El ¡®fantasma de la ¨®pera¡¯ existe y mat¨® en Nueva York
En 1980 una violinista apareci¨® muerta, desnuda y atada, en un conducto de ventilaci¨®n
El 24 de julio de 1980, el cuerpo desnudo y sin vida de una joven violinista fue encontrado en una salida de aire acondicionado del Metropolitan Opera House, de Nueva York. El hecho de que no se encontrase una explicaci¨®n l¨®gica a un hecho aparentemente absurdo -la v¨ªctima, Helen Hagnes, de 31 a?os, no parec¨ªa tener enemigos-, hizo que se evocase casi inmediatamente la aparici¨®n de un nuevo ?fantasma de la ¨®pera?. Los tabloides neoyorquinos comenzaron entonces una terror¨ªfica saga de portadas y noticias sensacionalistas sobre la supuesta existencia de un asesino en serie en el celeb¨¦rrimo Met.?
Y es cierto: Todos los elementos de misterio y horror, dignos de un filme de Alfred Hitchcock, o de una novela de Agatha Christie, se encuentran reunidos en el triste caso del asesinato de Hagnes, durante la actuaci¨®n del Ballet de Berl¨ªn en la ¨®pera. Hagnes, nativa de la provincia de Colombia brit¨¢nica, en Canad¨¢, fue una ?ni?a prodigio? del viol¨ªn. A los trece a?os formaba parte de orquestas profesionales. Despu¨¦s de realizar estudios en los conservatorios de Londres, Zurich y Siena (Italia), Hagnes, admirada por sus dotes musicales y su belleza f¨ªsica, actuaba peri¨®dicamente como solista en orquestas de renombre internacional.
Durante la fat¨ªdica noche del crimen, Hagnes estaba contratada por el Ballet de Berl¨ªn para el periodo de sus once d¨ªas de actuaci¨®n en Nueva York. Tras interpretar las partituras del P¨¢jaro de fuego y Don Quijote, ante los 3.400 espectadores del Met, Hagnes dej¨® el viol¨ªn sobre su silla y sali¨® de la sala aprovechando el par¨¦ntesis del Ballet Cinco Tangos, que no exig¨ªa la presencia de la violinista.
Hagnes deb¨ªa regresar al auditorio para la m¨²sica de la escenograf¨ªa final de Miss Julie. Pero no volvi¨®. Manos criminales hab¨ªan acabado con la vida de la violinista, en un asesinato que apasion¨® a los neoyorquinos. Tras una b¨²squeda por los locales de la Opera durante toda la noche, la polic¨ªa descubri¨® finalmente el cuerpo sin vida de Hagnes en el interior de uno de los tubos del sistema de aire acondicionado de la ¨®pera.?El asesino debe ser un habituado a los pasillos, ascensores y rincones de la Opera?, declar¨® Richard Nicastro, jefe del departamento de detectives de la ciudad de Nueva York.
Valery Panov, estrella del Ballet de Berl¨ªn, afirm¨® que ten¨ªa fijado un ?encuentro art¨ªstico? con Helen Hagnes, durante uno de los entreactos del ballet, cita que no lleg¨® a producirse porque cuando Panov acudi¨® al lugar del encuentro, uno de los vestuarios de la ¨®pera, Hagnes ya hab¨ªa desaparecido.
Servilleta con semen
Seg¨²n fuentes de la polic¨ªa que investig¨® el caso, las sospechas sobre los m¨®viles del crimen estaban en una servilleta de papel con manchas de semen que fue encontrada en el edificio de la ¨®pera. La polic¨ªa hall¨® junto a la citada servilleta de papel otros objetos que pertenecieron a la v¨ªctima y entre los cuales hab¨ªa un tamp¨®n higi¨¦nico. Si las relaciones entre la aparici¨®n de la servilleta y la identidad del asesino fueran establecidas, la polic¨ªa crey¨® que podr¨ªa llegar a conocer el grupo sangu¨ªneo, la raza y las caracter¨ªsticas gen¨¦ticas que podr¨ªan diferenciar a quien mat¨® a Hagnes del 95% de la poblaci¨®n.
El ¨¢rea donde la polic¨ªa encontr¨® estos rastros se halla dos pisos por debajo del nivel del escenario, en cuyas inmediaciones, dentro de un ascensor, fue vista por ¨²ltima vez la violinista.?La servilleta fue hallada, al parecer, oculta dentro de una ca?er¨ªa, mientras que el tamp¨®n apareci¨® cerca, en la misma escalera en la que la polic¨ªa hab¨ªa descubierto una pluma y una horquilla para el pelo, que hab¨ªan pertenecido a la v¨ªctima.
La investigaci¨®n demostr¨® que la violinista fue arrastrada hasta el sexto piso de la Opera, donde se halla la azotea. Poco despu¨¦s fue llevada hasta la trasera del edificio, desnuda y maniatada, y arrojada por un conducto de aire. Seg¨²n la polic¨ªa, el asesinato se produjo, en estas circunstancias, alrededor de la medianoche.
Autopsia reveladora
La autopsia revel¨® que Hagnes hab¨ªa fallecido como consecuencia de lesiones que se produjo en el cerebro al chocar contra una superficie de hierro situada entre el tercero y el cuarto piso del metropolitano.
La misma autopsia permiti¨® comprobar que la violinista no hab¨ªa sido violada. El doctor que practic¨® el examen se?al¨®, por otra parte, que la v¨ªctima se hallaba desnuda, lo que hac¨ªa presumir alguna motivaci¨®n sexual entre los m¨®viles del crimen. Sin embargo, no han podido descubrirse se?ales en su cuerpo que hicieran pensar que Hagnes fue sometida a violencia sexual de alguna clase.?
Ante ese retrato, una de las bailarinas del ballet para el que interpretaba Helen Hagnes sac¨® algunas conclusiones f¨ªsicas, ayudada por un hipnotizador. El resultado de este ejercicio fue divulgado: el asesino era un hombre de raza blanca, ten¨ªa el pelo negro y su edad oscilaba entre los 25 y los 35 a?os. 2.600 personas fueron interrogadas sin ¨¦xito aparente.
Arresto y confesi¨®n
En septiembre, un maquinista del Metropolitan fue detenido por la polic¨ªa e inculpado como responsable del asesinato de la joven violinista, despu¨¦s de una gigantesca investigaci¨®n. El detenido era un joven de veinti¨²n a?os, Craig Crimmins, empleado en el Met?desde 1976.
Crimmins correspond¨ªa al retrato-robot de una persona vista con Helen Hagnes la noche de su desaparici¨®n. Adem¨¢s, el detenido no habr¨ªa podido justificar qu¨¦ estaba haciendo en el momento en que se produjo el crimen. Seg¨²n las mismas fuentes, huellas dactilares de Crimmins habr¨ªan sido encontradas cerca del lugar del asesinato.
Interrogado, Crimmins confes¨®, pero no dio motivo, m¨¢s all¨¢ de que hab¨ªa bebido alcohol y hab¨ªa fumado marihuana antes del ataque a la violinista. En el juicio la fiscal¨ªa demostr¨® que hab¨ªa intentado violarla sin ¨¦xito y que la mat¨® para que no le delatara. Fue condenado por el aesinato, y no por el intento de violaci¨®n, del que el jurado no encontr¨® pruebas. La sentencia fue de un m¨ªnimo de 22 a?os sin condicional. Desde el a?o 2000 ha pedido la condicional, que le ha sido denegada.
Con informaci¨®n de Ram¨®n Vilar¨® y AFP de 1980.
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