El entusiasmo de un agricultor palmero
Qu¨ªmico de vocaci¨®n, su nombre es imprescindible para entender la historia de la izquierda en las islas Canarias
Alfredo Mederos, que ha fallecido el pasado mi¨¦rcoles en Tenerife a los 83 a?os, es el retrato de un tiempo y de un pa¨ªs, Canarias. En el franquismo, los canarios de su estirpe (hijo de agricultor emigrante a Cuba, nacido en La Palma dos a?os antes de que comenzara la Guerra Civil) tuvieron que luchar contra la dictadura de Franco y con los restos vivos del caciquismo. ?l hasta el fin tuvo como objetivo en la vida levantar la mano de la libertad contra lo que significaron y significan en Canarias ambas formas de opresi¨®n. En los peores tiempos y en los tiempos mejores.
?l fue, cuando le toc¨® ir a estudiar a la Universidad de La Laguna desde su casa en La Palma, el titular de la ¨²nica beca que se daba para esos desplazamientos en el Cabildo de su isla. Era 1954. Qu¨ªmico de vocaci¨®n, Mederos pas¨® por todos los escalafones hasta que alcanz¨® la c¨¢tedra de Qu¨ªmica Inorg¨¢nica en 1986. Fue un profesor popular y amigable, comprometido en su tiempos en la lucha contra aquellos fantasmas reales de la dictadura y apasionado de la pol¨ªtica. Su nombre es imprescindible para estudiar la historia roja de las islas. Fue socialista del PSP de Tierno Galv¨¢n, miembro de la Junta Democr¨¢tica, socialista de Felipe, miembro del comit¨¦ federal del PSOE, con el que ocup¨® algunos cargos p¨²blicos.
Nunca perdi¨® la compostura campesina ni la ra¨ªz de sus convicciones republicanas. De sus investigaciones con respecto a ese periodo obliterado en las islas, como si por all¨ª no hubiera pasado la atroz opresi¨®n franquista, es autor o coautor de obras como Rep¨²blica y represi¨®n franquista en La Palma, La conspiraci¨®n contra la Rep¨²blica en La Palma y V¨ªctimas de la guerra y de la represi¨®n franquista en la isla de su nacimiento.
Ese emprendimiento intelectual a favor de la Rep¨²blica lo convirti¨® en presidente de honor de la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica en Tenerife y le hizo liderar el primer homenaje que Juan Negr¨ªn, jefe del Gobierno republicano, recibi¨® tras su muerte en el exilio, en 1956. Fue historiador de otra de sus grandes vocaciones, la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Laguna.
Todas esas actividades las altern¨® con una nobleza de car¨¢cter que emparent¨® siempre con su origen y el de sus ancestros. Quien hubiera visto al profesor Mederos alguna vez envanecido es que no vio nunca a Alfredo Mederos. Era un entusiasta de la ciencia y un devoto de la acci¨®n pol¨ªtica. Los que ahora avisan a EL PA?S de la noticia de su tan lamentable despedida dicen que era un seguidor devoto y diario de este peri¨®dico que ahora rinde aqu¨ª homenaje a uno de sus m¨¢s activos lectores.
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