Puigdemont a la televisi¨®n belga: ¡°Estoy dispuesto a ser candidato¡±

A pesar de que hab¨ªa repetido en numerosas ocasiones que no se presentar¨ªa a la reelecci¨®n, Carles Puigdemont reapareci¨® en Bruselas reconvertido en aspirante electoral a la Generalitat. El autoproclamado presidente leg¨ªtimo de Catalu?a, cesado de su puesto la semana pasada, quiere tomar parte en las elecciones auton¨®micas convocadas por el Gobierno de Mariano Rajoy el pr¨®ximo 21 de diciembre. Las mismas que ¨¦l se neg¨® a convocar. ¡°Estoy dispuesto a ser candidato¡±, anunci¨® este viernes en una entrevista grabada de casi 22 minutos con la televisi¨®n p¨²blica belga RTBF, la primera que concede en B¨¦lgica despu¨¦s de la accidentada comparecencia del martes y la declaraci¨®n le¨ªda del jueves.

El expresidente, pendiente de que se ejecute una euroorden de busca y captura en su contra que podr¨ªa culminar en su extradici¨®n a Espa?a, no piensa de momento en regresar. Y planea dirigir su artiller¨ªa electoral desde fuera de Catalu?a. ¡°Puedo hacer campa?a en cualquier parte porque estamos en un mundo globalizado¡±.

La maniobra revela que tras su marcha a B¨¦lgica lat¨ªa no solo el deseo de evitar la acci¨®n de la justicia espa?ola. Tambi¨¦n un inter¨¦s por internacionalizar la crisis catalana en un intento por ganar la batalla del relato, lo que augura nuevas apariciones en medios de comunicaci¨®n. Puigdemont no considera que haya abandonado el barco, sino que su rol ha oscilado hacia una nueva tarea, la de ¡°explicar al mundo lo que pasa en Espa?a. La verdad de lo que sucede en Espa?a¡±, seg¨²n sus propias palabras. El Ejecutivo de Rajoy deber¨¢ estudiar c¨®mo lidiar con esa omnipresencia en prensa extranjera. Desde el p¨²lpito de la opini¨®n p¨²blica, Puigdemont parece decidido a poner en jaque la credibilidad de las medidas tomadas por las instituciones espa?olas, a las que quiere despojar a ojos internacionales de su condici¨®n de democr¨¢ticas.

Durante su intervenci¨®n, lanz¨® duros ataques contra la falta de separaci¨®n de poderes. ¡°La justicia espa?ola est¨¢ politizada. No hay garant¨ªas de un juicio justo, independiente, que pueda escapar de la enorme influencia pol¨ªtica sobre el poder judicial¡±. Tras criticar esa presunta injerencia del Gobierno de Rajoy, diferenci¨®, desde su condici¨®n de pol¨ªtico, entre la buena y la mala justicia: ¡°No quiero huir. Quiero colaborar con la justicia, pero con la verdadera justicia¡±. El pol¨ªtico catal¨¢n no considera que la que funciona en Espa?a entre en esa categor¨ªa y rechaz¨® la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155: ¡°No hay ninguna ley espa?ola que pueda anular un parlamento elegido de forma democr¨¢tica¡±.

Puigdemont no se considera a s¨ª mismo un fugitivo. Neg¨® una vez m¨¢s que fuera a pedir asilo. Y quiso transmitir la impresi¨®n de ser solo un pol¨ªtico de gira internacional por una causa justa. ¡°No he huido, me he ido de mi casa como un ciudadano europeo m¨¢s¡±, apunt¨®.

El l¨ªder nacionalista mantiene su intenci¨®n de convertir las elecciones en un plebiscito sobre la separaci¨®n de Catalu?a: ¡°Si el conjunto de fuerzas independentistas gana ?el Estado respetar¨¢ el resultado?¡±, se pregunt¨®, dejando entrever que ello ser¨ªa suficiente para legitimar la ruptura.

Pese a su disposici¨®n a concurrir en la cita electoral, el expresidente catal¨¢n sembr¨® dudas sobre su validez. ¡°Con un gobierno en prisi¨®n no van a ser unas elecciones normales, neutrales e independientes¡±.

Sonriente al inicio, m¨¢s airado conforme discurr¨ªan las preguntas de los dos periodistas belgas, Puigdemont, que se expres¨® en franc¨¦s, eludi¨® comprometer a sus socios nacionalistas flamencos. Remarc¨® que no pretende interferir en la fr¨¢gil coalici¨®n de gobierno belga, donde ya ha habido roces a cuenta de su presencia en el pa¨ªs. Aclar¨® que no ha solicitado reuniones con ellos ni con las autoridades comunitarias. El pasado a?o los l¨ªderes europeos rehusaron recibirle como president, por lo que su intento de presentarse como representante de un Gobierno en el exilio le cierra cualquier oportunidad por ese flanco. Ese vac¨ªo no ha sentado nada bien al pol¨ªtico catal¨¢n, que carg¨® contra la gesti¨®n del proyecto comunitario. ¡°La euroestructura se distancia de la poblaci¨®n, por eso se habla de crisis europea¡±.

Puigdemont agarr¨®, en fin, el hacha de guerra. Su desfile internacional atacando a la justicia y el ejecutivo espa?ol, o embistiendo contra la clase pol¨ªtica europea, promete nuevos episodios.