UPMSat-3, el sat¨¦lite que cofinancia el Gobierno de Ayuso para llegar al espacio desde Noruega
La Comunidad de Madrid invierte 150.000 euros en un proyecto que une a universidades p¨²blicas madrile?as y que la Polit¨¦cnica espera poner a orbitar a 500 kil¨®metros de altitud en el segundo trimestre de 2025
Isabel D¨ªaz Ayuso no es Elon Musk, ni Jeff Bezos, los multimillonarios estadounidenses que compiten por el negocio de los vuelos comerciales en el espacio, pero ha puesto a la Comunidad de Madrid en ¨®rbita. Casi literalmente: el gobierno que preside la pol¨ªtica conservadora cofinancia con 150.000 euros el proyecto del sat¨¦lite UPMSat-3 de la Universidad Polit¨¦cnica, cuyo lanzamiento est¨¢ previsto para el segundo trimestre de este a?o, seg¨²n informaci¨®n publicada este jueves en el Bolet¨ªn Oficial de la regi¨®n. Al presupuesto del proyecto, de m¨¢s de un mill¨®n, tambi¨¦n contribuye el Gobierno regional a trav¨¦s de una convocatoria de financiaci¨®n para ¡°el desarrollo de proyectos de investigaci¨®n disruptivos, en la frontera del conocimiento¡±, a lo que se suman fondos del propio centro educativo y de empresas del sector aeroespacial. El lanzamiento del sat¨¦lite, que suele costar alrededor de un mill¨®n de euros, ser¨¢ casi gratis: ha sido seleccionado en un concurso promovido por la Agencia Espacial Europea y el centro aeroespacial alem¨¢n. De Madrid, al espacio.
¡°Esto es excepcional, por la financiaci¨®n directa y por lo r¨¢pido que ha sido todo: empezamos a desarrollarlo hace a?o y medio, ha sido expr¨¦s¡±, cuenta Elena Roib¨¢s, la directora del programa UPMSat-3 e investigadora del Instituto Universitario de Microgravedad Ignacio Da Riva (IDR) de la Polit¨¦cnica. ¡°Este sat¨¦lite va a orbitar a la tierra a 500 kil¨®metros de altitud, con una vida operativa de por lo menos tres a?os¡±, describe. ¡°A partir de ese momento, seguir¨¢ operando todo lo que dure hasta su reentrada en la atm¨®sfera terrestre¡±, a?ade, pues el UPMSat-3 no acabar¨¢ en la ¨®rbita cementerio en la que se entierra la tecnolog¨ªa espacial. ¡°Hasta ahora, hab¨ªa que asegurar el desguace seguro del sat¨¦lite antes de 25 a?os, aunque la normativa sobre basura espacial est¨¢ en proceso de cambio. En nuestro caso, tras algo m¨¢s de 10 a?os en ¨®rbita, UPMSat-3 reentrar¨¢ en la atm¨®sfera de la Tierra, descomponi¨¦ndose en trozos lo suficientemente peque?os para que no sea peligroso¡±.
El UPMSat-3 se ha desarrollado en el IDR, con un equipo mixto de m¨¢s de 50 personas entre investigadores, personal t¨¦cnico y estudiantes de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, mayoritariamente matriculados en el M¨¢ster Universitario de Sistemas Espaciales (MUSE). Se trata de un microsat¨¦lite de 22 kilos de masa m¨¢xima y dimensiones de 0,25x0,25x0,3m, con una estructura modular multibandeja. Su misi¨®n es tomar im¨¢genes del fondo c¨®smico de microondas. Pero no solo eso. Servir¨¢ para probar innovaciones tecnol¨®gicas de empresas y centros de investigaci¨®n espa?oles que en algunos casos salen por primera vez al espacio, pisando un terreno infinito e inabarcable, fuente de esperanzas, sue?os y pesadillas.
