La cotorra Kramer fulmina al murci¨¦lago gigante
El ave invasora aumenta en el Parque de Mar¨ªa Luisa de Sevilla y reduce una de las colonias de n¨®ctulos mayores de Europa
Entre los ¨¢rboles del decimon¨®nico Parque de Mar¨ªa Luisa de Sevilla, sobrevolando la rom¨¢ntica estatua a B¨¦cquer, los estanques, los sombreros de turistas, los grupos de amigos tocando la guitarra y dem¨¢s vida de recreo se bate un duelo de supervivencia a 15 metros de altura. Con su pico anaranjado y su inteligencia, la cotorra Kramer, considerada como una de las 100 peores especies invasoras de Europa, destruye los refugios de los murci¨¦lagos gigantes de Sevilla, donde se concentra una de las mayores colonias de los n¨®ctulos m¨¢s grandes del continente. Ahora amenazados.
Ah¨ª en lo alto, los murci¨¦lagos se guarecen en las cavidades naturales de los troncos de los ¨¢rboles, protegen a sus cr¨ªas y se perpet¨²an como especie nativa y admirada por los cient¨ªficos y aficionados por ser unos de los pocos murci¨¦lagos que cazan peque?as aves al vuelo. Una escena cada vez m¨¢s dif¨ªcil de contemplar. ¡°Mientras el n¨²mero de nidos de cotorra se ha multiplicado por 20 en 14 a?os, el de ¨¢rboles utilizados como refugio por los n¨®ctulos ha descendido en un 81%¡±, resume el estudio Las cotorras invasoras provocan la disminuci¨®n de una poblaci¨®n de murci¨¦lagos amenazada por la competencia por los sitios de nidos y la muerte, coelaborado por un equipo de investigadores de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (EBD) del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y otras dos entidades y publicado en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Royal Society Open Science.
Murci¨¦lagos con las alas llenas de picotazos, muertos bajo los ¨¢rboles o comidos por gatos y ratas son algunas de las escenas reflejadas en este informe. "Si no se controla la poblaci¨®n de cotorras cada vez habr¨¢ m¨¢s por su crecimiento exponencial, con lo que supone de reducci¨®n para la poblaci¨®n no solo de los murci¨¦lagos, tambi¨¦n del cern¨ªcalo primilla, adem¨¢s de los da?os que causan a los campos de girasoles y otras plantaciones de la periferia de la ciudad", apunta Jos¨¦ Tella, investigador de la EBD responsable del estudio y del informe remitido al Ayuntamiento de Sevilla en que se sugiere que la t¨¦cnica m¨¢s apropiada para el control es el disparo directo a las cotorras. "No es una opini¨®n, es una informaci¨®n cient¨ªfica", apunta el experto, que basa su argumento tambi¨¦n en experiencias en otros lugares.
El Ayuntamiento aprob¨® la medida propuesta en 2017, pero tuvo que recular sin que llegase a ser efectiva. "Se l¨ªcito y adjudic¨® un contrato para reducirlas con una intervenci¨®n agresiva, pero se movilizaron los grupos ecologistas y parte de la corporaci¨®n se posicion¨® en contra, por lo que paraliz¨® y se abri¨® un proceso de debate en el Consejo local de bienestar animal para buscar alternativas. En ello se est¨¢", apuntan fuentes municipales, que a?aden que durante este periodo se van a colocar en el parque 20 nidos para murci¨¦lagos dise?ados por el CSIC inaccesibles para las cotorras. ¡°Somos conscientes de que existe un grave problema en la ciudad. Pero, igualmente somos conscientes y queremos denunciar la ilegalidad que incurrir¨¢ el Gobierno municipal si contin¨²a con sus planes de matar con carabinas de aire comprimido a estos animales¡±, consider¨® Juli¨¢n Moreno, edil de Participa Sevilla.?
"Hace cinco a?os ya detectamos esta situaci¨®n y se avis¨® p¨²blicamente", asegura Juan Cuesta, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n. "Y advertimos de que hab¨ªa que ser precavidos porque los disparos pod¨ªan causar una reacci¨®n contraproducente", a?ade Cuesta, que recoge entre otras posibles medidas la modificaci¨®n de la entrada de los refugios, el pienso anticonceptivo, la capturas o el picado de huevos. "Se debe de controlar la poblaci¨®n, pero con medidas ecol¨®gicas y ¨¦ticas, y tambi¨¦n promover los refugios para el n¨®ctulo y revisar los envejecidos ¨¢rboles del parque", se?ala Sebasti¨¢n L¨®pez, miembro de la Asociaci¨®n para el V¨ªnculo Humano Animal, una de las entidades que expusieron al Ayuntamiento su rechazo a los disparos. Tella se?ala que la puesta en cautividad de estas aves estar¨ªa prohibida, y por ser tan inteligentes, sociables y salvajes, tambi¨¦n supondr¨ªa que las aves sufrieran episodios de depresi¨®n. "?Y d¨®nde podr¨ªan meterse cerca de 4.000 cuando vuelen los pollos", plantea Tella. La soluci¨®n a¨²n est¨¢ por ver.
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