¡°El Rey ha acometido la crisis catalana con valent¨ªa¡±
La historiadora y preceptora de Felipe VI aborda en una entrevista los retos de su reinado y sus cualidades como monarca
Carmen Iglesias (Madrid, 1942), historiadora y directora de la Real Academia de Historia, es una de las personas que mejor conoce a Felipe VI. Fue su profesora desde 1988 hasta que termin¨® sus estudios universitarios y acad¨¦micos y como preceptora pudo contemplar de cerca c¨®mo se iba forjando su car¨¢cter como persona y como futuro Rey de Espa?a. Iglesias atiende a EL PA?S en conversaci¨®n telef¨®nica, justo la v¨ªspera del 50 cumplea?os de su antiguo alumno, mientras prepara su comparecencia en la Comisi¨®n para la Modernizaci¨®n del Estado Auton¨®mico en el Congreso.
Pregunta: ?C¨®mo llega don Felipe a los 50 a?os?
Respuesta: Creo que llega en plena madurez intelectual y emocional, personalmente y como estadista. Don Felipe lo ha demostrado p¨²blicamente con el discurso del 3 de octubre y los que le han seguido, donde creo que ha habido un antes y un despu¨¦s en la percepci¨®n del problema principal que en este momento tenemos en Espa?a, que es el intento de secesi¨®n saltando las leyes de Catalu?a. Personalmente, ha demostrado lo que hemos aprendido en historia, que un pr¨ªncipe es el que sabe ponerse a la cabeza de su tiempo en el momento oportuno.
P. ?Cree, precisamente, que el desaf¨ªo independentista catal¨¢n es el principal reto del reinado de Felipe VI?
R. Desde el punto de hist¨®rico-pol¨ªtico lo que tiene verdadera hondura es la crisis catalana. Efectivamente, a m¨ª me parece que hay un problema serio, que se han saltado el imperio de la ley. La Constituci¨®n y nuestras leyes son producto del di¨¢logo, de haber consensuado y haber cedido unos y otros. Cierta parte de los dirigentes catalanes han utilizado el poder que les da el Estado para ir contra el Estado y contra los que no piensan como ellos. Eso, en ciencia pol¨ªtica, es la t¨¦cnica caracter¨ªstica del golpe de Estado, utilizar la legalidad para subvertirla desde dentro. Don Felipe, el Rey, lo ha acometido con toda valent¨ªa, rigor y dentro de la Constituci¨®n. Siempre sin pasarse m¨¢s all¨¢, dentro de su funci¨®n de moderaci¨®n y de arbitraje, que ha sido muy importante.
Ha demostrado que un pr¨ªncipe es el que sabe ponerse a la cabeza de su tiempo en el momento oportuno
P. ?Existe alg¨²n hecho o personaje hist¨®rico al que recomendar¨ªa a don Felipe que se remitiese como ejemplo de c¨®mo actuar ante la crisis catalana?
R. Ah¨ª est¨¢, por citar algo muy a mano, ?Qu¨¦ pasa en Catalu?a? de Manuel Chaves Nogales, lo que ocurre en 1931. En la historia nunca los contextos son iguales, parece que se repiten los mismos hechos porque la condici¨®n humana cambia poco. La historia, en general, ense?a cuando pasa el tiempo que nada es irremediable, nada es inevitable.
P. ?Se diferencia en algo la educaci¨®n que se debe impartir a un rey de la de cualquier otro estudiante?
R. Para m¨ª, en sustancia, ninguna diferencia. Soy muy webberiana en el sentido de que, en las aulas, lo fundamental es la probidad intelectual y mostrar, abrir puertas, abrir horizontes. Y en ese abrir puertas es el estudiante el que las tiene que pasar solo. Esta ¨²nica ense?anza privada que he tenido con el rey ha sido un privilegio, porque me encontraba con un interlocutor lleno de curiosidad, con adicci¨®n al conocimiento, algo que cada vez que uno se lo encuentra en las aulas, es muy fruct¨ªfero, para uno mismo. Siempre he explicado los hitos hist¨®ricos a don Felipe de la misma manera que los he explicado en las aulas universitarias. Depende a veces de las preguntas que hace el propio interesado, el poner m¨¢s o menos ¨¦nfasis en el sentido de proporcionar m¨¢s material, m¨¢s ejemplos, para que pueda profundizar en un tema.
