Enemigos a muerte hasta que podamos pactar

El PP anunci¨® en redes sociales el inicio de la campa?a electoral en Andaluc¨ªa con un cartel ocupado por Pablo Casado con la sonrisa congelada y en medio de un aplauso. Analizada la tipograf¨ªa de todo el cartel (ocho mensajes diferentes, incluido el lema ¡®Garant¨ªa de cambio¡¯), la letra m¨¢s peque?a era para la direcci¨®n en la que el PP har¨ªa su primer acto y, despu¨¦s, el nombre de Juanma Moreno, del que se sobreentend¨ªa que era el candidato. Una an¨¦cdota y una se?al, como la gira que Pablo Casado ha desatado en Andaluc¨ªa para darse a conocer, plantear las auton¨®micas en clave nacional (lo hizo tambi¨¦n Iglesias: ¡°Aqu¨ª se juega el destino de Espa?a¡±, dijo este s¨¢bado) y llenar la campa?a del PP de muchos titulares nacionales y pocos andaluces. Casado hered¨® a Juanma Moreno Bonilla, que apoy¨® en las primarias del PP a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa.

Entre algunos diputados y cargos del partido circul¨® el viernes por WhatsApp un v¨ªdeo de Moreno delante de un Yoda y R2-D2 hechos con az¨²car para decir que la fuerza estaba con ¨¦l y meterse con Teresa Rodr¨ªguez, candidata de Adelante Andaluc¨ªa, que hab¨ªa dicho que ella, como la Khalessi, ten¨ªa tres dragones. El emoji que m¨¢s acompa?aba el mensaje de los populares era el mismo que us¨® Albert Rivera para meterse con el v¨ªdeo: la mano en la frente en gesto de ¡°menudo desastre¡±. ¡°Si el rival hace una tonter¨ªa, puedes hacer dos cosas: se?alarlo y dejarlo en rid¨ªculo, o correr para hacer otra mayor¡±, se lanza desde G¨¦nova.

Casado se juega en Andaluc¨ªa m¨¢s que ning¨²n otro l¨ªder nacional: son sus primeras elecciones como presidente del PP, lo hace en una comunidad que electoralmente maltrata a su partido y con un candidato que no es de su gusto. Ha programado 45 actos en 15 d¨ªas por dos de Pedro S¨¢nchez, curiosamente por el mismo motivo: poca sinton¨ªa con su candidato. El caso de S¨¢nchez es conocido y radicalmente distinto: Susana D¨ªaz, adem¨¢s de detentar el poder, representa un PSOE paralelo al oficial que tiene en la Junta una manera propia de gobernar, casi una cultura de gobierno propia de un mandato de cuatro d¨¦cadas.

De hecho, la campa?a de Ciudadanos con apelaciones a Catalu?a instala a D¨ªaz en un territorio c¨®modo para ella. Ciudadanos es un partido construido en torno a un claro pal de paller, una especie de viga maestra que sostiene una construcci¨®n, algo que re¨²ne consensos a su alrededor. En Catalu?a se ha convertido en la referencia del Estado, un partido nacido para combatir al nacionalismo que ha conseguido ser el m¨¢s votado de una comunidad con mayor¨ªa parlamentaria independentista. El discurso cala en el centro y la derecha, y da?a especialmente en lugares en los que el PSOE pacta o contemporiza con independentistas, como Madrid; no es el caso de Andaluc¨ªa, donde la presidenta de la Junta es tan dura con el discurso soberanista como puede serlo Ciudadanos.

Los naranjas, sin embargo, explotan el recurso: su l¨ªder catalana, In¨¦s Arrimadas, natural de Jerez, pasa aqu¨ª media campa?a. La encuesta que publica EL PA?S los pone en ¨®rbita: subir¨ªan m¨¢s de diez esca?os. Y eso en una posici¨®n delicada que han solventado con eficacia; fueron los sostenes de la investidura de una especie de r¨¦gimen que ellos denuncian, el socialismo andaluz, del que se erigen como aniquiladores. Su campa?a va entre el lamento por lo primero y la sa?a en lo segundo. Actitud m¨¢s clara, con reservas, hacia el PP; en el debate de Canal Sur, Mar¨ªn le record¨® a Juanma Moreno que juntos tienen la misi¨®n de desalojar al PSOE del poder (¡°una oportunidad que los andaluces est¨¢n esperando desde hace 40 a?os¡±) y, de paso, le dijo que la diferencia entre un alcalde del PP y otro de Ciudadanos es que ¡°el nuestro dimite y el suyo se lo lleva la Guardia Civil esposado¡±. Alguno habr¨¢ que gobierne, tambi¨¦n.

Socialismo verde

La campa?a m¨¢s tranquila la est¨¢ haciendo, parad¨®jicamente, la autodenominada Khalessi que dice luchar contra los Caminantes Blancos, la ¡°Guardia de la Noche¡± seg¨²n el argot de Juego de tronos trasladado a la pol¨ªtica. Teresa Rodr¨ªguez, de Adelante Andaluc¨ªa, ha empezado a elevar solo ahora el tono y la dimensi¨®n de sus actos, que ha ido tejiendo con eficacia en plazas modestas y en arreglo a un discurso sobre causas sociales que evita los berenjenales que enfangan a Podemos en la pol¨ªtica nacional. Funciona, y mucho, en el electorado andaluz; es un socialismo verde, sentimental, andalucista y piropeador del hist¨®rico votante del PSOE: lo que caiga D¨ªaz, que caer¨¢, lo recoger¨¢ Rodr¨ªguez. Y las dos se presume que tendr¨¢n que ponerse de acuerdo para que la izquierda repita en la Junta. Su ¡°ni muerta gobierno con Susana D¨ªaz¡± no aclara, sin embargo, si habr¨ªa acuerdo de investidura o Teresa Rodr¨ªguez y Podemos se convertir¨ªan en la llave de paso, cuarenta a?os despu¨¦s, de la derecha al poder de Andaluc¨ªa. Ni lo parece ni lo ser¨¢.