Cuando las ovejas ¡°ya saben¡± que se van de veraneo
Un camino de ocho d¨ªas para conducir un reba?o de 700 animales a 1.700 metros de altura. Los pastores trashumantes reivindican su oficio
¡°Vas con la cabeza amorrada, porque si la levantas y miras a la lejan¨ªa piensas que es imposible llevar a las ovejas tan alto¡±. Daniel Garc¨ªa, pastor desde hace medio siglo, cuando empez¨® con 12 a?os, sube desde la dehesa jiennense camino de la Sierra de Segura. Debe conducir a 700 ovejas hasta los 1.700 metros de altura para culminar la trashumancia de primavera. Una inveterada tradici¨®n que fue reconocida el pasado a?o por el Gobierno como Manifestaci¨®n Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial con el objetivo de ¡°salvaguardarla y protegerla¡±. ¡°Las ovejas ya saben que estamos a punto de llegar, van como diablos de r¨¢pido¡±, apunta el pastor, ataviado con su boina y su garrota, como testimonio y testigo vivo del oficio.
A silbidos manda parar a las ovejas para detenerse un rato a comer en el Campo del Espino. De un coche 4x4 salen una pata de jam¨®n, latas de mejillones, vino de la zona y botellines de cerveza enfriados con hielos en un congelador. Y un caf¨¦ endulzado con whisky para terminar. ¡°Las cosas han cambiado mucho¡±, compara al rememorar cuando sub¨ªa con una yegua y dorm¨ªa en un pellejo de carnero al raso. Esta fr¨ªa primavera ¨¦l se ha guarecido en una tienda de campa?a; y los dos compa?eros con los que sube la vereda han descansado en un remolque enganchado al coche en el que organizan la traves¨ªa. Son dos treinta?eros que viajan con iPhone, aunque no haya casi cobertura, y ropa deportiva. Han heredado la profesi¨®n de sus padres.
¡°Me encanta el sonido de los cencerros y del balar, ?no es relajante?¡±, dice uno de ellos, Jorge Morcillo, de 35 a?os, que desde peque?o vive seis meses en una aldea de Santiago-Pontones, en la monta?a, y los otros seis, los m¨¢s fr¨ªos, en una finca en la dehesa. Es uno de los supervivientes de una pr¨¢ctica antiqu¨ªsima de la que se mantienen en Espa?a 1.300 explotaciones de ovino-caprino y 7.100 de vacuno. Defienden las virtudes de la trashumancia: se abonan los pastos, se trasladan semillas, se mantienen limpias las veredas para prevenir incendios y se fija la poblaci¨®n rural. Adem¨¢s, se evitan los traslados de los animales y su alimentaci¨®n en camiones. ¡°La ganader¨ªa intensiva es un problema para la humanidad. No es posible mantener el monte sin preservar el ganado¡±, resalta el presidente de la Fundaci¨®n Savia, Paco Casero.
Fue en el siglo XIII cuando Alfonso X el Sabio cre¨® el Concejo de la Mesta para priorizar a los ganaderos frente a los agricultores y que se pudiera pastar por distintos dominios. Se inici¨® entonces una red de v¨ªas pecuarias que ahora alcanzan m¨¢s de 125.000 kil¨®metros y 420.000 hect¨¢reas de superficie protegida. La Asociaci¨®n Trashumancia y Naturaleza destaca que estas veredas ¡°enlazan entre s¨ª todos los sistemas ecol¨®gicos de la Pen¨ªnsula¡±, desde los Pirineos y el Cant¨¢brico hasta los valles del Guadiana y del Guadalquivir. ¡°Aunque est¨¢ fatal la relaci¨®n entre comunidades. Por ejemplo, si el ganado sube de Andaluc¨ªa a Arag¨®n tiene que vacunarse dos veces porque no vale la documentaci¨®n de una a otra, incluso han nacido corderos muertos al estar vacunadas sus madres m¨¢s de una vez¡±, asegura Marity Gonz¨¢lez, directora de proyectos de Pastos.
Los ganaderos de Ja¨¦n, que despu¨¦s vender¨¢n cada cordero entre 50 y 70 euros, critican tambi¨¦n el excesivo papeleo para organizar el pastoreo entre terrenos comunales y privados, al que se a?ade el requerido para la certificaci¨®n ecol¨®gica y sus ayudas. ¡°Si alguna vez dejo esto ser¨¢ por la burocracia, y para los mayores es mucho peor¡±, dice Antonio Mart¨ªnez a sus 33 a?os, quien despu¨¦s de trabajar una d¨¦cada de perito en una ciudad decidi¨® hace un lustro que seguir con la ocupaci¨®n de su padre le har¨ªa m¨¢s feliz. ¡°La sociedad te crea necesidades que en realidad no tienes. Aqu¨ª soy mucho m¨¢s libre¡±, resume con elocuencia.
Durante ocho d¨ªas Garc¨ªa cruza con los animales alrededor de parajes con nombres de fantas¨ªa ¨¦pica: Cueva Paria, Fuente Segura, Aguasnegras, Cornicabril, R¨ªo madera o Tranco del Perro... hasta alcanzar su objetivo en las cumbres, donde ahora ya s¨ª, puede levantar la cabeza amorrada para contemplar el imponente paisaje con pasto suficiente que ser¨¢ su casa hasta el pr¨®ximo semestre.
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