El nacionalismo da la mayor¨ªa a S¨¢nchez
El l¨ªder del PSOE recibe este viernes el respaldo del Congreso como presidente del Gobierno
El l¨ªder del PSOE, Pedro S¨¢nchez, se asegur¨® este jueves la mayor¨ªa de votos en el Congreso para recibir el viernes el respaldo de la C¨¢mara como candidato a la presidencia del Gobierno. Tras un bronco cuerpo a cuerpo parlamentario con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el PNV despej¨® la inc¨®gnita para que la moci¨®n de censura que registraron los socialistas tras la sentencia de G¨¹rtel supere los 176 votos requeridos. Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, Comprom¨ªs y Nueva Canarias votar¨¢n junto al PSOE frente al PP, sus socios y Ciudadanos.
Con el respaldo de la C¨¢mara garantizado, S¨¢nchez se considerar¨¢ investido por el Congreso despu¨¦s de que se celebre la votaci¨®n este viernes y el Rey podr¨¢ firmar el decreto de su nombramiento como presidente del Gobierno. Siempre que Rajoy no presente antes la dimisi¨®n, lo cua har¨ªa decaer la moci¨®n de censura. A partir de ese momento, en el que se prefigura un fin de semana trepidante, S¨¢nchez estar¨¢ en disposici¨®n de formar Gobierno para que los ministros prometan el cargo ante el Rey y se produzca el intercambio de carteras.
Aparte de la crucial decisi¨®n del PNV, otras formaciones nacionalistas, que en principio se hab¨ªan mostrado abiertas a dar su apoyo a S¨¢nchez, como ERC, PDeCAT o Bildu, ten¨ªan que desvelar sus cartas tras escuchar el discurso program¨¢tico del candidato. S¨¢nchez hizo equilibrios en su intervenci¨®n con abundantes gestos para abrir un di¨¢logo con el Govern de Catalu?a, al que pidi¨® el mismo ejemplo en la sociedad catalana, pero desde los espacios de consenso comunes que son la Constituci¨®n y el Estatuto de Autonom¨ªa. El PDeCAT recogi¨® el guante de S¨¢nchez pese a su escepticismo, mientras que ERC y Bildu justificaron su respaldo no como ¡°un apoyo al PSOE¡± sino como ¡°rechazo al PP¡±.
Sin haberse disipado la incertidumbre sobre hacia qu¨¦ lado se iba a inclinar la balanza de la moci¨®n de censura, Rajoy y S¨¢nchez protagonizaron en el Congreso el que quiz¨¢ fuera ¨²ltimo debate entre ellos. Ambos hab¨ªan salido vivos de varias situaciones de peligro extremo, pero en el lance de la moci¨®n solo pod¨ªa quedar uno. Esa imperiosa exigencia de perdurar marc¨® el choque. El l¨ªder del PP, que estaba en una situaci¨®n delicada, se emple¨® a fondo en tratar de ridiculizar al del PSOE y denigrar la moci¨®n. Por el contrario, S¨¢nchez se esforz¨® en exponer un perfil templado y regenerador.
Rajoy se defendi¨® con u?as y dientes ante la posibilidad de que la iniciativa del PSOE pudiera desalojarle de La Moncloa, algo que quiz¨¢ intu¨ªa tras una larga noche de conversaciones con el PNV. Y no repar¨® en munici¨®n. Acus¨® a S¨¢nchez de que?su ambici¨®n e incapacidad electoral fueran la ¨²nica causa de la moci¨®n. Trat¨® de imponer su propia versi¨®n de la sentencia de G¨¹rtel. Puso en marcha el ventilador de la corrupci¨®n para embarrar al PSOE en su ca¨ªda. Mostr¨® el borde de los abismos por los que caer¨ªa Espa?a si triunfaba la iniciativa. Incluso trat¨® de abrir brechas entre el PSOE y los partidos que podr¨ªan apoyar la moci¨®n recuperando declaraciones negativas de S¨¢nchez sobre Podemos, ERC o el PDeCAT. O de barones del PSOE contra S¨¢nchez.
Frente a un presidente empe?ado en imponer su propia versi¨®n de la sentencia de G¨¹rtel, en invocar los demonios del independentismo y en destacar los efectos econ¨®micos adversos de la moci¨®n, S¨¢nchez exhibi¨® seguridad e incidi¨® en la gravedad de la condena de G¨¹rtel. Y para quitarse el estigma de la ambici¨®n personal, brind¨® a Rajoy la posibilidad de dimitir y poner fin a la iniciativa. Pero Rajoy no contemplaba salir del hemiciclo sin luchar hasta el final.
Llamada al di¨¢logo
El candidato lo se?al¨® como la aut¨¦ntica causa de la moci¨®n de censura por no haber afrontado su responsabilidad tras la sentencia en un pa¨ªs ¡°hastiado por la corrupci¨®n¡± y le reproch¨® que en G¨¹rtel ¡°no solo fue testigo¡± sino que ¡°ni siquiera fue testigo cre¨ªble¡±. Para alejar todos los fantasmas convocados por Rajoy en torno a sus heterog¨¦neos apoyos en la moci¨®n, S¨¢nchez se comprometi¨® a ¡°respetar y hacer respetar la Constituci¨®n¡±, pero tambi¨¦n a que su Gobierno ¡°haga del di¨¢logo su forma de hacer pol¨ªtica¡±. Tanto ¡°con todos los Gobiernos aut¨®nomos¡± como ¡°con todos los grupos de la C¨¢mara¡±.
En la recta final, S¨¢nchez recrimin¨® a Rajoy que se escondiera ¡°detr¨¢s de las togas¡± ante el problema pol¨ªtico de Catalu?a y situ¨® el origen del conflicto en el recurso presentado por el PP al Estatuto catal¨¢n ante el Tribunal Constitucional. ¡°Usted ha convertido la confrontaci¨®n en la ¨²nica causa para continuar al frente del Gobierno. Yo me reunir¨¦ y tratar¨¦ de tender puentes para salir de la situaci¨®n que usted ha creado¡±, se comprometi¨®. En la despedida, Rajoy y S¨¢nchez se desearon lo mejor en lo personal y no en lo pol¨ªtico. El presidente no regres¨® por la tarde al Congreso, donde el PP dej¨® muchos esca?os vac¨ªos, y se qued¨® en un restaurante con varios miembros del Gobierno hasta casi la hora de la cena.
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