¡°El sat¨¦lite lleva dos cosas fundamentales¡±, detalla Roib¨¢s. ¡°Tecnolog¨ªa espa?ola, no necesariamente madrile?a, de empresas j¨®venes, que quieren meter su tecnolog¨ªa y probarla en el espacio: en Madrid, por ejemplo, hay mucha empresa innovadora joven que va a volar ahora¡±, apunta. ¡°Y estamos haciendo mucha colaboraci¨®n entre universidades, que sorprendentemente es algo que no se hace mucho¡±, sigue sobre el UPMSat-3, que tambi¨¦n servir¨¢ para que investigadores de la Complutense adquieran datos para sus estudios sobre el campo magn¨¦tico terrestre, relacionados con el cambio clim¨¢tico. ¡°Por ejemplo, la Carlos III embarca una carga ¨²til para hacer observaciones del fondo c¨®smico de microondas¡±, explica. ¡°Esto se suele hacer con equipos complej¨ªsimos en sat¨¦lites muy grandes, y su desarrollo es muy novedoso: no necesita criogenia, solo estabilidad en temperatura, y eso ayuda mucho porque no necesitas complejos sistemas embarcados¡±.
Cuanto menos peso, m¨¢s f¨¢cil el lanzamiento. Ese momento clave se vivir¨¢ en primavera. Igual que Musk se jug¨® el futuro de su compa?¨ªa SpaceX transportando su ¨²ltimo cohete de pruebas en un avi¨®n, donde se deform¨®, tal y como cuenta Eric Berger en Liftoff, los investigadores espa?oles subir¨¢n su sat¨¦lite a otra aeronave para llevarlo a Noruega.
Ah¨ª, en Andoya, una isla al norte del norte del norte, donde las auroras boreales aparecen desde oto?o a principios de primavera, cinco integrantes del equipo espa?ol presenciar¨¢n el lanzamiento. Y contendr¨¢n el aliento: Roib¨¢s describe como casi ¡°experimental¡± la lanzadera que van a utilizar, pues, detalla, ser¨¢ su segundo lanzamiento. Se trata del ¡°Spectrum¡±, un nuevo lanzador de dos etapas, con capacidad para poner en ¨®rbita cargas de hasta 1.000 kilogramos.
¡°Los experimentos de esta misi¨®n se centran en el campo de la demostraci¨®n de tecnolog¨ªa en ¨®rbita¡±, se lee en el convenio firmado por la Comunidad y la Polit¨¦cnica. ¡°Se trata de probar aparatos y equipos en condiciones reales para demostrar su funcionamiento en ¨®rbita, y as¨ª adquirir lo que en terminolog¨ªa espacial se conoce como ¡°herencia de vuelo¡±, a?ade. ¡°El desarrollo de estos sat¨¦lites puede contribuir a mejorar la competitividad de las empresas del sector espacial de la Comunidad de Madrid¡±.
Hace tiempo que el lema De Madrid al cielo pudo convertirse en De Madrid al espacio. Las empresas espaciales emplean a m¨¢s de 3.000 personas en la Comunidad de Madrid, generan unos 1.000 millones de euros al a?o, y han hecho de la regi¨®n un referente en Europa. Por eso las firmas que trabajan en la regi¨®n pueden presumir de haber dejado su huella en misiones de la NASA y de su hom¨®loga europea, la ESA. Es m¨¢s, aqu¨ª, en Madrid, podr¨ªa construirse un sat¨¦lite sin tener que comprar fuera ninguna de las miles de piezas que permiten la aventura de lanzarse a conocer lo inexplorado.
El peque?o UPMSat-3, lejos de la gran complejidad y el precio millonario de los grandes sat¨¦lites que orbitan el planeta, es una muestra de ello: es un proyecto espacial completo, que abarca desde el dise?o a la operaci¨®n en ¨®rbita, pasando por su construcci¨®n, su calificaci¨®n y su lanzamiento al espacio.
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