¡°?Presos pol¨ªticos? Es una banalizaci¨®n y falta de respeto¡±
Encarcelados durante el franquismo se oponen a ser comparados con los independentistas en prisi¨®n
¡°He estado ocho a?os en prisi¨®n en Madrid, Calatayud, Soria y Segovia por mis ideas pol¨ªticas y no s¨¦ cu¨¢nto he vivido en la clandestinidad. En la Direcci¨®n General de Seguridad de la Puerta del Sol te pegaban entre siete y ocho por todos lados hasta que te desplomabas. A mi padre le dieron una paliza para que no tuviera m¨¢s militantes comunistas... ?Y me vienen con que los Jordis [S¨¤nchez y Cuixart, l¨ªderes de la ANC y ?mnium respectivamente] y los miembros de la Generalitat en prisi¨®n son presos pol¨ªticos? Tal banalizaci¨®n de la realidad es una falta de respeto¡±, dice V¨ªctor D¨ªaz-Cardiel (Fuensalida, Toledo, 82 a?os).
Este hist¨®rico dirigente del PCE fue elegido miembro del Comit¨¦ Central en 1965 durante su primera estancia entre rejas y despu¨¦s fue secretario general en Madrid, y cree ¡°un desacierto¡± y ¡°pol¨ªticamente desproporcionada¡± la decisi¨®n de la juez Carmen Lamela de enviar a prisi¨®n a la mitad del Govern por los delitos de rebeli¨®n y sedici¨®n, entre otros. Pero considera un ¡°insulto¡± que independentistas y Podemos les consideren ¡°presos pol¨ªticos¡±. Amnist¨ªa Internacional tampoco ve como presos pol¨ªticos ni presos de conciencia a los dirigentes del proc¨¦s encarcelados. En cambio, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se reafirm¨® este mi¨¦rcoles en esta tesis. ¡°Lo que est¨¢n haciendo es de una imprudencia tremenda¡±, zanja D¨ªaz-Cardiel a las puertas del Congreso. ¡°Son pol¨ªticos presos, no presos pol¨ªticos¡±, sentencia a su lado Ra¨²l Herrero, militante del PSOE y exdirigente en Madrid del PCE (Internacional).
Detenido en 1970 por ¡°comunista peligroso¡± seg¨²n su ficha policial, Herrero sali¨® en libertad provisional un a?o despu¨¦s tras pasar seis meses en el hospital penitenciario por las torturas recibidas. Prefiere no hablar de ellas y s¨ª de Dolores Gonz¨¢lez Ruiz, abogada gravemente herida en la matanza de Atocha de 1977 a la que debe la libertad. ¡°Es discutible hablar jur¨ªdicamente de rebeli¨®n, pero que nos hablen de represi¨®n a quienes tenemos secuelas en nuestra movilidad del paso por las comisar¨ªas franquistas... No soy de los que se emocionan, pero no tiene nada que ver¡±. Para reforzar sus palabras recalca que el 15 de octubre de 1975 deb¨ªa presentarse en prisi¨®n pero no lo hizo calculando que al dictador no le quedaba mucho tiempo. ¡°Me hice clandestino y, por suerte, un mes despu¨¦s Franco muri¨®¡±.
¡°No hay casos as¨ª en Espa?a desde 1976¡±
La tribuna de Justiniano Mart¨ªnez (Hell¨ªn, 1942) en EL PA?S ha servido de catalizador del malestar de referentes hist¨®ricos de izquierdas que padecieron el franquismo. "No ha habido ni un preso pol¨ªtico en Espa?a desde 1976", afirma. Exsecretario general del PCE en Madrid, emigr¨® muy joven a Francia para "luchar por la libertad". Santiago Carrillo le encomend¨® pasar propaganda cruzando los Pirineos y guiar a disidentes.
En 1970 se march¨® a Murcia mandatado por su partido, donde fue detenido y condenado a seis a?os. Las torturas que sufri¨® le dejaron nueve v¨¦rtebras rotas y un ri?¨®n inutilizado.
¡°Los Jordis y miembros del Govern est¨¢n injustamente detenidos, pero no se puede decir a la ligera que son presos pol¨ªticos porque podemos hacer una equivalencia que no es real entre la democracia con el fascismo o una dictadura. No podemos hacer esa identificaci¨®n, sobre todo de cara a las nuevas generaciones¡±, coincide Carles Vallejo (Barcelona, 67 a?os), presidente de la Asociaci¨®n Catalana de Expresos Pol¨ªticos del Franquismo.
Afiliado al Partido Socialista Unificado de Catalu?a, Vallejo pas¨® dos veces por la C¨¢rcel Modelo. La primera en 1970 por organizar el sindicato Comisiones Obreras en una conocida factor¨ªa de autom¨®viles. ¡°Luego ya me tuve que ir al exilio porque ten¨ªa una petici¨®n del fiscal de 20 a?os de prisi¨®n por delitos que hoy no lo son... Cada situaci¨®n se ha de contextualizar. El fascismo es la arbitrariedad absoluta. No se puede hacer semejante paralelismo¡±.
Vallejo recuerda como una ¡°pesadilla terrible¡± las torturas a las que fue sometido. Las patadas, pu?etazos, los interrogatorios cada dos horas, la falta de higiene, el aislamiento que le hac¨ªa perder el sentido del d¨ªa y la noche... En resumen, aquellos 20 d¨ªas en las dependencias de la Brigada Pol¨ªtico Social. ¡°Me amenazaron con una pistola, pero lo peor era la incertidumbre. Pod¨ªas estar indefinidamente [detenido] porque est¨¢bamos en estado de excepci¨®n. No hab¨ªa l¨ªmites¡±.
¡°Decir que en Espa?a hay presos pol¨ªticos es un falseamiento de la Historia y una hipocres¨ªa¡±, se indigna Antonio Gallifa (Medina del Campo, Valladolid, 1937), exdirigente del PCE. Se estren¨® en Carabanchel con una condena de cuatro a?os por presidir una asamblea clandestina de delegados de CC OO en una f¨¢brica abandonada. Como al resto, le torturaron. ¡°Tras casi un mes, que no fue agradable, no les di ning¨²n dato. No confes¨¦ nada¡±, recuerda sin entrar en detalles y sin disimular el orgullo antes de concluir que los promotores del proc¨¦s son unos ¡°delincuentes¡± que ¡°han ido de ilegalidad en ilegalidad¡±.
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