Dos hombres y medio

Ocurri¨® el 17 de diciembre, pero, como los caminos de la viralidad son inescrutables, hace pocos d¨ªas que ha trascendido las fronteras del programa en el que sucedi¨®. Paco, un se?or de 76 a?os, nacido en Aznalc¨®llar, acud¨ªa a La tarde aqu¨ª y ahora, el programa dirigido por Juan y Medio y presentado por ¨¦l junto a Eva Ruiz, a conocer a Juan Carlos, de 70 a?os y de su mismo pueblo. Juan Carlos se hab¨ªa interesado por ¨¦l despu¨¦s de que Juan contara semanas antes, en el mismo programa, que hac¨ªa cinco meses que hab¨ªa enviudado de su marido, junto al cual hab¨ªa pasado 48 a?os, y que quer¨ªa conocer a alguien que le devolviera las ganas de vivir. Escuchar el testimonio de Paco le parte el coraz¨®n a cualquiera que lo tenga: contaba que por las noches, tras dos horas de sue?o, se despertaba y ve¨ªa sombras por su casa, fantasmas del duelo que estaba viviendo.

El encuentro entre ellos fue tan emotivo como revelador. En los dos besos que esos dos ancianos se plantaron al conocerse est¨¢n encerradas dos vidas dif¨ªciles, porque Juan Carlos tampoco tuvo un devenir c¨®modo: se vio obligado a casarse con una mujer, con la que tuvo tres hijos, y solo tras divorciarse, 20 a?os despu¨¦s, fue capaz de asumir, en silencio, una orientaci¨®n sexual que sus circunstancias, como las de tantos otros, le hab¨ªan forzado a rechazar. Cont¨® sus historias Gin¨¦s Donaire en este peri¨®dico. Leerlas provoca un sentimiento ambivalente: el del orgullo del progreso que hemos vivido en Espa?a en las ¨²ltimas d¨¦cadas mezclado con la pena inmensa por tantas vidas heridas. La suerte que tenemos las personas LGBTIQ+ de, a pesar de todo, vivir hoy y aqu¨ª, y el rechazo a un pasado que se refleja en las amenazas que nos plantea un futuro incierto en manos de quienes, por poner un ejemplo, creen que permitir que se nos llame enfermos mentales es mejorar la libertad de expresi¨®n.

En todo esto pensaba mientras ve¨ªa a otros dos se?ores charlar de temas de los que no se suele ver a dos se?ores hablando en televisi¨®n. El pasado domingo Jordi ?vole abri¨® su temporada con Juan y Medio y volvi¨® a hacer lo que mejor se le da: conducir gentilmente, como dec¨ªa Quintero, al otro hacia lo que es. El conductor conducido. Qu¨¦ acogedora es esta televisi¨®n de cercan¨ªa. La que hacen los dos.