G¨¹rtel siempre vuelve

Ha tardado casi 10 en explotar definitivamente, pero no deja nada a su paso. La bomba del caso G¨¹rtel vuelve una y otra vez para devorar cualquier intento del PP por recuperarse. Vuelve en diferido, como dijo Dolores de Cospedal en su inolvidable comparecencia sobre el supuesto finiquito de Luis B¨¢rcenas ¡ªen realidad, un sueldo pr¨¢cticamente vitalicio de 200.000 euros anuales con el que Mariano Rajoy trat¨® de comprar el silencio de su tesorero¡ª. Pero vuelve.

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Despu¨¦s de acabar con toda una generaci¨®n pol¨ªtica del centro derecha e incluso con Rajoy, su l¨ªder, que siempre confi¨® en que ser¨ªa el ¨²nico superviviente de la quema, G¨¹rtel y sus derivadas han rematado la carrera de Cospedal, que logr¨® sobrevivir 10 a?os como secretaria general pero ha ca¨ªdo ya en la oposici¨®n.

Ella siempre presumi¨® en p¨²blico y en privado de ser la ¨²nica que estaba luchando de verdad contra los veteranos del partido para limpiar a fondo un PP podrido por el caso G¨¹rtel. ¡°En el PP, quien la hace la paga y que cada palo aguante su vela¡±, lleg¨® a decir en 2013. Pero cae precisamente porque las conversaciones revelan que ese af¨¢n de limpiar no era tan puro. A su manera, ella tambi¨¦n estaba tratando de tapar G¨¹rtel, algo en lo que trabajaba casi todo el PP. Hasta ahora se cre¨ªa que ella no.

Es un hecho incontestable que Cospedal se enfrent¨® a B¨¢rcenas y Javier Arenas, que ten¨ªa una estrecha relaci¨®n con el extesorero. Tambi¨¦n lo es que se qued¨® fuera de las principales maniobras de Rajoy y Arenas para proteger a B¨¢rcenas y garantizarle sueldo, despacho y secretaria de por vida. Solo se lo quitaron cuando EL PA?S public¨® los papeles y ¨¦l empez¨® a volverse contra Rajoy.

En su guerra con el extesorero, Cospedal lleg¨® incluso a ordenar que quitaran unas pegatinas con las que ¨¦l trataba de tapar los cristales de la sala Andaluc¨ªa, la que le hab¨ªan dejado para que guardara sus papeles. Y despu¨¦s fue mucho m¨¢s lejos, se enfrent¨® a ¨¦l en los tribunales y le demand¨® varias veces por calumnias.

Con eso, Cospedal se gan¨® muchos enemigos internos entre los veteranos m¨¢s manchados por G¨¹rtel pero tambi¨¦n una imagen de ser la ¨²nica que se hab¨ªa atrevido a intentar limpiar. Sus comparecencias p¨²blicas, en especial la de la indemnizaci¨®n en diferido, hundieron su imagen p¨²blica y provocaron todo tipo de burlas, pero a cambio le dieron el reconocimiento de muchos compa?eros que ve¨ªan que ella pon¨ªa la cara por el partido para que se la partieran.

Pero mientras hac¨ªa todo eso, dec¨ªa ufana que el PP era ¡°el partido m¨¢s colaborador con la justicia de la historia democr¨¢tica¡± y reivindicaba que actuaba ¡°para que se conozca la verdad¡± y se sepa ¡°con limpieza y con transparencia, lo que pasa en el partido¡±, Cospedal recib¨ªa en su despacho oficial de tapadillo a un comisario que le contaba c¨®mo intentaron romper el pendrive clave de la causa sin que ella se escandalizara y al que ofrec¨ªa dinero del PP para hacer ¡°algunos trabajos¡± que no serv¨ªan para limpiar, sino para ocultar.

Entonces se pensaba que era Federico Trillo el encargado de maniobrar para frenar el avance del caso G¨¹rtel. Ahora se sabe que tambi¨¦n ella abr¨ªa sus propias v¨ªas para ver si se pod¨ªa hacer algo para pararlo.

En el mismo mes en el que denunciaba en los medios con gran esc¨¢ndalo que la polic¨ªa estaba espiando al PP, Cospedal enviaba a su marido, Ignacio L¨®pez del Hierro, siempre detestado dentro del partido, a interesarse por un espionaje real que les ofrec¨ªa Villarejo, con varias ilegalidades incluidas, al hermano del entonces ministro Rubalcaba.

Y mientras se enfrentaba a B¨¢rcenas en los juzgados, avalaba que el PP destruyera los discos duros de los ordenadores del extesorero. O aguantaba sin problemas que el partido del que era secretaria general fuera registrado por la polic¨ªa durante 10 horas sin que nadie asumiera ninguna responsabilidad.

Casi todos en el PP de esa ¨¦poca ten¨ªan esa doble cara. Cospedal, sin embargo, siempre dijo que ella era diferente, que no estaba dispuesta a pasar por ese aro. Las grabaciones han mostrado de forma descarnada la naturaleza brutal de la pol¨ªtica cuando baja a las cloacas del Estado. Y sugieren que la ¨²nica manera que tiene Pablo Casado de romper con G¨¹rtel es apartar a cualquiera que tuviera protagonismo en esa ¨¦poca. Una reinvenci¨®n completa con nuevos jugadores. Si no lo hace, el l¨ªder del PP ya sabe, porque lo ha vivido estos d¨ªas en plena campa?a electoral andaluza, que G¨¹rtel siempre vuelve.