La radicalizaci¨®n de 79 reclusos comunes obliga a Interior a reforzar su plan antiyihadista

El Ministerio del Interior ha puesto recientemente en marcha un nuevo ¡°instrumento de evaluaci¨®n del riesgo de radicalismo violento¡± en las c¨¢rceles tras detectar que, al menos, 79 presos musulmanes que ingresaron en prisi¨®n por delitos comunes han mostrado s¨ªntomas de apoyar la yihad. Instituciones Penitenciarias tiene en marcha desde 2014 programas para desradicalizar a internos islamistas, pero hasta el momento solo ha conseguido resultados con 10. En la actualidad, las c¨¢rceles espa?olas acogen a 146 terroristas yihadistas.

Interior puso en marcha su primer programa para ¡°la prevenci¨®n de la radicalizaci¨®n en los establecimientos penitenciarios¡± en julio de 2014, seis meses despu¨¦s de que detectara que ya hab¨ªa 59 presos comunes que hab¨ªan abrazado la yihad durante su estancia en la c¨¢rcel. Entonces dividi¨® a los presos islamistas en tres grupos, bautizados con las letras A, B y C, en funci¨®n de si hab¨ªan sido encarcelados por actividades terroristas, si se dedicaban al proselitismo con otros reclusos musulmanes o si hab¨ªan sido captados, respectivamente.

El programa lo ampli¨® en octubre de 2016 con un plan en el que, adem¨¢s de detectar la radicalizaci¨®n, se fijaron instrumentos para intentar desvincular a los internos de los postulados yihadistas. A comienzos de ese a?o ya eran 95 los delincuentes comunes captados por los extremistas. Desde entonces, la cifra de radicalizados en prisi¨®n ha sufrido diversos altibajos, seg¨²n se recoge en una respuesta parlamentaria del Gobierno al senador de EH Bildu Jon I?arritu.

10 en rehabilitaci¨®n

As¨ª, a comienzos de 2017 eran 76, cifra que subi¨® hasta los 85 en enero de este a?o. En abril la cifra hab¨ªa descendido a los 79 actuales. A ellos se suman los 146 presos (56 penados y 90 preventivos) encarcelados por actividades terroristas. En su respuesta al senador I?arritu, Interior admite que hasta el momento s¨®lo 10 presos participan en sus programas de desradicalizaci¨®n.

El nuevo instrumento para frenar el fen¨®meno fue puesto en marcha el pasado febrero, seg¨²n una orden de servicio distribuida entonces por Instituciones Penitenciarias en las c¨¢rceles y a la que ha tenido acceso este diario. Se trata de un programa que pretende analizar la informaci¨®n que la totalidad de los funcionarios de Prisiones recopile en el d¨ªa a d¨ªa tanto de los internos encarcelados por delitos de terrorismos como de aquellos que han mostrado signos de estar dando pasos hacia la radicalizaci¨®n. Para ello, reclama ¡°la observaci¨®n directa del interno y de la evoluci¨®n en los programas de seguimiento e intervenci¨®n en los que participe¡±.

Prisiones pretende cuantificar con an¨¢lisis semestrales el riesgo de que el recluso islamista ¡°reincida delictivamente o repita los comportamientos que le han llevado a prisi¨®n¡±, para lo que propone tener en cuenta, en primer lugar, ¡°aquellos factores que han motivado directamente el acto delictivo¡±, desde casos de violencia sufrida, la ¡°impulsividad¡± o una drogodependencia. Tambi¨¦n pretende analizar su respuesta a las medidas aplicadas para desvincularlo del islam m¨¢s radical.

Con ese an¨¢lisis intenta detectar el perfil de cada uno de los 225 presos integrados en los grupos A, B y C, y realizar ¡°intervenciones m¨¢s intensas¡± sobre aquellos reclusos que muestren posiciones m¨¢s extremas. ¡°Teniendo en cuenta que no todos los internos en el ¨¢mbito del extremismo violento obedecen a un mismo perfil, es necesario que las intervenciones se adecuen a sus necesidades, particularidades y niveles de riesgo¡±, destaca el documento. Interior asegura que en esta iniciativa ha incorporado la experiencia de otros pa¨ªses europeos en este campo, con los que mantiene reuniones frecuentes dentro del grupo de trabajo Prison and Probation (conocido por las siglas P&P) de la Red Europea de Prevenci¨®n de la Radicalizaci¨®n.

Seg¨²n otra reciente respuesta parlamentaria, Interior ha dispersado por 28 centros penitenciarios a los 146 presos por terrorismo yihadista. Esta cifra de reclusos supone casi triplicar los que hab¨ªa a comienzos de 2012. Un fuerte aumento que fue especialmente significativo a partir de 2015, a?o en el que se produjo la reforma del C¨®digo Penal que incluy¨® el castigo penal a quienes se adiestran o adoctrinan de manera aut¨®noma, sin necesidad de una organizaci¨®n, para perpetrar actos de terrorismo. De los 51 existentes a comienzo de aquel a?o, se pas¨® 12 meses despu¨¦s a 93. A finales de 2016 ya eran 126. A comienzos de 2018 llegaron a ser 150, que se han reducido en cuatro en el primer trimestre. De los 146 actuales, 95 hombres y 10 mujeres pertenecen al Estado Isl¨¢mico (ISIS en sus siglas en ingl¨¦s), mientras que 40 estaban encuadrados en Al Qaeda, y existe un interno que milita en el Grupo Isl¨¢mico Armado (GIA), de origen argelino.