La v¨ªctima de La Manada: ¡°Al entrar al portal empec¨¦ a sentir m¨¢s miedo"
La joven presuntamente violada en los Sanfermines revela que tuvo pesadillas, insomnio y problemas de concentraci¨®n tras la agresi¨®n


Una semana despu¨¦s de que el juicio a los cinco presuntos autores de la violaci¨®n grupal de San Ferm¨ªn en 2016 haya quedado visto para sentencia, Noticias de Navarra ha publicado la declaraci¨®n ¨ªntegra de la v¨ªctima, que se hizo a puerta cerrada. Un relato pormenorizado de los hechos en el que se refleja la confusi¨®n, el miedo y el desamparo que sinti¨® durante y despu¨¦s de la agresi¨®n. "Recuerdo la puerta [del portal], llegamos al cub¨ªculo ese, y fue cuando empec¨¦ a sentir m¨¢s miedo", respondi¨® la v¨ªctima a preguntas del fiscal. "Estaba totalmente en shock, no sab¨ªa qu¨¦ hacer, quer¨ªa que todo pasara r¨¢pido y cerr¨¦ los ojos para no enterarme de nada y que pasara r¨¢pido".
La joven recuerda c¨®mo conoci¨® a uno de los integrantes del grupo, conocido como La Manada -por el nombre de un chat de WhatsApp-, y c¨®mo camin¨® con ¨¦l y el resto del grupo de camino al coche, adonde ella iba a dormir con un amigo. Todo era m¨¢s o menos normal en una noche de fiesta, hasta que llegaron al portal donde uno de los chicos, con el que se hab¨ªa besado, y otro, le cogieron de las mu?ecas y tiraron de ella hacia dentro. ¡°Me sorprendi¨® la forma en la que me introdujeron en el portal, porque no lo entend¨ªa, pero repito que no pens¨¦ en que iba a suceder lo que sucedi¨®¡±, cont¨®.
La joven detall¨® c¨®mo el miedo se apoder¨® de ella mientras los miembros de La Manada consumaban la agresi¨®n. "Me vi rodeada por aquellos cuatro, not¨¦ que me quitaban la ri?onera, sujetador y me desabrochaban el jersey atado a la cintura", explic¨® ante los magistrados. Los recuerdos de aquellos momentos son confusos, algunos detalles como que le tiraron del pelo y le presionaron la mand¨ªbula y que estaba en un estado de shock tal que no pudo reaccionar. "No s¨¦ lo que me obligaron a hacer ni cu¨¢nto tiempo dur¨®, lo ¨²nico que quer¨ªa es que pasara", relat¨®. "Solo cerr¨¦ los ojos y ve¨ªa tatuajes en la tripa y en la zona alta de la pelvis".
Despu¨¦s de un rato que para ella es indefinido, los cinco miembros de La Manada se marcharon r¨¢pidamente, seg¨²n el relato de la v¨ªctima, que se encontr¨® sola en aquel portal. "Yo estaba desnuda, con camiseta, me vest¨ª, me puse el jersey y busqu¨¦ la ri?onera". La joven se dio cuenta de que no ten¨ªa el m¨®vil, que busc¨® para llamar al amigo que ya se hab¨ªa ido a dormir al coche.??
"Al verme sola, sin tel¨¦fono, empec¨¦ a llorar much¨ªsimo porque quer¨ªa ir al coche y necesitaba tranquilizarme. Estaba hundida y me sent¨¦ en un banco". Fue all¨ª, de madrugada cuando ya hab¨ªa muy poca gente por la calle cuando, seg¨²n su relato, una pareja le prest¨® ayuda al verla llorar y llam¨® a la polic¨ªa.
Durante la presunta violaci¨®n, la joven no se dio cuenta de que los integrantes del grupo estaban grabando v¨ªdeos, pero cuando la polic¨ªa se lo cont¨®, "no daba cr¨¦dito, no pod¨ªa entender el porqu¨¦". "Me generaba mucha angustia pensar que los v¨ªdeos esos pod¨ªan salir, hab¨¦rselos enviado a alguien", detall¨®.
La v¨ªctima de la agresi¨®n de Pamplona tambi¨¦n explic¨® las secuelas en los d¨ªas siguientes a lo sucedido. Sus emociones se parecen mucho a las que suelen relatar las v¨ªctimas de violaci¨®n, una mezcla de culpabilidad y depresi¨®n. Culpabilidad "porque me pod¨ªa haber ido, porque no ten¨ªa que haberme puesto a hablar con gente que no conozco, porque me separ¨¦ de mi amigo, porque me qued¨¦ sola en una ciudad que no conozco".
"En mi cabeza estaba todo el rato pensando en esto, e incluso cuando estaba de fiesta me pon¨ªa a llorar y no pod¨ªa parar. No hablaba del tema y a la vez buscaba noticias para encontrar una explicaci¨®n l¨®gica", continu¨® con su relato. La joven detall¨® que no se present¨® a los ex¨¢menes de la universidad y que muchas veces lloraba, incluso cuando sal¨ªa con amigos: "Ten¨ªa pesadillas, insomnio, problemas de concentraci¨®n", agreg¨®. La joven cont¨® que desde entonces ha seguido terapia psicol¨®gica tanto individual como grupal, con sesiones que al principio eran dos veces al mes y a medida que se ha acercado el juicio, son una vez a la semana.
El juicio, y los detalles que se han revelado, como el seguimiento de detectives privados, tambi¨¦n han tenido un impacto en la joven, que relata "un sentimiento de supervigilancia". "Sal¨ªa a la calle pensando que me iban a secuestrar, sent¨ªa que todo el mundo me observaba y necesitaba sobreprotegerme".
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