Un preso ya fue candidato a presidente

Podr¨ªa darse el caso de que, tras las elecciones del 21-D, Carles Puigdemont quisiera optar a presidir la Generalitat estando en prisi¨®n preventiva, acusado de rebeli¨®n, sedici¨®n y malversaci¨®n. ?Puede un pol¨ªtico preso sin condena firme aspirar a presidir una autonom¨ªa? Tambi¨¦n sigue en el aire c¨®mo podr¨¢n participar en la campa?a los ocho exconsellers y los l¨ªderes de ANC y ?mnium encarcelados.

Mientras se dilucida el debate pol¨ªtico y jur¨ªdico puede recordarse que hace 30 a?os un preso ya fue candidato a presidente. Entonces, la justicia fall¨® a favor del reo. Juan Karlos Ioldi lleg¨® a las nueve de la ma?ana del 26 de febrero de 1987 en un furg¨®n policial a la sede del Parlamento vasco en Vitoria para el debate de investidura en el que se presentaba como aspirante de HB a lehendakari. Cuatro meses despu¨¦s, era condenado a 25 a?os por pertenencia a ETA, dep¨®sito de armas y estragos. ¡°Mi perfil y el de Puigdemont son totalmente diferentes, pero creo que ¨¦l tambi¨¦n va a tener derecho a presentarse como candidato a president y a ejercer su acci¨®n pol¨ªtica¡±, opina ahora Ioldi, en libertad desde diciembre de 2000 tras pasar 16 a?os en la c¨¢rcel.

Ioldi (Ataun, Gipuzkoa, 1963) fue detenido en 1985 con otros 20 j¨®venes acusados de integrar un comando que atac¨® infraestructuras ferroviarias. HB le incluy¨® en su lista por Gipuzkoa para las auton¨®micas de noviembre de 1986. ¡°En aquella ¨¦poca est¨¢bamos haciendo un agujero en el m¨®dulo 4 de [la c¨¢rcel de] Herrera de la Mancha. Quer¨ªamos escapar y yo era el responsable [del plan]. El d¨ªa de las elecciones estuve en aislamiento y en la celda de al lado estaba otro preso que me dijo: ¡®?Sabes que uno de Ataun ha salido parlamentario?¡¯ ¡®Claro, soy yo¡¯, le contest¨¦¡±.

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Cuando llegaron las elecciones a¨²n no hab¨ªa sido juzgado. Era un preso preventivo y ten¨ªa todo el derecho a ser elegido. Fue trasladado por la Guardia Civil a Vitoria para recoger el acta de parlamentario y, d¨ªas despu¨¦s, los abogados abertzales I?igo Iruin y Miguel Castells le comunicaron que HB hab¨ªa decidido que fuese su candidato a lehendakari, en una operaci¨®n de propaganda a favor de los presos de ETA. Contra el criterio del entonces fiscal general del Estado, Javier Moscoso, quien intent¨® impedir su presencia en la investidura al ser ¡°un terrorista¡±, la Audiencia de Navarra autoriz¨® su traslado de la prisi¨®n al Parlamento para no lesionar ¡°los derechos pol¨ªticos de los electores¡±.

¡°La v¨ªspera del pleno me llevaron a la c¨¢rcel de Nanclares [en ?lava], donde me esperaban Iruin y otros parlamentarios de HB. Me dieron el programa que deb¨ªa leer al d¨ªa siguiente. Estuvimos desde las cuatro de la tarde hasta las nueve y media d¨¢ndole vueltas al discurso. Esa noche no dorm¨ª¡±, rememora. A la ma?ana siguiente, en la primera sesi¨®n ordinaria del Parlamento aut¨®nomo a la que HB asist¨ªa desde su fundaci¨®n en 1979, subi¨® a la tribuna de oradores. ¡°Vengo de la c¨¢rcel y vuelvo a la c¨¢rcel, pero somos muchos y cada vez seremos m¨¢s¡±, dijo en su discurso, a cuyo inicio se present¨® como ¡°por un lado, preso pol¨ªtico, y, por otro, candidato a lehendakari. Orgulloso de lo primero y con plena responsabilidad por lo segundo¡±. En su intervenci¨®n reclam¨® el derecho de autodeterminaci¨®n y una negociaci¨®n entre ETA y el Estado, entre otras reivindicaciones.

Nadie lleg¨® a apoyar su candidatura, que se mantuvo formalmente hasta el final, ya que los diputados de HB abandonaron el pleno a media tarde tras intervenir su portavoz. Fue elegido lehendakari el peneuvista Jos¨¦ Antonio Ardanza con los votos de su partido, el PSE y el CDS.

En la C¨¢mara, Ioldi tuvo libertad de movimientos para reunirse con sus compa?eros de grupo y almorzar con su familia en la cafeter¨ªa, siempre con dos polic¨ªas de paisano a su lado. Dio una rueda de prensa en la que afirm¨®: ¡°Si defender la soberan¨ªa de mi pueblo es ser terrorista, yo soy terrorista¡±. Tambi¨¦n se le permiti¨® mantener un vis a vis con su novia.

"No me di cuenta hasta salir de la c¨¢rcel"

Tres d¨¦cadas despu¨¦s, asegura que donde va todos le recuerdan aquel episodio. ¡°Fue hist¨®rico, pero no me di cuenta hasta salir de la c¨¢rcel. Despu¨¦s he notado respeto, incluso por quienes fueron nuestros enemigos. No he sentido odio¡±, comenta. Entre rejas estudi¨® Derecho y ahora es el responsable de Harrera, una asociaci¨®n que ayuda a exreclusos, no solo etarras, a reanudar su vida.

Aunque reconoce que su caso y el de Puigdemont se dan en ¡°tiempos y din¨¢micas pol¨ªticas diferentes¡±, opina que los hechos se pueden repetir: ¡°Yo era aforado y arrastr¨¦ a los cuatro compa?eros del mismo sumario. Fuimos juzgados por la Audiencia de Bilbao. Es posible que los miembros de la Generalitat se vean favorecidos por la situaci¨®n de Carme Forcadell. Supongo que el Supremo asumir¨¢ la causa y decidir¨¢ no mantenerles en la c¨¢rcel¡±.