzaron tambi¨¦n a tomar unas calles hasta entonces monopolizadas por las convocatorias de organizaciones independentistas como ANC y Omnium. Le siguieron tres d¨ªas de huelga de alumnos, 10 jornadas de encierro en el Patio de Letras del edificio hist¨®rico de la Universidad de Barcelona (UB) y un "paro de pa¨ªs" promovido desde la Generalitat en el que cerr¨® el grueso de los campus e institutos, algunos por obligaci¨®n y con los alumnos ya en clase.

Pero empiezan a acusar el agotamiento. La ¨²ltima llamada a los estudiantes que hizo la plataforma Universidades por la Rep¨²blica, pinch¨®. El 10 de octubre, horas antes del pleno en el que Puigdemont anunci¨® la independencia y su suspensi¨®n en menos de un minuto, los hab¨ªan citado para bajar en columnas a "defender el parlamento". Se disolvieron por falta de asistencia, tras dar la sorpresa con una capacidad de convocatoria en las calles sin precedentes en las semanas previas.

"Ten¨ªamos claro que deb¨ªamos hacer campa?a por el refer¨¦ndum, que era un momento hist¨®rico y los j¨®venes deb¨ªamos estar organizados", explica uno de sus portavoces, Jordi Vives, de 24 a?os, junto al Patio de Letras de la UB, donde fueron los encierros, con hasta 400 personas y sin incidentes. "Llegamos a una situaci¨®n razonable al marcar reglas de juego", explicaba recientemente el rector de la UB, Joan Elias. "Condeno la ocupaci¨®n evidentemente, pero hablando con ellos alcanzamos un cierto acuerdo de limpieza y de orden".

Aunque los j¨®venes movilizados se cuentan por miles, el respaldo no ha sido eminentemente joven, como ocurri¨® con el 15M. En la ocupaci¨®n de colegios e institutos para el 1 de octubre hab¨ªa ni?os y adolescentes, pero tambi¨¦n abuelos. Igual que en las distintas concentraciones. El acto m¨¢s multitudinario protagonizado casi en exclusiva por alumnos fue la marcha organizada durante la huelga estudiantil en favor del refer¨¦ndum el 28 de septiembre por las calles de Barcelona. Unos 16.000 j¨®venes, seg¨²n la Guardia Urbana ¡ª80.000, seg¨²n la organizaci¨®n¡ª, recorrieron el centro. El paro rond¨® el 80% en campus y en secundaria, seg¨²n la Generalitat y los sindicatos. "No puedo votar por edad, pero estoy a favor de la democracia y de que s¨ª se pueda votar, por eso vengo", explicaba ese d¨ªa Pedro Mart¨ªnez, un alumno de 16 a?os.

Los estudiantes ya hab¨ªan exhibido m¨²sculo y el Govern, consciente de su capacidad de movilizaci¨®n, les areng¨® a continuar el pulso. "Sois indispensables para implementar el resultado del refer¨¦ndum", les dijo el vicepresidente Oriol Junqueras. Las cargas policiales de la jornada electoral los volvieron a sacar a la calle al d¨ªa siguiente, esta vez en silencio, en una marcha sin consignas ni c¨¢nticos en contra de los incidentes.

Tambi¨¦n apoyaron el "paro de pa¨ªs" que promovi¨® la Generalitat el 3 de octubre, en el que cerraron todas las universidades. Pero el 10 de octubre fracas¨® su convocatoria para formar columnas por el paseo de Llu¨ªs Companys hasta las inmediaciones del Parlamento catal¨¢n. Apenas se acercaron unas cuantas decenas de j¨®venes a los seis recorridos previstos. "No nos lo planteamos como un mal resultado", sostiene Vives. "Lo que nos comentaron los responsables territoriales fue que prefer¨ªan venir a lo largo del d¨ªa, ir con sus padres y amigos, lo importante es que luego la gente vino. Tampoco nos debemos meter m¨¢s presi¨®n de la que tiene el propio pueblo", apunta. "Algunos comit¨¦s ve¨ªan claro el tema de ir a defender el Parlament ante una posible movilizaci¨®n policial. Pero como no era tan probable, se opt¨® por ir directamente a una hora m¨¢s cercana a la declaraci¨®n para dar apoyo", a?ade Laura Flores, de 25 a?os, portavoz de Arran. Celia Appel, de 19, portavoz del Sindicato de Estudiantes de los Pa¨ªses Catalanes (SEPC), tambi¨¦n integrado en la plataforma, reconoce sin embargo que los estudiantes llevan ¡°muchos d¨ªas de movilizaci¨®n" y est¨¢n ¡°desgastados¡±. Cree que las universidades no facilitan las cosas. "A la Universidad le cuesta posicionarse y hay profesores que no anulan las clases o no aceptan que la falta est¨¢ justificada y eso puede hacerte suspender una asignatura. Y el factor econ¨®mico importa porque, pese a estar en una universidad p¨²blica, si suspendes, el a?o que viene la asignatura te cuesta el doble", lamenta.

Josep Lago, de 23 a?os, coordinador de la sectorial de j¨®venes de la Sociedad Civil Catalana, sostiene que los universitarios no tienen un seguimiento tan monol¨ªtico como se quiere hacer ver y que, tambi¨¦n en los campus, hay una "mayor¨ªa silenciosa" como la que dice defender su asociaci¨®n. Las marchas triunfaron, asegura, porque se han organizado de "manera vertical, de arriba abajo, con el apoyo de la Generalitat y el respaldo expreso de las Universidades, que son un engranaje m¨¢s de la propaganda". Lago forma parte de la asociaci¨®n antindependentista m¨¢s importante de Catalu?a, que sac¨® a cientos de miles de personas a la calle el pasado domingo contra el secesionismo catal¨¢n. El ala joven cuenta con una presencia reducida en Barcelona, "unas 15 personas" en la UB y otras tantas en la UAB y la Pompeu Fabra. "Es cierto que han salido muchos estudiantes. Pongamos que el d¨ªa que se ocup¨® el rectorado de la UB hab¨ªa unos 3.000, ?pero es un campus de 65.000 alumnos! Existen much¨ªsimos canales de difusi¨®n para transmitir ese supuesto agravio del que hablan y se vean en la obligaci¨®n de salir a la calle". Lago desear¨ªa el mismo respaldo de la Universidad "en la lucha por preservar el estado de derecho" que defiende su colectivo. Y recuerda que han sido atacados al colocar una carpa informativa en la UAB, un asunto que ya han llevado a los tribunales.

A la espera del pr¨®ximo paso pol¨ªtico, las organizaciones juveniles anuncian m¨¢s movilizaciones y se muestran insatisfechas con la declaraci¨®n de independencia suspendida. "El mandato popular era claro. Lo que ten¨ªa que haber hecho el president era declarar la independencia sin ning¨²n tipo de dilaci¨®n", sostiene Laura Flores, de Arran. "Habr¨¢ m¨¢s movilizaciones porque el pueblo no va a esperar eternamente a que se lleve a cabo el proceso de di¨¢logo".