El PP quiere que el Congreso celebre un debate sobre el estado de la naci¨®n
S¨¢nchez tendr¨¢ que someterse al control de la C¨¢mara dos veces en junio
El Gobierno reci¨¦n nombrado por Pedro S¨¢nchez tendr¨¢ que someterse al menos a dos sesiones de control en el Congreso de los Diputados en este mes, pero, adem¨¢s, el PP le exige que celebre el debate sobre el estado de la naci¨®n que prometi¨® Mariano Rajoy para antes del verano. La Junta de Portavoces ha rechazado este jueves, en contra del PP, que el Gobierno comparezca en el pleno de la pr¨®xima, pocos d¨ªas despu¨¦s de haber tomado posesi¨®n,?sin apenas tiempo para haberse establecido en los ministerios departamentos ni hilvanar sus prioridades.
El calendario todav¨ªa reserva otros dos plenos antes de cerrar el per¨ªodo parlamentario con sus correspondientes sesiones de control al Ejecutivo. Pero tambi¨¦n tendr¨¢ que hacerlo en el Senado, donde est¨¢ prevista la ¨²ltima sesi¨®n del per¨ªodo para el d¨ªa 19 de junio, a menos que la Junta de Portavoces, bajo el control mayoritario del PP, decida aplazarla.
El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, ha expresado su irritaci¨®n tras la Junta de Portavoces porque el resto de grupos se ha opuesto a la comparecencia del Gobierno prevista para el pr¨®ximo d¨ªa 13. Ha anunciado que su partido ha pedido "la comparecencia inmediata" de todos los ministros en las diferentes comisiones, algo que tambi¨¦n ha hecho Ciudadanos y que seg¨²n la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, ya est¨¢n haciendo los miembros del Gobierno. Hernando, adem¨¢s, ha dicho que el PP, a pesar de haber sido desalojado de La Moncloa, sigue pretendiendo que se celebre un debate sobre el estado de la naci¨®n antes que acabe la primavera.?
En las pr¨®ximas comparecencias en el Congreso, el PP y Ciudadanos pondr¨¢n en escena su nuevo estilo para embestir al Gobierno en una disputa a varias bandas por la hegemon¨ªa de la oposici¨®n, el espectro ideol¨®gico y el espacio electoral. El PP, a trav¨¦s de la intervenci¨®n de su portavoz parlamentario Rafael Hernando, ya ha dio el pasado viernes en el debate de la moci¨®n de censura muestras de la ferocidad que emplear¨¢ el PP tras ser desahuciado del banco azul. Tampoco Ciudadanos se quedar¨¢ atr¨¢s, tras reposicionarse, intensificando su objetivo de muro de contenci¨®n contra el separatismo y la corrupci¨®n.
Con la protecci¨®n de su legado legislativo y la crisis de Catalu?a en el foco, los argumentos del PP incidir¨¢n en la ¡°falta de legitimidad ¡°de la moci¨®n de censura, la criminalizaci¨®n de los socios (lo que Mariano Rajoy define como ¡°un desordenado conjunto de fuerzas pol¨ªticas¡±) y la fragilidad de los pilares que sustentan al Gobierno. El PP dispondr¨¢ a partir de ahora de m¨¢s presencia en las sesiones de control como principal grupo de la oposici¨®n. En funci¨®n del reparto acordado al principio de la XII Legislatura, tiene cupo para plantear nueve preguntas al Gobierno, incluyendo la dirigida al presidente del Gobierno, que tiene garantizada en todos los plenos. Hasta ahora, por estar en el Gobierno, hab¨ªa renunciado a su cupo y solo formulaba dos o tres preguntas, siempre destinadas a resaltar la labor del Ejecutivo.
Tanto el Congreso como el Senado ser¨¢n el principal campo de batalla de la oposici¨®n del PP, una vez se reordene el Grupo Popular y defina a su portavoz. Los socialistas, con 84 diputados y con Adriana Lastra como nueva portavoz, necesitan tejer una red de complicidades con los partidos que apoyaron la moci¨®n (Unidos Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Comprom¨ªs, Bildu y Nueva Canarias) para garantizarse la supervivencia frente al acoso de la oposici¨®n del PP y Ciudadanos. Y sobre todo, para proceder a la demolici¨®n de las leyes que deja el Gobierno. En ese sentido, ser¨¢ decisiva la figura que ocupe la Secretar¨ªa de Estado para las Relaciones con las Cortes y su trabajo al respecto.
El PP y Ciudadanos siguen teniendo la mayor¨ªa de la Mesa del Congreso, el ¨®rgano que controla las tramitaciones y los tiempos de la C¨¢mara, el que decide la ampliaci¨®n de los plazos de enmienda que tanto han lastrado la actividad de la C¨¢mara. Ambos partidos son ahora oposici¨®n y coinciden no solo en el inter¨¦s ideol¨®gico para frenar iniciativas, sino tambi¨¦n en el de zarandear al Gobierno. Una reciente sentencia del Tribunal Constitucional reconoce que la Mesa tiene la ¨²ltima palabra frente a los vetos del Gobierno, una realidad que ahora se vuelve contra el Ejecutivo de S¨¢nchez.
Rajoy, en su discurso de despedida, fij¨® la que ser¨¢ una de las principales prioridades para su grupo: ¡°Tenemos que defender nuestra obra¡±. El PP, adem¨¢s, cuenta con la presidencia de la C¨¢mara, un activo clave, que, m¨¢s all¨¢ de ostentar la representaci¨®n de la instituci¨®n y su capacidad de convocatoria, dispone de la atribuci¨®n de marcar ritmos e interpretar el reglamento ¡°en los casos de duda y supli¨¦ndolo en los de omisi¨®n¡±.
En el Senado, el partido de Rajoy dispone de la mayor¨ªa absoluta y el control de todos los ¨®rganos. Con un Gobierno socialista, el Senado cobra una relevancia extraordinaria como caja de resonancia de la oposici¨®n. Pese a ser una C¨¢mara de segunda puede corregir, tiene capacidad para retrasar las iniciativas del Congreso. Uno de los instrumentos que m¨¢s va a agitar el PP en este nuevo tiempo es la Comisi¨®n de Investigaci¨®n sobre la financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, en la que solo participan los populares, con el foco puesto sobre una presunta financiaci¨®n ilegal del PSOE en la Comunidad Valenciana que salpica a varios ministerios de la ¨¦poca de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. El resto de partidos, excepto los socios tradicionales de los populares, considera una farsa esta comisi¨®n, pero el PP, coincidiendo con el cambio de gobierno, acaba de prolongar sus trabajos por un a?o m¨¢s.
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