Calvario de novatadas en la Academia Militar de Zaragoza

Academia Militar de Zaragoza. Tres cadetes entran por sorpresa en el habit¨¢culo de un compa?ero. Mojan con la manguera de la ducha su colch¨®n, su pijama, su cama y su albornoz. Repiten el ritual hasta cuatro veces a la semana. As¨ª, hasta en 30 ocasiones durante el invierno de 2014 y los primeros meses de 2015.

La v¨ªctima sufre lesiones en el abdomen, la espalda y las nalgas. Tiene que tomar antibi¨®ticos durante dos semanas. No puede dormir. Afronta problemas para concentrarse. Y deja de rendir en sus estudios. Vive agobiado. Teme cruzarse con sus acosadores. Dos de ellos son sus compa?eros de habitaci¨®n. El bullying se desarrolla en un complejo que acoge cada a?o a m¨¢s de 400 aspirantes a oficiales del Ej¨¦rcito.

Durante ocho meses, la vida del cadete Juan Carlos (nombre ficticio) pendi¨® de la fijaci¨®n de tres de sus compa?eros de promoci¨®n. Un tormento que se tradujo en registros nocturnos, robo de alimentos, llaves y maletas. Patadas y pu?etazos a medianoche.

La v¨ªctima recibi¨® patadas y pu?etazos y fue atendido en un hospital

La retah¨ªla de presuntas bromas inclu¨ªa desde rellenar con yogur una caja de la v¨ªctima a trenzar con nudos imposibles su calzado para que llegara tarde a las clases de educaci¨®n f¨ªsica. El alumno objeto de la ira tem¨ªa permanecer en su habit¨¢culo.

El Tribunal Supremo acaba de confirmar la expulsi¨®n del Ej¨¦rcito del cadete Juan Jos¨¦ C. B., uno de los tres acosadores. El alto tribunal avala as¨ª un fallo del Tribunal General Militar de Zaragoza de abril de 2017 que justificaba la salida de las Fuerzas Armadas y la p¨¦rdida de empleo del conflictivo aspirante por una falta ¡°muy grave¡± y por ¡°perseguir y hostigar a un compa?ero¡±.

¡°Existi¨® una verdadera persecuci¨®n prolongada en el tiempo exteriorizada con designio de denigrar y humillar siempre al mismo sujeto¡±, recoge la Sala de lo Militar del Supremo en un fallo al que ha tenido acceso EL PA?S y cuyo ponente ha sido el magistrado ?ngel Calder¨®n Cerezo.

El alto tribunal confirma la actitud ¡°vejatoria, abusiva y humillante¡± del acosador

La contundencia del Ej¨¦rcito contra el principal acosador, que abandon¨® las Fuerzas Armadas en 2016 en virtud de una resoluci¨®n firmada por el entonces ministro de Defensa Pedro Moren¨¦s, contrasta con las sanciones contra sus dos compa?eros de bullying. El Ej¨¦rcito solo les impuso sendos arrestos de 48 horas en mayo de 2015. Ese mismo mes, el cadete Juan Jos¨¦ C. B. entr¨® en el habit¨¢culo de su v¨ªctima y, entre gritos, le propin¨® una patada, un pu?etazo en el pecho y otro en el costado. El agredido tuvo que ser atendido en el hospital por traumatismo.

Golpes nocturnos

Los tres agresores tambi¨¦n pegaron a la v¨ªctima en la nuca y la cara mientras dorm¨ªa y estudiaba. La secuencia se desarroll¨® en diez ocasiones.

El expulsado activ¨® la v¨ªa judicial. Pidi¨® a los tribunales que anularan el decreto del exministro de Defensa que ratificaba la decisi¨®n de los mandos militares. Sus recursos ante los jueces no prosperaron. Perdi¨® primero ante el Tribunal Militar de Zaragoza. Y despu¨¦s en el Supremo, que ha considerado que un militar no puede acosar a un compa?ero.

A diferencia de sus dos compa?eros de bullying, el cadete expulsado no se disculp¨® ante la v¨ªctima. Y esgrimi¨® sin ¨¦xito ante los tribunales que caus¨® id¨¦ntico da?o que sus dos compa?eros. El Supremo considera que ¨¦l fue el ¨²nico que particip¨® en las agresiones f¨ªsicas. ¡°Con motivo de estos episodios, la v¨ªctima precis¨® asistencia m¨¦dica, primero en los servicios de la Academia Militar de Zaragoza y luego en un centro externo¡±, indica el Supremo. El centro de formaci¨®n militar zaragozano fue el primero en detectar el acoso y atajarlo con contundencia, seg¨²n se desprende del fallo.

El alto tribunal ha calificado la conducta del agresor de ¡°vejatoria, abusiva y humillante¡±. Y subraya que su expulsi¨®n se fragu¨® en el marco de un atentado contra ¡°la intimidad y la dignidad personal en el trabajo¡±.