La otra cara de un teniente de Infanter¨ªa
El Supremo eleva a dos a?os y cuatro meses de prisi¨®n la condena a un mando que oblig¨® a un soldado a masturbarse
![Fachada del Tribunal Supremo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Y2FJNEZT4MRV4R4BZBKIR7OILI.jpg?auth=25cfc0b6b7d1c277695b1ee58dee47e3a958090f3a81c9097fb91c0d8cc3d4a3&width=414)
Lunes, 23 de mayo de 2011. Ferrol, A Coru?a. El teniente de Infanter¨ªa Iker E. env¨ªa un sms a un soldado. ¡°Ven a mi habitaci¨®n, mast¨²rbate y te pago 120 euros¡±. El receptor del mensaje impone tres condiciones: que la estancia est¨¦ a oscuras, que el mando no le hable y que no haya contacto f¨ªsico.
Cuando la v¨ªctima cruza el umbral de la habitaci¨®n, el teniente reposa tumbado en la cama. Se encuentra tapado con una s¨¢bana y agitando su cuerpo. La espasm¨®dica secuencia se desarrolla sin luz. Apenas dura unos minutos. Y concluye cuando el soldado eyacula entre sollozos. ¡°Ya te puedes marchar. Te has ganado los 120 euros¡±, zanja el teniente, que entonces era jefe de secretar¨ªa del director econ¨®mico de la Armada.
El mando inst¨® a su subalterno a ¡®pegarle una patada en el culo¡¯ a su novia
No consta que este soldado que prestaba sus servicios en la Direcci¨®n de Asuntos Econ¨®micos (DAE) recibiera la recompensa prometida. Pero s¨ª que sufri¨® un ¡°fuerte ataque de ansiedad¡± que propici¨® que permaneciera diez d¨ªas de baja y tres meses en tratamiento psicol¨®gico. As¨ª figura en la sentencia de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo a la que ha tenido acceso EL PA?S.
El fallo destaca que el soldado obedeci¨® ¡°abrumado por la presi¨®n¡± y ¡°turbado por el miedo¡±. Y que, tras el episodio de la masturbaci¨®n, se abraz¨® a un compa?ero y le confes¨® entre llantos que hab¨ªa perdido su dignidad. Reconoci¨® adem¨¢s que lleg¨® a ver una pel¨ªcula porno para excitarse antes de entrar en la habitaci¨®n, poder tener una erecci¨®n ante su jefe y eyacular lo antes posible.
El Supremo condena a dos a?os y cuatro meses de prisi¨®n al teniente E. por un delito de abuso de autoridad con trato degradante a un inferior. Y se?ala el modus operando del oficial: servil con los jefes e inflexible con los de abajo.
El alto tribunal destaca que la secuencia de la habitaci¨®n fue el culmen de un rosario de insinuaciones y peticiones sexuales. En una ocasi¨®n, el mando solicit¨® a la v¨ªctima que le enviara fotos de su pene a trav¨¦s del m¨®vil. En otra, le inst¨® a que le mostrara sus genitales ¡°como muestra de lealtad¡± durante un trayecto en coche oficial.
El oficial pidi¨® ¡°como muestra de lealtad¡± a un subordinado que le mostrara sus genitales
Las exigencias llevaban aparejada una amenaza. Si el soldado no cumpl¨ªa las ¨®rdenes ¨Crecoge la sentencia- volver¨ªa al centro donde estaba adscrito, la Agrupaci¨®n de Madrid (AGRUMAD). Un hecho que ocurri¨® despu¨¦s de que la v¨ªctima denunciara la agresi¨®n a un coronel y recopilara las pruebas para emprender acciones legales.
Otro soldado que prest¨® servicios en la Direcci¨®n de Asuntos Econ¨®micos (DAE) como conductor y escolta a las ¨®rdenes del teniente E. tambi¨¦n sufri¨® el particular car¨¢cter del mando.
El oficial decidi¨® cesar a este subordinado del DAE en abril de 2011 despu¨¦s de mantener una conversaci¨®n telef¨®nica en la que escuch¨® un comentario de fondo de su novia que le reprochaba el trato a su pareja.
¡°Te voy a arruinar la carrera¡±
El teniente amenaz¨® entonces a su subordinado con enviarlo a una prisi¨®n militar. Y, tras mantenerle retenido en su despacho tres horas y media, se conjur¨® para ¡°arruinarle la carrera¡± y propiciar su expulsi¨®n de la Armada.
Tambi¨¦n le inst¨® a dejar a su novia. ¡°P¨¦gale una patada en el culo, ¨¦chala de casa. Te va a arruinar la vida¡±.
El oficial lleg¨® a presumir en su despacho de que la Armada manten¨ªa un convenio con la cadena de supermercados donde trabajaba la pareja de su subordinado y que utilizar¨ªa esta v¨ªa para forzar su despido.
Una de las v¨ªctimas abandon¨® las FF. AA. por problemas psicol¨®gicos
El soldado sali¨® de la reuni¨®n ¡°temblando, sobrecogido y asustado¡±. Y, tres meses despu¨¦s, caus¨® baja por problemas psicol¨®gicos y abandon¨® las Fuerzas Armadas.
La condena a dos a?os y cuatro meses de c¨¢rcel impuesta por el Supremo al teniente E. se emite en el marco de un recurso de casaci¨®n. El fallo eleva la pena en cuatro meses de c¨¢rcel a una resoluci¨®n del alto tribunal del pasado junio.
La sentencia recoge la ¡°doble apariencia¡± del teniente. Un mando gozaba de una impoluta imagen entre sus superiores ¨Cera resolutivo, competente y minucioso, seg¨²n el fallo- e impon¨ªa una ¡°dominaci¨®n sistem¨¢tica¡± a sus subordinados, a los que solicitaba favores personales, aplicaba sanciones arbitrarias y manten¨ªa bajo un r¨¦gimen de ¡°total sumisi¨®n¡±.
"Connotaciones sexuales consentidas"
El teniente Iker E. ha sostenido durante la investigaci¨®n judicial que su actuaci¨®n obedeci¨® a la estrecha relaci¨®n que manten¨ªa con sus subordinados. Asegura que las connotaciones sexuales fueron ¡°consentidas¡±.
El mando se?al¨® que la ¡°reprensi¨®n verbal¡± a un subordinado la noche del 3 de abril de 2011 ¡°se ajust¨® a derecho y fue proporcionada a incumplimientos objeto de correcci¨®n¡±. Y a?adi¨® que la reacci¨®n de los tres soldados que le denunciaron fue ¡°de origen espurio, debido al deseo de venganza por haber sido destituidos de una comisi¨®n de servicios en el DAE del Cuartel General de la Armada¡±.
La sentencia cuenta con el voto particular del presidente de la Sala de lo Militar del Supremo, ?ngel Calder¨®n. El magistrado entiende que la pena de dos a?os que impuso el Tribunal Militar Territorial Primero al teniente E. era adecuada. No mantiene el mismo criterio la mayor¨ªa de la Sala, partidaria de incrementar la condena en cuatro meses. Entiende que el mando no resarci¨® econ¨®micamente el da?o a los denunciantes.
Los magistrados que han impuesto su tesis de elevar la condena al teniente E. son Jacobo Barja de Quiroga, Clara Mart¨ªnez de Careaga y Francisco Javier de Mendoza. Su decisi¨®n deja en inferioridad num¨¦rica a Calder¨®n, del sector m¨¢s conservador de la Sala de lo Militar.
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