¡°Pamplona no es una ciudad sin ley¡±
La Manada queda en libertad a dos semanas del inicio de los sanfermines, la fiesta que combate con m¨¢s ah¨ªnco institucional las agresiones sexuales
En el parte de incidentes diarios, adem¨¢s de robos y comas et¨ªlicos, aparece la violencia sexual. El balance de San Ferm¨ªn 2017 dej¨® dos denuncias por agresi¨®n sexual y 12 por abusos en una semana. El Ayuntamiento de Pamplona aplica protocolos para combatirlos ¡ªcon mensajes como ¡°si te sientes agredida, acude a la barra¡±¡ª. ¡°Esta no es una ciudad sin ley¡±, defiende la parlamentaria navarra y feminista Teresa S¨¢ez.
La lucha contra las agresiones sexuales en las fiestas populares de Pamplona empez¨® desde las asociaciones feministas en la d¨¦cada de los noventa del siglo pasado. Reclamaron primero presencia paritaria en la toma de decisiones de las pe?as y acabaron detectando otros problemas. ¡°Lo t¨ªpico de que viniera un baboso y justificaras: ¡®Normal, va a ser que voy vestida muy corta¡¯. Ahora me pregunto c¨®mo es que antes no ca¨ªa. Se nos ha abierto la mente¡±, explica Koldobi Osta, navarra de 49 a?os y presidenta de la pe?a La ?nica, la m¨¢s antigua de las 16 pamplonesas.
Sin datos del Carnaval, las Fallas o la Feria
El alcalde de Pamplona, Joseba Asir¨®n, declar¨® esta semana que la ciudad "supo ponerse a la vanguardia del Estado en la lucha contra las agresiones sexistas". Y pidi¨® unos sanfermines "muy vigilantes en contra de cualquier ataque". Ni este pronunciamiento ni la publicaci¨®n de datos en los balances de las fiestas son los habituales. Las autoridades no ofrecen cifras de violencia sexual en la Feria de Abril de Sevilla, en las Fallas de Valencia ni los Carnavales de C¨¢diz. En La Merc¨¦ (Barcelona), se inform¨® de 10 denuncias por agresiones o abusos en 2017.
¡°?Qui¨¦n de nosotras puede decir que no la han agredido nunca?¡±, se preguntaba esta mujer el viernes en una cafeter¨ªa, frente a la Audiencia Provincial de Navarra. Desde el enorme edificio blanco se notific¨® a las partes esa misma ma?ana el auto que decreta la libertad provisional para los cinco integrantes de La Manada. Con su salida de la c¨¢rcel, a apenas dos semanas del chupinazo de los sanfermines, ha resurgido la indignaci¨®n social. Y en el epicentro est¨¢ Pamplona, una ciudad que quiere despojarse de la etiqueta del Todo vale y reivindica un trabajo de a?os contra la violencia sexual, muy por delante de otras capitales y fiestas multitudinarias.
Protocolo extendido
Los protocolos contra agresiones y abusos sexuales se aplican en todas las fiestas populares de Pamplona. Primero se pusieron en marcha sin el apoyo expl¨ªcito del Ayuntamiento, que ahora tambi¨¦n participa desde la plataforma Sanfermines en la Igualdad junto a las pe?as y los colectivos feministas. El cambio se produjo tras las fiestas de 2013. Ese a?o, explica Zurine Altable, las fotograf¨ªas de varias mujeres en volandas y sin camiseta a las que manoseaban los pechos en grupo saltaron a la prensa internacional. Se sumaron al clamor que comenz¨® en 2008 con el asesinato de Nagore Laffarge, violada y matada a golpes tras resistirse a mantener relaciones sexuales con Jos¨¦ Diego Yllanes en otra noche de San Ferm¨ªn. Aquellas fotos publicadas en peri¨®dicos europeos dejaron de ser im¨¢genes ¡°vividas como parte de la fiesta¡± para convertirse en motivo de verg¨¹enza. El Ayuntamiento escuch¨® el clamor de las feministas y se sum¨® a la causa. ¡°Quitarnos la camiseta no da derecho a nadie a tocarnos¡±, recuerda Altable, de 37 a?os e integrante del colectivo Bilgune Feminista. Esos protocolos de actuaci¨®n ¡ªcada barrio tiene el suyo y hay uno del Ayuntamiento¡ª se elaboran de forma participativa.
