Tocada por un m¨¢ster falso, hundida por un viejo v¨ªdeo

"Me llev¨¦ por error y de manera involuntaria unos productos por 40 euros", ha dicho este mi¨¦rcoles la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Dos botes de crema facial que aparecieron en su bolso sin pasar por caja en un supermercado situado frente a la Asamblea de Madrid, en Vallecas. El v¨ªdeo de 2011 en el que ella entra en un cuarto con un guardia de seguridad, vac¨ªa el bolso y cuenta dinero la ha empujado a dimitir, de momento, de su cargo principal. Lo hace denunciando que las im¨¢genes, publicadas por OkDiario y que nunca llegaron a manos de la Polic¨ªa Nacional, circulaban desde hace a?os y corresponden a una trama: ¡°Todos ustedes saben que he sido espiada¡±.

Su dimisi¨®n llega, no obstante, despu¨¦s de m¨¢s de un mes en el centro de la pol¨¦mica por distintas informaciones relacionadas con las irregularidades de un m¨¢ster universitario de derecho auton¨®mico en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) que figuraba en su curr¨ªculo como cursado en 2011-2012. Una historia en la que concurre un trato de favor con actas falsificadas, notas cambiadas a destiempo y aprobados sin ex¨¢menes ni asistencia a clase. Apenas una semana atr¨¢s, el pasado 19 de abril, la presidenta admiti¨® que la Universidad le hab¨ªa dado ¡°facilidades¡± para conseguirlo. Ese mismo d¨ªa, en un nuevo intento de paso hacia adelante, anunci¨® que renunciaba al t¨ªtulo (algo que no puede hacer porque es la Universidad la ¨²nica con potestad de retirarlo).

El pasado 21 de marzo comenz¨® su calvario y la huida hacia adelante. Ese d¨ªa, eldiario.es public¨® la primera informaci¨®n sobre las irregularidades del supuesto m¨¢ster en la Universidad p¨²blica madrile?a que naci¨® ligada al PP.

El primer titular fue ¡°Cristina Cifuentes obtuvo su t¨ªtulo de m¨¢ster en una universidad p¨²blica con notas falsificadas¡±. A media ma?ana de ese mismo 21 de marzo, dos catedr¨¢ticos y el rector de la Rey Juan Carlos comparecieron para defender a ¡°la alumna de referencia¡± [no la citaron por su nombre] y asegurar que todo se deb¨ªa a un ¡°error de transcripci¨®n¡±. A las 20.30, tras toda una jornada de silencio por parte de la presidenta, el equipo de Cifuentes envi¨® a los medios unos documentos con los que pretend¨ªa defender su inocencia. Unos papeles que, sin embargo, acabaron ahondando en las excepcionalidades de su t¨ªtulo.

Entre los papeles, un correo en el que el catedr¨¢tico Pablo Chico [profesor de una de las asignaturas cuyas notas fueron modificadas] reclamaba a la funcionaria Amalia Calonge que le cambiaran las calificaciones ¨Cun procedimiento que se tiene que hacer con actas firmadas y de forma oficial y no a trav¨¦s de un correo y dos a?os despu¨¦s de acabado el curso-. Tambi¨¦n envi¨® a los periodistas el certificado del pago de tasas ¨Cque demostrar¨ªa que se matricul¨® en diciembre y aprob¨® algunas de las materias cursadas cuando ni siquiera era alumna-. En tercer lugar, y quiz¨¢ el documento m¨¢s definitivo, est¨¢ el acta de defensa del Trabajo de Fin de M¨¢ster, del que tambi¨¦n se cambi¨® la nota tres a?os despu¨¦s.

Ese acta fue elaborada de forma extempor¨¢nea ese 21 de marzo de 2011 y con tres firmas de las que al menos dos han resultado ser falsas seg¨²n sus autoras, las profesoras Clara Souto y Alicia L¨®pez de los Mozos. Esta ¨²ltima lo ha ratificado ya ante la polic¨ªa, despu¨¦s de que la URJC derivara parte de la investigaci¨®n que abri¨® a la Fiscal¨ªa. Las dos docentes son disc¨ªpulas, junto con Cecilia Rosado, del catedr¨¢tico de Derecho Constitucional de la URJC, Enrique ?lvarez Conde, responsable del m¨¢ster de la presidenta y del Instituto de Derecho P¨²blico, un organismo aut¨®nomo de la URJC en el que actuaba como due?o y se?or sin rendir cuentas, que convirti¨® en un supermercado de titulaciones, y del que ha sido apartado de forma cautelar por este esc¨¢ndalo.

Las im¨¢genes de la presidenta con el bolso abierto en el cuartito de seguridad han precipitado su salida, seg¨²n ha confesado ella este mi¨¦rcoles. Ten¨ªa previsto irse el 2 de Mayo, tras la celebraci¨®n del D¨ªa de la Comunidad de Madrid, con la presi¨®n de la oposici¨®n encima y con la sombra de una moci¨®n de censura inminente planeando sobre su cabeza.

Ahora dimite como presidenta regional y mantiene, de momento, tanto su acta como diputada como su puesto de presidenta del PP de Madrid. Lo hace tras 35 d¨ªas en los que permaneci¨® primero huida de la prensa [la primera vez compareci¨® tras un plasma, al m¨¢s puro estilo Rajoy] y despu¨¦s aferrada a un relato de su inocencia defendido cada vez con menos ah¨ªnco.

Cifuentes intent¨® mantener, como dijo el primer d¨ªa, que ella era la "v¨ªctima" de un ataque "absolutamente injusto" pese a que la propia universidad abri¨® una investigaci¨®n sobre el caso apenas horas despu¨¦s de haberla defendido. Y la dej¨® sin coartada el 6 de abril. A Cifuentes, que no ha mostrado en todo este tiempo ni su trabajo ni pruebas documentales de las citas o acuerdos con sus profesores, le pidieron que se marchara hasta las universidades. ¡°Si dicen tener un m¨¢ster, deben garantizar que lo tienen, y si dicen que lo tienen y no lo tienen es motivo de dimisi¨®n de su cargo p¨²blico¡±, pidi¨® sin citarla el presidente de la Conferencia de Rectores CRUE, Roberto Fern¨¢ndez, donde est¨¢n representado el grueso de los campus p¨²blicos y privados.?

La noche de aquel 21 de marzo, despu¨¦s de un inusitado silencio de horas, la presidenta se grab¨® a s¨ª misma sentada en su despacho en un v¨ªdeo de Periscope: ¡°A quienes quer¨¦is que me vaya: no me voy, me quedo, voy a seguir siendo vuestra presidenta¡±. Se equivocaba. Dos botes de crema que aparecieron ¡°por error¡± en su bolso le han dado la puntilla definitiva para abandonar el poder.