Alemania centra el debate de la entrega de Puigdemont en determinar si hubo violencia durante el ¡®proc¨¦s¡¯
La cuesti¨®n legal girar¨¢, seg¨²n los expertos, sobre en qu¨¦ delito se fundamentar¨¢ el traslado del detenido a Espa?a
La entrega de Carles Puigdemont por parte de las autoridades alemanas podr¨ªa sobre el papel ser un tr¨¢mite relativamente sencillo. Los delitos que se le imputan en Espa?a al expresidente de la Generalitat tienen hasta cierto punto un equivalente en la ley alemana, un requisito fundamental para que se aplique la euroorden y se proceda a la entrega. Destacados penalistas alemanes dan casi por descontado a este diario que Puigdemont ser¨¢ entregado a Espa?a, pero tambi¨¦n sostienen que el dilema jur¨ªdico no radica tanto en si suceder¨¢, como en qu¨¦ delito se va a fundamentar la extradici¨®n del detenido. Advierten los expertos consultados de que afirmar que hubo violencia, uno de los requisitos que exige la ley alemana para el delito de alta traici¨®n, el equivalente al de rebeli¨®n en Espa?a, podr¨ªa convertirse en un escollo.
El dilema de fondo, explican adem¨¢s, es que no hay precedentes legales recientes en Alemania que sirvan de referencia para tramitar una entrega que corre el riesgo de contaminar las cordiales relaciones entre Madrid y Berl¨ªn.
En las ¨²ltimas horas, el debate se hab¨ªa centrado en torno a las similitudes entre el delito de rebeli¨®n espa?ol y el de alta traici¨®n, que contempla en sus art¨ªculos 81, 82 y 83 el c¨®digo penal alem¨¢n. Pero los expertos advierten de que el juez alem¨¢n no se limitar¨¢ a contrastar c¨®digos penales, sino que adem¨¢s debe determinar si los hechos que se le imputan constituir¨ªan o no un delito en Alemania.
"No se trata de comparar la literalidad, se trata de analizar la conducta de Puigdemont en oto?o de 2017 y ver si es delito o no", explica Martin Heger, prestigioso catedr¨¢tico de derecho penal europeo de la Universidad Humboldt de Berl¨ªn. Y el delito de alta traici¨®n alem¨¢n exige seg¨²n el texto legal "violencia o amenaza de violencia" por parte de quien "perjudique la continuaci¨®n de la existencia de la Rep¨²blica Federal alemana o cambiar el orden constitucional". "Los jueces alemanes tienen que ver si Puigdemont ha cometido violencia. No quiere decir que tenga que ser violencia f¨ªsica, pero s¨ª es necesario que haya ejercido alg¨²n tipo de presi¨®n", explica Heger.
El auto de procesamiento del juez Pablo Llarena del pasado viernes considera probado que hubo violencia el 20 de septiembre de 2017 ante la sede de la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda cuando decenas de miles de personas se congregaron y se opusieron a la actuaci¨®n de las fuerzas de seguridad que trataron de efectuar registros policiales en relaci¨®n al refer¨¦ndum ilegal. "Los hechos aqu¨ª expuestos determinaron el efecto inherente a la violencia, esto es, una real restricci¨®n de la capacidad de actuaci¨®n como consecuencia del uso de la fuerza, tal y como ocurrir¨ªa en un supuesto de toma de rehenes mediante disparos al aire", dice el auto.
Nikolaos Gazeas, catedr¨¢tico alem¨¢n de derecho penal internacional, cree que "es cierto que hay similitudes entre rebeli¨®n y alta traici¨®n, pero hay que tener en cuenta que lo que los jueces van a estudiar es si esos mismos actos hubieran sucedido en Alemania, si aqu¨ª se considerar¨ªan delito".?"Y yo creo que no se puede decir que Puigdemont haya actuado ejerciendo la violencia", interpreta Gazeas. En ¨²ltima instancia, advierte, depender¨¢ del material aportado por las autoridades espa?olas. "Los jueces no pueden obtener informaci¨®n sobre los hechos a trav¨¦s de otras fuentes". En el caso de malversaci¨®n de fondos hay menos problema. "Ah¨ª la doble criminalidad est¨¢ clara", piensa Heger.
La complejidad es m¨¢xima porque no hay apenas precedentes en la jurisprudencia alemana que sirvan de referencia a la hora de determinar qu¨¦ significa ejercer la violencia en el contexto de un delito de alta traici¨®n. Heger explica que a finales de la d¨¦cada de los cuarenta hubo un caso en el Supremo alem¨¢n contra el partido comunista, que pretendi¨® desestabilizar el Gobierno con una huelga masiva, que fue considerada como un acto de preparaci¨®n para la alta traici¨®n.
"Esa huelga se consider¨® violencia, pero evidentemente la noci¨®n de violencia ha ido cambiando a lo largo de las d¨¦cadas. Ya no se trata tanto de violencia f¨ªsica como de ejercer tal presi¨®n que impida la libertad. Es muy dif¨ªcil saber qu¨¦ van a decir los jueces. La omisi¨®n de utilizar a la polic¨ªa aut¨®noma, por ejemplo, podr¨ªa ser interpretado como violencia, pero es solo una posibilidad. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que el sistema alem¨¢n no es como el anglosaj¨®n. Aqu¨ª los precedentes jur¨ªdicos sirven solo para ayudar en la interpretaci¨®n". Gazeas coincide: "No hay precedentes en Alemania para un caso como el de Puigdemont".
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