El menor acusado del asesinato de una joven en Zamora particip¨® en su b¨²squeda

Los vecinos de Castrogonzalo (Zamora) recuerdan perfectamente a ¡°esos dos ni?os pegados a las faldas de su madre, sin querer soltarla de la mano; cuando ven¨ªa, no quer¨ªan saber ya nada de su abuela Mar¨ªa, que los cri¨® hasta su muerte, hace pocos a?os¡±, cuentan. ¡°Esta mujer viene, les lleva a cortar el pelo y ya no se acuerdan de m¨ª¡±, dicen que se lamentaba la se?ora. Los hijos de Fostr¨®n, como se conoce en esta peque?a poblaci¨®n zamorana de 500 almas a ¡°el pastor¡±, ¡°se quedaron con el padre porque si le daban la custodia a la madre tambi¨¦n ten¨ªa que quedarse ella con la casa y el ganado, y eso no lo consinti¨® ni el padre ni la familia paterna¡±, cuentan quienes han vivido con ellos puerta con puerta. Y recuerdan: ¡°No la dejaron ni entrar en la iglesia el d¨ªa de la comuni¨®n de los chiquillos¡±. Uno de ellos, el menor, de 16 a?os, ha sido acusado este s¨¢bado del asesinato de Leticia Rosino, una joven de 33, que viv¨ªa con su pareja en el municipio desde hac¨ªa dos a?os.

El chico, que ayer el juez orden¨® ingresar en un centro de menores, es conocido por todos, y ¡°compa?ero del instituto de Benavente¡± de sobrinos y nietos de los mayores de esta localidad. La tarde del pasado jueves, cuando los familiares de Rosino denunciaron su desaparici¨®n porque desde las 18.30 no contestaba al tel¨¦fono, ¨¦l andaba con las ovejas en las inmediaciones del pueblo. A las 22.30, y ante lo extra?o de la falta de se?ales de la muchacha, un guardia civil de paisano organizaba la b¨²squeda en la puerta de la casa de David, su novio, cuya familia es oriunda de este peque?o municipio. All¨ª estaba tambi¨¦n el hijo menor del pastor, en el c¨ªrculo formado por los vecinos que se hab¨ªan ofrecido voluntarios para participar en la batida. ¡°?No has visto tu a Leticia cuando andabas por ah¨ª con las ovejas?¡±, le pregunt¨® Marisol, la abuela de David. ?l respondi¨® que no.

Tres horas m¨¢s tarde, hacia las 1.30 encontraban el cuerpo de la joven en un peque?o barranco, a la entrada del pueblo, junto a la planta de basuras en la que trabajaba su suegra, Clari, y el abrevadero de las ovejas. Una zona pr¨®xima a la orilla del r¨ªo Esla muy transitada por paseantes y una de las v¨ªas de acceso y salida de la localidad. ¡°Un reguero de sangre, unas piedras, los leggins y las bragas de la chica¡­¡±, fueron configurando para los investigadores una escena del crimen que termin¨® apuntando hacia la casa del pastor.

El viernes por la tarde, en su primera declaraci¨®n, el chico acus¨® a su propio padre: ¡°Quiso violarla y la mat¨®¡±, cont¨® a los agentes de la Guardia Civil de Benavente, que detuvieron inmediatamente al pastor. ¡°Hab¨ªan estado juntos esa tarde, sacando a las ovejas¡±, aseguran fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n. El chaval aport¨® numerosos detalles acerca de lo ocurrido, que te¨®ricamente hab¨ªa visto y le hab¨ªa contado su padre. ¡°Explic¨® donde ocurri¨® y c¨®mo, lleg¨® a contar que la chica trat¨® de escapar corriendo tras recibir el primer golpe en la cabeza con una piedra y que volvi¨® a atraparla y le asest¨® m¨¢s golpes con otra, y que finalmente la tir¨® por el terrapl¨¦n cercano, al que incluso tuvo que bajar para ocultar m¨¢s el cuerpo¡±, aseguran las mismas fuentes. Todo habr¨ªa ocurrido en ese paraje transitado, a plena luz del d¨ªa.

Sin embargo, el padre que se mantuvo callado inicialmente ante los agentes, al ser preguntado neg¨® esos hechos. Y su escueta declaraci¨®n fue avalada m¨¢s tarde por unas c¨¢maras ubicadas en un local del pueblo y por testigos, que aseguraban haberle visto aquella tarde a la hora a la que supuestamente se perpetr¨® el crimen.

Su hijo menor no soport¨® un segundo interrogatorio: ¡°Las contradicciones e incoherencias en su relato le convirtieron en el sospechoso principal¡±, aseguran los investigadores. El caso dio un giro. Este lunes el chico, de porte corpulento, confesaba los hechos e ingresaba en prisi¨®n acusado de asesinato, de momento, y a falta de los resultados de la autopsia que determinar¨¢ si hubo tambi¨¦n agresi¨®n sexual. Se enfrenta, seg¨²n la Ley del Menor, a una pena de ocho a?os.

¡°Nadie entiende por qu¨¦ lo hizo¡±, dice una joven del pueblo que conoce al acusado. ¡°Es un chico gamberro, que sabemos que ha robado gallinas a los vecinos, que ha roto cristales y ha incriminado a los amigos, que ha hecho fechor¨ªas de ese tipo, pero nadie pod¨ªa esperar nada semejante¡±, cuenta. ¡°Conoc¨ªa tanto a Leticia como cualquiera de aqu¨ª, no es que tuviera ninguna obsesi¨®n con ella ni nada; se le cruz¨® un cable y pudo ser ella como cualquier otra o ninguna si no pasa por ah¨ª¡±, dice.

El pastor, que ¡°es un hombre hura?o, un poco temido, pero saludado por todos¡±, ayer hab¨ªa soltado a los perros, que custodiaban su casa. La madre de los chicos, ¡°que huy¨® en su d¨ªa con la hija que ten¨ªa de una pareja anterior al norte de Espa?a¡±, no se ha dejado ver por el pueblo, seg¨²n los vecinos, que se?alan que el pastor tiene tambi¨¦n otras dos hijas en la localidad de otra pareja anterior. Su abogado ha negado que el hombre, de unos 60 a?os, tenga ¡°antecedentes penales¡±, frente a lo que se dijo inicialmente, y trata de limpiar su imagen, aunque no defender¨¢ a su hijo. Fuentes pr¨®ximas a la investigaci¨®n aseguran que los Servicios Sociales quisieron quitarle a sus dos v¨¢stagos hace tiempo "por la vida desordenada que llevaba y por su afici¨®n a la bebida, pero la familia se interpuso y lo impidi¨®".

El m¨®vil del crimen solo lo conoce su autor. Pero por qu¨¦ quiso inculpar a su padre: ¡°No llevaba bien sus castigos, quiz¨¢ quiso vengarse de ¨¦l¡±, dicen los vecinos de un pueblo espantado por el suceso cuyo alcalde, Joaqu¨ªn Garc¨ªa (PSOE), llama a "mantener la calma".