Reformar los partidos, clave para afrontar los retos de Espa?a

¡°Aqu¨ª nunca podr¨ªa haber un Barack Obama¡±. Alan D. Solomont, exembajador de EE UU y presidente de la C¨¢mara de Comercio Espa?a¨CEstados Unidos, resumi¨® ayer con una sola frase el desapego que sienten los ciudadanos espa?oles con respecto a los partidos pol¨ªticos. No es un problema menor, seg¨²n coincidieron los ponentes del ciclo Espa?a 40-40.Sin formaciones abiertas al talento de la sociedad, el pa¨ªs no podr¨¢ afrontar los retos de su futuro.

¡°Los partidos son vistos como el h¨¢bitat natural de los oportunistas y los corruptos, de la gente que quiere hacer carrera para su beneficio personal, mientras que los movimientos son vistos como el lugar de quienes quieren cambiar el mundo¡±, diagnostic¨® el analista Mois¨¦s Naim. ¡°Eso hay que revertirlo¡±, apunt¨®. ¡°Los partidos tienen que volver a ser el lugar de quienes quieren cambiar el mundo. No es posible la democracia sin fortalecer los partidos pol¨ªticos¡±.

Espa?a vive un momento pol¨ªtico ¨²nico en la historia de sus 40 a?os de democracia. Las elecciones generales de 2015 y de 2016 supusieron un punto de inflexi¨®n en la trayectoria del bipartidismo que encarnan el PP y el PSOE. La aparici¨®n de Podemos y de Ciudadanos, que no exist¨ªan en 2013 como formaciones de ¨¢mbito nacional, ha alterado el panorama pol¨ªtico al obligar a la b¨²squeda de continuos pactos para construir mayor¨ªas.

No obstante, el surgimiento de nuevos actores pol¨ªticos no se ha traducido en una multiplicaci¨®n del inter¨¦s de los ciudadanos por la pol¨ªtica. El 79,97% de participaci¨®n de las elecciones generales de 1982 sigue siendo el r¨¦cord de unos comicios celebrados en Espa?a. Los de diciembre de 2015 se quedaron en el 69,67% y los de junio de 2016 en un 69,84%.

¡°A lo mejor lo que est¨¢ pasando en Espa?a, con la crisis econ¨®mica, los problemas de corrupci¨®n, el surgimiento de nuevos partidos, o lo que est¨¢ pasando en Catalu?a, puede despertar una nueva forma de hacer pol¨ªtica¡±, aventur¨® Manuel Valls, exprimer ministro de Francia, que record¨® que los partidos, los sindicatos y las instituciones viven una crisis de representatividad. ¡°Lo que est¨¢ pasando en Espa?a, como en Francia y a lo mejor en Alemania, nos obliga a nuevos esquemas pol¨ªticos¡±.

?Cu¨¢l es el origen del problema? ?A qu¨¦ se debe la crisis de los partidos como instrumentos de representaci¨®n? ?Por qu¨¦ los ciudadanos acuden en n¨²meros millonarios a manifestarse, pero luego no se afilian a los partidos en la misma proporci¨®n, ni votan tanto?

¡°El reto pol¨ªtico en Espa?a, y en cualquier democracia, incluida la de Estados Unidos, es c¨®mo implicar en pol¨ªtica a la pr¨®xima generaci¨®n, a los millennials¡±, contest¨® el exembajador estadounidense Alan D. Solomont sobre los j¨®venes nacidos entre 1980 y 2000. ¡°Est¨¢n muy desencantados con las instituciones en general, y con las pol¨ªticas en particular¡±, a?adi¨®. ¡°Vivimos una crisis de la democracia. En Espa?a, las estructuras de los partidos se han fosilizado. Escucho a j¨®venes interesados en pol¨ªtica decir que es muy dif¨ªcil entrar en los partidos¡±, lament¨®. ¡°Necesitamos reinventar a los partidos para que sean relevantes en el siglo XXI¡±.

En junio de 2017, la Fundaci¨®n Felipe Gonz¨¢lez present¨® un estudio elaborado por la Foundation for European Progressive Studies (FEPS) sobre el inter¨¦s que tienen los j¨®venes por la pol¨ªtica. Solomont lo puso ayer como ejemplo del reto al que se enfrentan los partidos espa?oles. El 51% de los millennials est¨¢ nada o poco interesado en la pol¨ªtica; el 47% opina que su generaci¨®n se siente menos atra¨ªda por esos asuntos que las de sus padres y abuelos; y todos citan ¡°el alto nivel de corrupci¨®n, las promesas rotas [por los pol¨ªticos] y un sentimiento de decepci¨®n [con los pol¨ªticos]¡± como origen de su desencanto.