Mediod¨ªa del viernes en el casco viejo de Pamplona. Es la Plaza de la Navarrer¨ªa, otro epicentro de la fiesta que populariz¨® Hemingway. A la puerta de un bar, dos universitarias terminan unpincho y un botell¨ªn sentadas en el suelo. Idoia Azkona, estudiante de Medicina de 19 a?os, ha hecho ya dos cursos de autodefensa feminista: ¡°Pens¨¦ que iba a ser de k¨¢rate o algo as¨ª pero es sobre todo un taller emocional para empoderarte¡±. Su amiga Idoia Tapia, de 20 y estudiante de Teatro, explica algunas claves de los protocolos antiagresiones, cuya zona cero son las barras callejeras. ¡°Si una chica est¨¢ mal, hay que hablar con ella. Preguntarle si necesita ayuda. Si dice que s¨ª, la llevas a un sitio apartado e intentas echar al agresor¡±. En septiembre, en un concierto de rock, fue la ¨²ltima vez que lo pusieron en pr¨¢ctica. Hab¨ªa ¡°un t¨ªo muy borracho, casi por los suelos¡±. Se baj¨® los pantalones y se sac¨® el pene: ¡°Se iba pegando a todas las t¨ªas, se frotaba con ellas. Avisamos en la barra y se lo llevaron¡±. El siguiente paso es trasladar los protocolos al interior de los bares. Si alguien da la voz de alarma, se apaga la m¨²sica, se encienden las luces y se cierra la puerta para que el agresor no salga, explican desde la federaci¨®n de pe?as de Pamplona.
Tras un portal met¨¢lico
La Manada no actu¨® junto a una barra callejera ni en un bar. El abuso sexual de cinco hombres sobre una joven de 18 a?os en su primera noche en sanfermines ocurri¨® tras el portal met¨¢lico de un bloque de viviendas del Segundo Ensanche, en la zona bien de Pamplona. Concha Fern¨¢ndez de Pinedo, 69 a?os, la primera concejala de la Mujer que tuvo la ciudad navarra, lamenta la violaci¨®n y se suma al clamor que llen¨® la plaza del Ayuntamiento contra el ¨²ltimo auto judicial. Pero defiende tambi¨¦n que el caso que ha removido los cimientos de la protesta feminista es un ejemplo de que los protocolos funcionaron: actu¨® la polic¨ªa local, se activaron las alarmas y se le acompa?¨® en todo el proceso, en el que est¨¢n personados como acusaci¨®n popular tanto el Ayuntamiento como el Gobierno de Navarra. ¡°?Cu¨¢ntas j¨®venes habr¨¢n sufrido agresiones y no se atreven a denunciar o se han echado atr¨¢s?¡±, se pregunta Fern¨¢ndez de Pinedo, integrante del colectivo Urbanas,
Seg¨²n datos de Interior, aquel 2016 las espa?olas denunciaron 1.249 violaciones, tres al d¨ªa. Si se cruza con la estimaci¨®n de la ONU sobre las mujeres en todo el mundo ¡ªuna de cada tres ha sufrido violencia f¨ªsica o sexual en alg¨²n momento de su vida¡ª se quedan cortas. ¡°La violencia sexual es una realidad que se da en todas partes, no solo en Pamplona¡±, remacha Teresa S¨¢ez, diputada de Podemos y del colectivo feminista Andrea Lunes Lilas, de 62 a?os: ¡°Esta es una ciudad amable para las mujeres. Les pedimos que vengan. Quienes no tienen sitio aqu¨ª son los tipos como los de La Manada¡±.
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