Nadie fue al entierro de Teodor¨ªn¡
Una juez orden¨® enterrar a un enfermo ps¨ªquico cordob¨¦s de 42 a?os que llevaba el DNI en el bolsillo sin avisar a ninguno de sus ocho hermanos, que est¨¢n indignados
En la tumba de Teodor¨ªn en C¨®rdoba solo se ven las iniciales de su nombre impresas sobre el yeso que tapa la fosa y la fecha equivocada de su ¨®bito, 23 de agosto de 2015. Nadie fue a su entierro. Y eso que ten¨ªa ocho hermanos que le quer¨ªan y le cuidaban, aunque ¨¦l no siempre se dejaba. Teodor¨ªn (Teodoro Oliva Garc¨ªa, de 42 a?os) sufr¨ªa un trastorno ps¨ªquico y a veces no se tomaba la medicaci¨®n. En su municipio cordob¨¦s de Palma del R¨ªo todos le conoc¨ªan y aceptaban sus excentricidades. Y m¨¢s desde que muri¨® su madre, la se?ora Ana, quien al morir en 2006 le dej¨® la casa familiar. ?l se apa?aba bien con los 400 euros de la pensi¨®n que da el Gobierno a quien no tiene nada. Lo habitual es que comiera en casa de alguno de sus hermanos y luego fuera a dormir a su casa. Pero Teodor¨ªn era mayor de edad y a nadie ten¨ªa que dar cuentas de nada, por lo que a veces desaparec¨ªa del pueblo y se iba a la capital, donde ten¨ªa m¨¦dicos que atend¨ªan su trastorno, a Sevilla o a Huelva. Y regresaba cuando se le ocurr¨ªa. Una vez no volvi¨®.
? En Palma del R¨ªo viv¨ªa Teodor¨ªn, y siguen morando all¨ª sus ocho hermanos y 34 sobrinos
En Teodor¨ªn se cumpli¨® el peor presagio de la se?ora Ana. La mujer se fue con la pena de qu¨¦ ser¨ªa de su hijo, desvalido, cuando ella faltase. Pero tambi¨¦n con la tranquilidad de que sus nueve hijos siempre hab¨ªan estado muy unidos. Aun as¨ª, al intuir que la muerte le acechaba, les encarg¨® a todos que estuviesen pendientes de ¨¦l. Y eso hac¨ªan los hermanos. Lo que nunca pudo imaginar la se?ora Ana es que su Teodor¨ªn morir¨ªa solo. ¡°Lo enterraron como si fuera un perro, sin una triste misa y sin que pudi¨¦ramos despedirnos de ¨¦l (su cad¨¢ver fue hallado en un ba?o del hospital Reina Sof¨ªa de C¨®rdoba)¡±, protesta Juani, la mayor de los hermanos de Teodor¨ªn tras la muerte hace unos meses de Francisco.
Un grave error judicial es la causa de este desaguisado. Est¨¢ enterrado en el cementerio de la Fuensanta de C¨®rdoba, en una caja y un nicho que facilit¨® la beneficencia municipal. El juzgado que abri¨® las diligencias sobre su muerte, el de instrucci¨®n n¨²mero 7 de C¨®rdoba, orden¨® que se le hiciera la autopsia e inmediatamente despu¨¦s su inhumaci¨®n. Sin avisar a nadie. Se le olvid¨® decir a la polic¨ªa que buscase a sus familiares. Habr¨ªa sido una tarea muy sencilla, ya que Teodor¨ªn (as¨ª le llaman sus hermanos) llevaba su DNI encima. Y en ¨¦l se dec¨ªa claramente que resid¨ªa en el n¨²mero 78 de la calle Jara de Palma del R¨ªo, municipio cordob¨¦s de 21.000 habitantes donde todos se conocen. Y donde viv¨ªa Teodor¨ªn y siguen morando sus ocho hermanos y 34 sobrinos.
¡°Hubiese bastado con llamar a la polic¨ªa local del pueblo para localizarnos a todos, nada m¨¢s; mi Teodoro no estaba solo, ten¨ªa a sus hermanos que le quer¨ªamos¡±, se enfada Juani
En la caja, el sepulturero meti¨® sus pertenencias, que figuran detalladas en el atestado que levant¨® la polic¨ªa tras hallar el cad¨¢ver: un paquete de tabaco, 20 euros, algunos c¨¦ntimos y el DNI. ¡°Hubiese bastado con llamar a la polic¨ªa local del pueblo para localizarnos a todos, nada m¨¢s; mi Teodoro no estaba solo, ten¨ªa a sus hermanos que le quer¨ªamos¡±, se enfada Juani.
