La prueba definitiva de la autopsia de Diana Quer no demuestra la agresi¨®n sexual

Despu¨¦s de 16 meses sumergido en un pozo de agua dulce, el cuerpo de Diana Quer ya no ofrec¨ªa respuesta a todas las preguntas. Los investigadores pon¨ªan sus esperanzas en alg¨²n detalle vislumbrado durante la autopsia y confiaban en que esas se?ales se concretasen en las pruebas de laboratorio que se iban a llevar a cabo en el Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa. Pero los an¨¢lisis, repartidos entre este centro madrile?o y Galicia, ya se han realizado, y aunque se ha podido confirmar la muerte por estrangulamiento de la joven de Pozuelo que ya avanzaba el informe preliminar, no se ha podido demostrar (aunque tampoco descartar) la agresi¨®n sexual.

Esta posibilidad era uno de los ingredientes con los que a la hora del juicio de Jos¨¦ Enrique Abu¨ªn, alias El Chicle, la acusaci¨®n podr¨ªa reclamar la prisi¨®n permanente revisable. Una vez obtenidos estos resultados, el juez instructor del caso de la desaparici¨®n y muerte de Diana Quer, F¨¦lix Isaac Alonso, est¨¢ pendiente de recibir en los pr¨®ximos d¨ªas el informe definitivo de la autopsia, un extenso documento que debe ir firmado por los integrantes del equipo forense que trabaj¨® con el cad¨¢ver y en el que se encajar¨¢n todas las piezas del puzzle del crimen que se han confirmado en dos meses.

Los estudios de laboratorio realizados a lo largo de enero y febrero sobre las muestras tomadas durante la autopsia que llevaron a cabo en Fin de A?o los forenses del Imelga (Instituto de Medicina Legal de Galicia) tampoco revelan, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, si el autor confeso de la muerte estrangul¨® a la muchacha de 18 a?os con las manos o con una brida, como sospecha la Guardia Civil. El cad¨¢ver, que conservaba bastantes partes blandas debido a un proceso de saponificaci¨®n por permanecer dentro de un pozo en condiciones estables, hab¨ªa perdido tambi¨¦n por acci¨®n del agua cualquier posibilidad de retener material gen¨¦tico del agresor.

Los especialistas del Imelga sab¨ªan desde el primer momento que, si los hubiera habido aquella madrugada del 22 de agosto en que la madrile?a desapareci¨® de A Pobra do Carami?al, casi 500 d¨ªas despu¨¦s era pr¨¢cticamente imposible hallar rastros de semen en la vagina de la v¨ªctima, pero tantearon todas las v¨ªas a su alcance en busca de otras pruebas. Diana Quer apareci¨® a unos ocho metros de profundidad, atenazada con cinchas pl¨¢sticas, desnuda y sumergida con bloques de cemento amarrados a los hombros y la cintura.

Las muestras de tejidos y fluidos fueron remitidas al Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa despu¨¦s de que, durante una autopsia que dur¨® unas cinco horas, los forenses gallegos comprobasen que hab¨ªa "indicios claros de criminalidad". En aquel primer momento tambi¨¦n se plante¨® al juez como hip¨®tesis m¨¢s probable la de que el secuestro y la muerte de la chica fueran cosa de una sola persona, sin ayuda de colaboradores.

La versi¨®n del atropello accidental, sostenida por Abu¨ªn en sus declaraciones oficiales ante la Guardia Civil, se descart¨® definitivamente en enero gracias al estudio del esqueleto que llev¨® a cabo en Ver¨ªn el jefe de Antropolog¨ªa Forense del Imelga, Fernando Serrulla. Las v¨¦rtebras cervicales y el fr¨¢gil hueso hioides, situado bajo el maxilar inferior, ayudaron a escribir a los investigadores el relato incompleto de los ¨²ltimos instantes de vida de Diana Quer.

Pero siguen abiertas muchas inc¨®gnitas sobre la forma y el momento en que el homicida, encarcelado en la prisi¨®n pontevedresa de A Lama, estrangul¨® hasta la asfixia a su v¨ªctima, y la ciencia forense no las puede resolver. No obstante, la acusaci¨®n particular, ejercida por los padres de la muchacha a trav¨¦s del abogado ferrolano Ricardo P¨¦rez Lama, tratar¨¢ de probar apelando al historial del agresor y las circunstancias que rodearon el crimen, que aquella noche de las fiestas patronales de A Pobra El Chicle actu¨® con un m¨®vil sexual.