Grietas donde hab¨ªa agua
Los embalses de la cabecera est¨¢n vac¨ªos, el turismo de la zona se resiente, muchos negocios languidecen y los lugare?os, m¨¢s all¨¢ de la sequ¨ªa, culpan al trasvase
Todas las heridas de sus m¨¢s de mil kil¨®metros de tronco principal se resumen aqu¨ª, a las afueras de Aranjuez. El Tajo, el r¨ªo m¨¢s largo de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, agoniza. Y la sequ¨ªa, la peor en Espa?a de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, est¨¢ dejando m¨¢s expuestos que nunca sus gigantescos problemas. La imagen en ese punto de Aranjuez lo dice todo: a un lado, el hilo verde y limpio del mermado Tajo; al otro, el negruzco Jarama, con mucho m¨¢s caudal. Ambos se unen aqu¨ª, pero el cauce principal lleva tan poca agua que es incapaz de diluir la contaminaci¨®n del afluente, que arrastra los desechos de la ciudad de Madrid y su ¨¢rea metropolitana.
De los embalses secos de la cabecera en Guadalajara, a las poblaciones de pescadores en peligro cerca de su desembocadura en Lisboa, pasando por el escu¨¢lido cauce que en la provincia de Toledo y el continuo cacere?o de embalses hidroel¨¦ctricos que hoy est¨¢n medio parados, este viaje es la historia de un Tajo incapaz de seguir dando todo lo que se quiere obtener de ¨¦l. Casi ocho millones de personas se abastecen de esta cuenca, 6,5 en Madrid. Los regantes emplean cada a?o cerca de 2.000 hect¨®metros c¨²bicos de sus aguas. Cuenta con 19 grandes centrales hidroel¨¦ctricas y casi un centenar de minicentrales... Y nadie parece estar dispuesto a renunciar a la parte que necesita para continuar con su vida como hasta ahora.
Siempre ha habido ganadores y perdedores en la gesti¨®n de los r¨ªos ¨Cpueblos sumergidos bajo pantanos para tener electricidad barata y pr¨®speras zonas de regad¨ªo, ciudades que viven de una industria y otras que sufren sus residuos, maravillosas zonas de recreo que destrozan el h¨¢bitat animal y vegetal¨C, pero ahora no hay agua para casi nadie. Y habr¨¢ que acostumbrarse a ello: el cambio clim¨¢tico no solo ha reducido dr¨¢sticamente la aportaci¨®n de agua ¨Cun 51% en la cabecera desde 1980¨C, sino que va a convertir las sequ¨ªas en algo cada vez m¨¢s habitual y virulento. Quiz¨¢ haya llegado la hora ¨Cal menos as¨ª lo creen los europarlamentarios que el a?o pasado hicieron un informe sobre el asunto¨C de dar "prioridad a los objetivos ambientales". Es decir, garantizar la supervivencia de los r¨ªos en una Espa?a que cada vez ser¨¢ m¨¢s y m¨¢s seca y en la que ya no caben m¨¢s pantanos.
Las grietas en el lecho del r¨ªo a la entrada del embalse de Entrepe?as, en Guadalajara, ofrecen una fotograf¨ªa desoladora de la sequ¨ªa; si las reservas en todo el pa¨ªs est¨¢n de media al 37% de su capacidad, el dato m¨¢s bajo desde 1995, y las del conjunto de la cuenca del Tajo est¨¢ al 39%, Entrepe?as apenas supera el 9%; si se tienen en cuenta los fondos llenos de lodo, los expertos dicen que est¨¢ funcionalmente vac¨ªo. Pero m¨¢s all¨¢ de esa imagen que no siempre es tan evidente, hay muchos recordatorios permanentes de la profunda crisis de una comarca en la que se anegaron hace medio siglo los campos m¨¢s f¨¦rtiles con la promesa de que el turismo traer¨ªa mucho m¨¢s progreso y riqueza. Hay escuelas de vela cerradas, clubes n¨¢uticos sin barcos y casi sin agua y alg¨²n hotel al que ya no va nadie. El de las Anclas, en la urbanizaci¨®n del mismo nombre en el municipio de Pareja, lleva a?os abandonado.