P. ?Hizo especial hincapi¨¦ en que don Felipe aprendiera alguna asignatura de manera m¨¢s espec¨ªfica?
R. La Historia, en general, es absolutamente b¨¢sica para todo, porque si no entendemos nuestro presente, no podemos planificar nuestro futuro. Para alguien que va a ser rey, mucho m¨¢s, indudablemente. Supone conocer todas las vicisitudes, desde luego las de sus antepasados directos. Don Felipe siempre ha le¨ªdo constantemente, sobre todo a cerca de los momentos m¨¢s cr¨ªticos, los estudios cient¨ªficos b¨¢sicos que se han hecho sobre un tema, pongamos, por ejemplo, Fernando VII.
P. ?Hay alg¨²n momento hist¨®rico o alg¨²n monarca en concreto por el que sintiera m¨¢s curiosidad o que le llamara m¨¢s la atenci¨®n?
R. Me resulta dif¨ªcil precisar. Le he visto entusiasmado en el siglo XVII, con todo el movimiento que surge en Gran Breta?a de Locke, de Hobbes, es decir de la modernizaci¨®n. Y le he visto entusiasmado con la Ilustraci¨®n y con los griegos. Dicho todo esto, es indudable que la Ilustraci¨®n, que es tambi¨¦n mi especializaci¨®n personal, le ha encantado siempre, porque seguimos siendo herederos todav¨ªa de la Ilustraci¨®n. En Espa?a, qu¨¦ duda cabe que Carlos III ha sido para ¨¦l un modelo en el fundamento del Estado. Ha puesto su retrato en su despacho.
P. ?Qu¨¦ cualidad tiene Felipe VI que pueda definir o contribuir a asentar su reinado?
Su fortaleza es el sentido de la realidad profunda que tiene
R. Su fortaleza es el sentido de la realidad profunda que tiene. Cree en lo que hace, lo tiene verdaderamente interiorizado. Se trata de lo que los cl¨¢sicos llaman la ¡°libertad de aquiescencia¡±, que vale para ¨¦l sobre todo, pero vale para todos, en el sentido de que uno no elige el nacimiento. Te toca lo que te toca. En su caso est¨¢ muy determinado. Lo que dec¨ªan los cl¨¢sicos es que hay aceptar eso y hacerlo propio, es decir hacerlo tu vocaci¨®n y tu destino. Don Felipe eso lo tiene muy arraigado, el ser muy de su tiempo, el tener convicciones profundas y estar muy identificado con la funci¨®n que tiene que hacer, y, al mismo tiempo, estar muy atento a todo lo que ocurre en el exterior y en su propio tiempo. Creo que lo ha demostrado con su vida personal y con su proyecci¨®n p¨²blica.
P. ?Ha apreciado cambios en la personalidad de don Felipe desde que es Rey?
R. Sigue siendo igual de afectuoso. Adem¨¢s, una cualidad de don Felipe, adem¨¢s de la inteligencia y del sentido com¨²n que tiene, de la serenidad, es que es una persona buena. Y eso lo sigue mostrando. El cambio que le he apreciado es el paso del tiempo y la preocupaci¨®n porque tiene la responsabilidad que tiene ahora.
P. ?Cu¨¢l es el mejor recuerdo o an¨¦cdota que conserva de su etapa como preceptora de don Felipe?
R. Uno de los episodios que siempre recuerdo con emoci¨®n es el primer momento, al cabo de tres o cuatro clases, que le vi emocionado al comprender algo m¨¢s profundamente de lo que ¨¦l hab¨ªa le¨ªdo, esa emoci¨®n. Y un comentario, si no en ese momento, un poco despu¨¦s, que me hizo sobre la apertura a la vida y al conocimiento de la condici¨®n humana que da la Historia. Para ¨¦l, la Historia no se destila en unas l¨ªneas simples y dogm¨¢ticas, sino todo lo contrario, se hace m¨¢s compleja y m¨¢s rica.
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