Las notas deben publicarse
El esc¨¢ndalo del m¨¢ster improbable ha dejado a la universidad espa?ola avergonzada, estupefacta y alarmada porque un caso as¨ª pueda manchar su reputaci¨®n. A fines del siglo pasado en Espa?a, como en otros pa¨ªses europeos y americanos, corri¨® el mantra de que, para salvar el honor o la intimidad de los alumnos, las notas no deber¨ªan publicarse en los tablones de anuncios de la universidad con su nombre y apellidos. Muchas universidades y otros institutos superiores comenzaron un periodo de falta de transparencia sobre las calificaciones. Hoy en muchas se ha abandonado el viejo y genuino concepto de publicaci¨®n de notas: el sistema env¨ªa las notas por correo o SMS. Las notas no se hacen p¨²blicas, se comunican privadamente.
En una sociedad competitiva, ninguna compa?¨ªa pretende que no se publiquen la bajada de sus cotizaciones en bolsa porque puede resultarle perjudicial. Como a ning¨²n deportista se le ocurre impedir que la prensa haga an¨®nimo un resultado adverso del d¨ªa anterior. Hay que saber sobrellevar las adversidades, integrarlas en la vida de la persona f¨ªsica o jur¨ªdica, gestionarlas y seguir adelante. Esto en cuanto al mercado. Respecto al Derecho, conviene recordar que las actuaciones judiciales son p¨²blicas y las sentencias se leer¨¢n en audiencia p¨²blica (Constituci¨®n) y son publicadas. Las personas con un fallo judicial adverso no pueden impedir su publicaci¨®n.
Se reprocha que la universidad no prepara a los alumnos para la vida real. Por eso, es preciso que se les prepare para la vida adulta y profesional, lejos de una burbuja de sobreprotecci¨®n adolescente. Hay que afrontar la adversidad y aprender a sobreponerse. La publicaci¨®n de las notas en el tabl¨®n es la mejor garant¨ªa de igualdad y transparencia en los procesos de evaluaci¨®n acad¨¦micos. Los alumnos saben as¨ª que todos han sido calificados y que no es calificado nadie que no haya cursado la asignatura o defendido el Trabajo Fin de M¨¢ster (TFM).
La calificaci¨®n acad¨¦mica es un acto administrativo que debe regirse por los principios de objetividad, igualdad y legalidad. Si esto afectara a la reputaci¨®n de las personas, nunca puede ser obst¨¢culo para impedir que los alumnos tengan una tranquilidad a¨²n mayor: no aprueba ni obtiene el t¨ªtulo nadie que no haya hecho el curso, el examen o trabajo preceptivo. Pese a todo, si se porf¨ªa por la honra de los suspendidos, la soluci¨®n de compromiso es que se publique la relaci¨®n de alumnos aprobados: ¨¦stos no podr¨¢n decir que se lesiona su honor.
Jos¨¦ Miguel Rodr¨ªguez Tapia es catedr¨¢tico de universidad.
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