Exteriores se lanza a revertir la ¡°mala imagen¡±creada por el independentismo

Josep Borrell defiende que no se puede prohibir preventivamente que el nuevo Gobierno de la Generalitat de Catalu?a que preside Quim Torra pretenda reinstaurar el Diplocat, el servicio de pol¨ªtica exterior impulsado por el anterior ejecutivo nacionalista de Carles Puigdemont, ni que quiera reabrir algunas de las llamadas embajadas pol¨ªticas en el extranjero, que se cerraron tras la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. El ministro espa?ol de Asuntos Exteriores se?ala que habr¨¢ que ver y estudiar "cu¨¢les son sus actividades", aunque sospecha lo peor. Pero su primera obsesi¨®n frente al desaf¨ªo independentista es revertir "el da?o ocasionado a la imagen de Espa?a" internacionalmente y acabar con esa "leyenda negra" que la retrata en algunos pa¨ªses y medios de comunicaci¨®n como una naci¨®n no democr¨¢tica. Este jueves inicia su primer viaje oficial y de Estado con los reyes a Estados Unidos, donde pasar¨¢n por la Casa Blanca para ver a Donald Trump el 19 de junio, pero antes se cit¨® en Madrid con un gran n¨²mero de corresponsales extranjeros para difundir ese mensaje.

"Mi preocupaci¨®n s¨ª es construir frente al resto del mundo un relato de la Espa?a democr¨¢tica y constitucional", recalc¨® este mi¨¦rcoles Josep Borrell en su primer encuentro con la prensa nacional. Fue una idea que traslad¨® tambi¨¦n el martes en una entrevista conjunta con cinco grandes diarios europeos (Le Monde, La Stampa, The Guardian,?Financial Times y Frankfurter Allgemeine Zeitung) y en la tarde del mi¨¦rcoles en una reuni¨®n informal con los 60 corresponsales extranjeros acreditados en Espa?a. Durante el viaje a Estados Unidos har¨¢ entrevistas con medios norteamericanos.

Ante el torrente de preguntas y dudas que se le plantean sobre Catalu?a, Borrell precisa con la boca peque?a: "No soy el ministro de asuntos catalanes, aunque se me presenta como la bestia negra del independetismo, pero s¨ª el ministro de la imagen de Espa?a en el exterior".

Borrell entiende que "la imagen de Espa?a se ha deteriorado como consecuencia del conflicto" en Catalu?a y aboga por incidir m¨¢s en su etapa en defender m¨¢s la realidad de lo que es ahora el pa¨ªs. Por sus contactos directos, Borrell se ha quedado impresionado de las consideraciones sobre Espa?a que le han trasladado profesores universitarios norteamericanos y algunos prescriptores de opini¨®n. Cuestiones falsas y "estereotipos" que se daban como preestablecidos como que en Espa?a "todos los jueces los nombra el Gobierno" o que todo en el pa¨ªs "est¨¢ politizado". El concepto final con el que se plantea luchar, m¨¢s en ¨¢mbitos de la sociedad civil y medi¨¢tico que en el plano institucional, es frente al prejuicio y la "leyenda negra de que la Espa?a franquista y represiva est¨¢ de vuelta". Y se explica: "Habr¨¢ que dirigirse m¨¢s a la opini¨®n p¨²blica, con m¨¢s informaci¨®n y comunicaci¨®n, pero no en una batalla de calificativos sino de argumentos para razonar sobre por qu¨¦ han pasado las cosas".

El nuevo ministro acepta que el anterior Gabinete del PP trabaj¨® bien en los campos institucionales y con los dem¨¢s pa¨ªses, donde la presi¨®n independentista no ha obtenido ninguna adhesi¨®n, pero no emiti¨® suficientes mensajes claros y contundentes sobre que los est¨¢ndares de calidad democr¨¢tica de Espa?a son tan homologables como los del resto de Europa y las naciones occidentales de nuestro entorno. Borrell explica que no tiene la intenci¨®n de entrar en una batalla cuerpo a cuerpo, directa y dura de ep¨ªtetos y descalificaciones con los responsables de la Generalitat, que preside Quim Torra. Dice incluso que hay que rebajar el tono del lenguaje: "El camino no es continuar con la escalada y habr¨¢ que medir las palabras si uno quiere ser constructivo". Pero matiza: "Tampoco podemos ser entreguistas".

"No tenemos que pagar hipotecas a nadie, Pedro S¨¢nchez no tiene hipotecas ni deudas con nadie, ni nada que retribuir ni hay letras de cambio que cobrar", sostiene Borrell para negar la existencia de alg¨²n pacto con los partidos separatistas a cambio de que apoyaran la moci¨®n de censura que llev¨® al l¨ªder socialista a La Moncloa. Fue en ese contexto cuando se?al¨® sobre las intenciones de la actual Generalitat de reabrir el Diplocat y las embajadas catalanas: "No puedo decir que no tienen derecho". Y sobre qu¨¦ har¨¢ el Gobierno central si esos servicios vuelven a su actividad de promoci¨®n del indepedentismo agreg¨®: "Seremos consecuentes". Luego matiz¨® que todas esas denominadas embajadas son "pol¨ªticas" y que ser¨¢ dif¨ªcil fijar el l¨ªmite y trazar la frontera de qu¨¦ actividades pueden hacer como ya practican otras autonom¨ªas, y cu¨¢les no.

El ministro mantiene que ser¨¢ importante, para fijar los puntos de partida ante un futuro proceso de di¨¢logo sin cesiones entre ambos gobiernos, esperar a la reuni¨®n que tienen intenci¨®n de realizar el presidente espa?ol, Pedro S¨¢nchez, y el catal¨¢n, Quim Torra. Aunque ret¨® a los periodistas a leer algunos libros de Torra para ver si concluyen con que muchas de sus tesis son cuando menos supremacistas o sobre c¨®mo se compagina que el exconseller catal¨¢n de Hacienda, Andreu Mas-Colell, pueda reconocer que "Catalu?a aporta a Espa?a de manera proporcional a su PIB y recibe de acuerdo a su poblaci¨®n" con el mensaje independetista repetido del expolio y el d¨¦ficit fiscal de 16.000 millones de euros.