La familia siempre respet¨® su intimidad, pero sin dejar de sobrevolarle. Cuando se ausent¨® la ¨²ltima vez, a Juani le extra?¨® que llevase m¨¢s de una semana sin dejarse caer por el pueblo. Y adem¨¢s, supo por el banco que ese mes no hab¨ªa tocado la pensi¨®n. Lo que le extra?¨® y avis¨®, preocupada, a los otros hermanos. Nadie daba pistas y, el 10 de septiembre de 2015, tras diez d¨ªas ech¨¢ndole en falta, decidieron ir al cuartel de la Guardia para denunciar su desaparici¨®n. Le buscaron durante muchos d¨ªas, pero sin ¨¦xito.
Aunque tantos d¨ªas de ausencia era anormal, se aferraron a la posibilidad de que estuviese de viaje por ah¨ª, como alguna vez hab¨ªa hecho. Pero casi tres meses despu¨¦s, ¡°el 16 de noviembre, desde la Guardia Civil llamaron a mi hermano Francisco, entonces el mayor de la familia, porque quer¨ªan hablar con ¨¦l. Un guardia le coment¨® que nuestro hermano hab¨ªa muerto en C¨®rdoba el 29 de agosto, y que fu¨¦semos al juzgado porque all¨ª nos dar¨ªan m¨¢s detalles¡±.
Los ocho hermanos se presentaron de inmediato en el juzgado numero 7 de C¨®rdoba, el que abri¨® las diligencias tras su fallecimiento. El letrado judicial (antiguo secretario) les explic¨® que hab¨ªa sido enterrado en el cementerio de la Fuensanta y les facilit¨® la ubicaci¨®n del nicho: grupo Octavo, modulo L, fila cuarta, numero 900. Cuando los ochos hermanos, delante del sepulturero que les condujo hasta el lugar exacto, se toparon con la fr¨ªa losa de yeso, "sin una m¨ªsera flor", y sin haberse despedido de ¨¦l, se emocionaron. Y se indignaron. ¡°Nos abrazamos y nos pusimos todos a llorar. Nos entr¨® mucha rabia y fuimos otra vez al juzgado a pedir una explicaci¨®n: mi hermano llevaba el DNI encima y ten¨ªa a su familia¡±, relata Juani.
"No tengo que darles explicaciones: era mayor de edad..."
La juez ¡°se resisti¨®¡± a recibirles en su despacho. ¡°Nos dec¨ªan que para hablar con ella era necesaria cita previa. Pero dijimos que de all¨ª no nos ¨ªbamos mientras no nos recibiese, y al final accedi¨®¡±.
-Si llevaba encima el DNI, y usted debi¨® verlo porque la polic¨ªa lo hace constar en el atestado, ?por qu¨¦ nadie nos avis¨®? Estaba enfermo, pero es un ser humano¡± ¨Cindicaron los hermanos a la juez. Seg¨²n explica Juani, ¡°la juez se limit¨® a decirnos que, bueno, que hab¨ªa dado orden de enterrarlo porque era mayor de edad y que no ten¨ªa que darnos ninguna explicaci¨®n¡¡±.
¡°Y qu¨¦ tiene que ver la edad de un fallecido para no buscar a sus familiares¡¡±, le reprocharon. ¡°Se enfad¨®, dijo que sali¨¦semos de su juzgado y ya no dio m¨¢s explicaciones¡±.
¡°Todos somos humanos y cometemos errores, cuando eso se produce lo mejor y m¨¢s sencillo es reconocerlo y disculparse¡±, razona la abogada de la familia, Irene Carmona.
Fue esta letrada la que, en nombre de los hermanos, denunci¨® los hechos ante el Ministerio de Justicia y el Consejo General del Poder Judicial, que en una resoluci¨®n a la que ha tenido acceso EL PA?S da la raz¨®n a los hermanos, critica ¡°el an¨®malo proceder¡± del juzgado y entiende que ¡°la Administraci¨®n de Justicia ha fallado¡±. La ¡°localizaci¨®n¡± de sus familiares ¡°era perfectamente factible¡±, reprocha el Consejo en su informe. Bastaba comunicar los datos del DNI a la Guardia Civil de Palma del R¨ªo. Y que eso se haga compete al juzgado.
Los hermanos Oliva se desplazan de vez en cuando a C¨®rdoba a poner flores en la fr¨ªa fosa de Teodor¨ªn. Est¨¢n de tr¨¢mites para exhumar sus restos y trasladarlos a Palma del R¨ªo. ¡°Pero nos han dicho que tenemos que esperar cinco a?os¡±. La familia ha pedido una indemnizaci¨®n al Estado de 4.300 euros, ¡°para que al menos se haga cargo de los gastos del traslado del cad¨¢ver hasta su pueblo y, por fin, est¨¦ con sus hermanos¡±, se emociona Juani.?
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