Por qu¨¦ los jueces consideran que no hay violaci¨®n y s¨ª abuso sexual
La Audiencia Provincial de Navarra ha condenado a los cinco acusados a nueve a?os de c¨¢rcel por abuso sexual continuado
La decisi¨®n de la Audiencia Provincial de Navarra, que ha acordado castigar a los autores del llamado caso de La Manada por abuso sexual y no por violaci¨®n, supone que los magistrados consideran que los hechos se produjeron sin violencia ni intimidaci¨®n. Esa es, fundamentalmente, la diferencia entre los abusos y las agresiones sexuales seg¨²n el C¨®digo Penal.
El hecho, en ambos delitos, es el mismo: atentar contra la libertad sexual de una persona. Si hay violencia o intimidaci¨®n es agresi¨®n -penada en su tipo b¨¢sico con uno a cinco a?os de c¨¢rcel-; si se considera que no los hay, abusos -castigada con prisi¨®n de uno a tres-. Cada uno de estos tipos b¨¢sicos, adem¨¢s, tiene distintas posibilidades. Y ambos recogen como subtipo agravado que se haya producido penetraci¨®n (vaginal, anal o bucal, o a trav¨¦s de objetos).
La sentencia de La Manada se?ala que, seg¨²n la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la violencia exige una agresi¨®n f¨ªsica con fuerza para doblegar la voluntad de la denunciante, lo que consideran que no ha quedado acreditado. En cuanto a la intimidaci¨®n, como construcci¨®n jur¨ªdica y jurisprudencial, se?alan que se define como "constre?imiento psicol¨®gico, consistente en la amenaza o el anuncio de un mal grave, futuro y veros¨ªmil, si la v¨ªctima no accede a participar en una determinada acci¨®n sexual".
"En las concretas circunstancias del caso, no apreciamos que exista intimidaci¨®n a los efectos de integrar el tipo de agresi¨®n sexual", se?ala la sentencia. "Por el contrario, estimamos que los procesados conformaron de modo voluntario una situaci¨®n de preeminencia sobre la denunciante, objetivamente apreciable, que les gener¨® una posici¨®n privilegiada sobre ella, aprovechando la superioridad as¨ª generada, para abusar sexualmente de la denunciante quien de esta forma no prest¨® su consentimiento libremente, sino viciado, coaccionado o presionado por tal situaci¨®n".
Los magistrados no consideran que haya violencia ni intimidaci¨®n, pero s¨ª un consentimiento viciado. Por eso los condenados han sido penados seg¨²n lo que dispone el art¨ªculo 181.3 del C¨®digo Penal, que castiga los abusos sexuales cuando el consentimiento se haya obtenido ¡°prevali¨¦ndose el responsable de una situaci¨®n de superioridad manifiesta que coarte la libertad de la v¨ªctima¡±. Como, adem¨¢s, los hechos delictivos incluyen m¨²ltiples penetraciones, la pena a imponer seg¨²n la ley era de cuatro a 10 a?os. Los magistrados han impuesto nueve.
El tipo b¨¢sico de agresi¨®n sexual, regulada en el art¨ªculo 178 y siguientes del c¨®digo penal, exige que el atentado contra la libertad sexual se haya producido con violencia o intimidaci¨®n. La violaci¨®n, propiamente dicha -denominada as¨ª en el c¨®digo-, se produce cuando los hechos "consisten en acceso carnal por v¨ªa vaginal, anal o bucal, o introducci¨®n de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras v¨ªas". En este caso la pena es de 6 a 12 a?os y puede llegar hasta los 15 si concurren determinadas circunstancias agravantes.
La cuesti¨®n clave para analizar la sentencia de La Manada es la diferencia entre intimidaci¨®n y abuso de superioridad manifiesta. La diferencia entre ambas no siempre es clara, y hay algunas situaciones que, seg¨²n los juristas, pueden ser fronterizas. El Tribunal Supremo tendr¨¢ la ¨²ltima palabra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.