L¨ªderes y exministros del PP ligan su futuro a Cospedal y Santamar¨ªa

Mar¨ªa Dolores de Cospedal y Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa han convertido este mi¨¦rcoles su primera jornada como candidatas a la presidencia del PP en una exhibici¨®n de apoyos con el m¨¢ximo peso org¨¢nico. L¨ªderes territoriales, exministros y diputados han ligado su presente a las candidatas ¡ªtambi¨¦n, en algunos casos, a Pablo Casado¡ª para recolocarse con vistas al incierto futuro del partido. Esas muestras de compromiso avanzaron tanto el combate de pesos pesados que ser¨¢ el proceso electoral como las heridas que puede abrir un congreso a las puertas de las elecciones de 2019.

El PP afronta la sucesi¨®n de Mariano Rajoy en un momento inesperado. El presidente aspiraba a un proceso ordenado, dirigido por Alberto N¨²?ez Feij¨®o y con el examen de las elecciones municipales, auton¨®micas y europeas de 2019 ya superado. La moci¨®n de censura liderada por Pedro S¨¢nchez revent¨® esas previsiones. Rajoy est¨¢ en su plaza de registrador de Santa Pola (Alicante), hay siete candidatos a sucederle y el paso adelante de Cospedal y S¨¢enz de Santamar¨ªa ha obligado a significarse a los principales nombres del partido, temerosos de que el futuro l¨ªder no cuente con ellos.

Los exministros ??igo de la Serna, ??igo M¨¦ndez de Vigo, F¨¢tima Ba?ez, Alfonso Alonso y ?lvaro Nadal han anunciado este mi¨¦rcoles que apoyar¨¢n a S¨¢enz de Santamar¨ªa. Al tiempo, la exvicepresidenta buscar¨¢ la complicidad de los representantes de las nuevas generaciones, que preside Diego Gago. Por su parte, los exministros Juan Ignacio Zoido, Dolors Montserrat ¡ªque ser¨¢ su portavoz¡ª, Isabel Garc¨ªa Tejerina y Rafael Catal¨¢ se consideran cercanos a Cospedal.

Pablo Casado, el aspirante m¨¢s af¨ªn a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, espera contar con el apoyo de las nuevas generaciones y con el de Esperanza Aguirre. Ya tiene el del vicesecretario Javier Maroto; el del senador y exdirector de la Polic¨ªa Ignacio Cosid¨®; o el de diputados j¨®venes como Teodoro Garc¨ªa Egea o Guillermo Mariscal.

Pero no todos los representantes del partido se han posicionado a¨²n. Hu¨¦rfanos de un l¨ªder capaz de aglutinar al partido, los diputados que esperaban a N¨²?ez Feij¨®o, y que, tras su renuncia, animaron a Ana Pastor para lograr una candidatura de unidad, viven con la m¨¢xima tensi¨®n el proceso electoral.

¡°Los diputados que pintan canas nos dicen: ¡®Soraya es perfecta, Cospedal es perfecta, pero gane una o gane la otra, habr¨¢ una purga contra la otra mitad del partido¡±, ha asegurado un diputado.

Personas y territorios

Nadie en el PP se atreve a aventurar cu¨¢nto valen realmente los apoyos de cada aspirante. Aunque los exministros tienen capacidad de arrastre por ser rostros conocidos, tambi¨¦n pesan los l¨ªderes territoriales y, sobre todo, lo que decidan los afiliados.

Cospedal tiene la complicidad de las organizaciones de Madrid, Navarra o Castilla-La Mancha. S¨¢enz de Santamar¨ªa tiene predicamento en el Pa¨ªs Vasco y Castilla-Le¨®n. Casado tiene capacidad para captar votos en distintos territorios. Y hay comunidades clave que est¨¢n indecisas ¡ªGalicia¡ª, divididas ¡ªAndaluc¨ªa, Cantabria y La Rioja¡ª o a la expectativa ¡ªComunidad Valenciana, Murcia, Extremadura y Catalu?a¡ª. Un complejo escenario al que se a?ade que los presidentes regionales no puedan garantizar el control de los votos de sus territorios.

¡°Esto es un foll¨®n y con tantos candidatos todo est¨¢ muy repartido¡±, ha resumido un presidente auton¨®mico. ¡°Ya no es cuesti¨®n de lo que digan los l¨ªderes regionales, sino de qu¨¦ piensan los afiliados¡±, ha seguido. ¡°Por ejemplo, en Andaluc¨ªa est¨¢n mayoritariamente con Soraya, pero tambi¨¦n hay votos para Cospedal y para Casado¡±.

Seg¨²n fuentes populares, S¨¢enz de Santamar¨ªa solo podr¨¢ compensar el conocimiento que tiene Cospedal de las estructuras del partido si cuenta con la complicidad del coordinador nacional, Fernando Mart¨ªnez-Maillo, o del vicesecretario Javier Arenas, que no se han decantado p¨²blicamente por ning¨²n aspirante.

Sin un l¨ªder que act¨²e como pegamento y aglutine voluntades y apoyos, hasta los candidatos reconocen que hay riesgo de que estalle un conflicto interno. Como ha dicho el exministro Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Margallo: ¡°Si convertimos esto en la guerra de las dos rosas, o en un enfrentamiento entre los Montesco y los Capuleto, acabaremos fragmentando el partido¡±.