A pesar de los destrozos vand¨¢licos y el robo de casi cualquier cosa de valor ¨Cdesde los inodoros al cableado el¨¦ctrico¨C es f¨¢cil imaginarse al pasear por la recepci¨®n o por la historiada barra del bar una ¨¦poca de esplendor tras su inauguraci¨®n, en 1968, de mano del ministro de Informaci¨®n y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, y con la bendici¨®n del obispo de Sig¨¹enza-Guadalajara, Laureano Cast¨¢n Lacoma. "Este edificio se asoma al embalse desde un promontorio y consta de restaurante, apartamentos independientes y bungalows", dice la noticia publicada al d¨ªa siguiente en el diario Abc. El texto a?ade que Fraga expres¨® entonces "su seguridad de que la proximidad de Madrid y la belleza del paraje" har¨ªan rentables las empresas tur¨ªsticas de la zona.
Durante unos lustros se sucedieron los proyectos de urbanizaciones con piscinas y pistas de tenis y los reportajes del NODO hablaban de las maravillas del "Mar de Castilla", formado por los embalses de Entrepe?as y Buend¨ªa (este ¨²ltimo, ya metido en la provincia de Cuenca). Las promesas se cumplieron durante un tiempo. Jos¨¦ Luis Ortega, alcalde de Aloc¨¦n, se acuerda de los barcos de recreo, del hotel abierto, de la urbanizaci¨®n, de las playas llenas, de los chiringuitos¡ "El agua llegaba hasta el mismo Saced¨®n. Pero hace 15 o 20 a?os se empez¨® a degradar", explica. "Al haber poca agua los negocios cerraron".
Fotogaler¨ªa | El Tajo en im¨¢genes
V¨ªdeo | A vista de dron
Este periodo de prosperidad resisti¨® incluso, aunque fuera a duras penas, al inicio a finales de los setenta del siglo pasado del trasvase al Segura, al que en la comarca todos culpan de sus males. Pero el descenso gradual de las lluvias a partir de los noventa, unido al incesante creciminto de la poblaci¨®n en la Comunidad de Madrid y Castilla-La Mancha, que se abastece de recursos de esa cabecera, acab¨® definitivamente con los tiempos de bonanza.
A la falta de recursos h¨ªdricos en el sureste de la Pen¨ªnsula se le busc¨® una soluci¨®n en Guadalajara; una canalizaci¨®n de casi 300 kil¨®metros desde la cabecera del Tajo al Segura. "Al Tajo se le quita de la cabecera un 60% de las aportaciones de agua", se?ala Domingo Baeza, del Grupo de Investigaci¨®n del Tajo de la Universidad de Castilla-La Mancha. Al otro lado (en Valencia, Murcia y Andaluc¨ªa), el conflicto se ve de otra manera y se defiende la enorme industria agr¨ªcola que se ha logrado crear gracias a estos aportes de agua. Un estudio encargado por el Sindicato de Regantes de Murcia en 2013 a la consultora PwC cuantific¨® esos beneficios: el trasvase aporta 2.364 millones de euros al PIB nacional y sostiene m¨¢s de 100.000 empleos.
Pero el trasvase, oficialmente, est¨¢ paralizado desde mayo (aunque hace unas semanas se produjo una cesi¨®n de aguas entre regantes). La cabecera no da m¨¢s de s¨ª y los embalses de Entrepe?as y Buend¨ªa han llegado al l¨ªmite legal que impide sacar m¨¢s agua. Desde junio de 2015 a mayo de este a?o, cuando se paralizaron los trasvases, viajaron hasta el sureste peninsular 375 hect¨®metros c¨²bicos. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha recurrido todas esas transferencias.