Una insuficiencia generalizada

El sector p¨²blico espa?ol dedica significativamente menos recursos que la media de los pa¨ªses de nuestro entorno en casi todas las funciones de gasto. Sabemos tambi¨¦n que no destacamos en utilizar los recursos p¨²blicos de forma eficiente. Carecemos de cultura e instituciones que garanticen la correcta evaluaci¨®n de la rentabilidad social del gasto. Casi todo se hace por intuici¨®n divina o cortoplacismo electoralista.

No obstante, colectivamente hemos optado por una cartera de derechos y servicios generosa, que incluye una sanidad universal, una educaci¨®n p¨²blica de cobertura amplia y copagos reducidos en perspectiva comparada, un sistema de pensiones generoso respecto a las cotizaciones que realiza el trabajador, una ley de dependencia ambiciosa, una impresionante red ferroviaria de alta velocidad... Lo l¨®gico es que los gestores p¨²blicos se vean abrumados, que surjan carencias y cuellos de botella, que se declare la insuficiencia de recursos para ejecutar lo que los programas electorales prometen y las leyes disponen. Sin duda, podemos gastar mejor. Pero tambi¨¦n debemos gastar m¨¢s en muchas ¨¢reas si de verdad queremos que se haga lo que votamos.

Observando el reparto de competencias entre niveles de gobierno en Espa?a y las diferencias entre la estructura del gasto por funciones y la media de la UE, es en las comunidades aut¨®nomas en las que el d¨¦ficit de recursos es mayor. Pero esto es compatible con sostener que a la Administraci¨®n central no le sobra; sobre todo si se tiene presente el preocupante d¨¦ficit del sistema de pensiones. Por tanto, la soluci¨®n a los problemas de insuficiencia de las comunidades de r¨¦gimen com¨²n (las de r¨¦gimen foral lo tiene resuelto por lo poco que aportan a la caja de todos) no pasa tanto por un mero trasvase de recaudaci¨®n del nivel central al auton¨®mico, como por un incremento de la capacidad recaudatoria global del sistema tributario y una mayor autonom¨ªa fiscal a las comunidades.

Aumentar la capacidad recaudatoria exige una reforma ambiciosa que revise a fondo todos los beneficios fiscales que existen en Espa?a, muy por encima de lo que nos encontramos en otros pa¨ªses y que afectan a casi todos los impuestos. Exenciones y tratamientos preferentes restan muchos miles de millones a la recaudaci¨®n final, a pesar de estar soportando tipos impositivos similares o superiores a los de otros pa¨ªses que recaudan m¨¢s. Pero esa reforma debe afrontar tambi¨¦n el problema del fraude fiscal; y dar impulso a los tributos medioambientales, hoy infradesarrollados.

Finalmente, esa mayor dosis de autonom¨ªa tributaria de las comunidades se puede lograr siguiendo las recomendaciones de la comisi¨®n de expertos. La transformaci¨®n de las participaciones territorializadas en el IVA y los impuestos especiales en capacidad colegiada para modificar tipos y la mejora del IRPF auton¨®mico son las dos m¨¢s importantes en lo cuantitativo.

Santiago Lago Pe?as es miembro de la comisi¨®n de expertos para la reforma de la financiaci¨®n. Universidad de Vigo (GEN).