Juanma Moreno y el bollo de Proust
El candidato popular est¨¢ siendo un inesperado resorte de humoradas en la campa?a andaluza
Va como levitando, flotando con su chalequillo acolchado de campa?a crey¨¦ndose ya su propia leyenda. La leyenda del hombre que cambi¨® Andaluc¨ªa. ¡°Nunca en la Historia un candidato del PP ha tenido m¨¢s posibilidades que yo de ser presidente de la Junta¡±, dijo en un mitin. Y sonri¨® con mirada beat¨ªfica. Juanma Moreno est¨¢ siendo un inesperado resorte de humoradas en la campa?a como demostr¨® con el v¨ªdeo en el que invocaba la fuerza de un caballero Jedi de Star Wars o con su visita a una granja en el Valle de los Pedroches donde, como un ni?o de excursi¨®n, pos¨® feliz junto a una vaca. El animal parec¨ªa la vaca surrealista de la que se enamor¨® Buster Keaton en el poema de Alberti de su libro Yo era un tonto y lo que he visto?me ha hecho dos tontos, que tambi¨¦n nos podr¨ªa valer como lema de la sufrida campa?a.
El candidato popular est¨¢ sembrado en sus met¨¢foras de literatura surrealista. As¨ª respondi¨® cuando le preguntaron si su partido se unir¨ªa a Vox para provocar el cambio pol¨ªtico en Andaluc¨ªa: ¡°?Y si cae un asteroide ahora y no hay elecciones? Los futuribles no son futuribles¡±. Pura poes¨ªa dada¨ªsta¡ Y c¨®mo olvidar el karaoke improvisado?en Torremolinos donde cant¨® recordando su juventud. En Alhaur¨ªn el Grande, el pueblo de sus padres, tuvo un ¨¦xtasis, una epifan¨ªa, la confirmaci¨®n de que es un l¨ªder elegido por la Historia. All¨ª, animado por sus paisanos, se crey¨® su propio cuento y desde entonces el fantasma de las encuestas no le amarga este trecho de la campa?a antes de la gloria.
En Alhaur¨ªn tambi¨¦n se produjo otra revelaci¨®n que hunde sus ra¨ªces en lamemoria. Fue en casa de su t¨ªa, donde prob¨® un desayuno que le record¨® los sabores de la infancia. El momento cumbre fue con los t¨ªpicos bollos de aceite. El secreto de estos bollos es que est¨¦n crujientes y huecos por dentro. Que, si lo pensamos, podr¨ªa servir para describir a m¨¢s de un candidato. Ese bollo de aceite fue para Juanma Moreno su particular magdalena de Proust, su resorte para llevarlo al tiempo perdido.
Hay un v¨ªdeo en el que presenta su biograf¨ªa con una frase evocadora de ese tiempo perdido: ¡°Soy Juanma Moreno y ¨¦sta es mi historia¡±. Entre fotograf¨ªas del ¨¢lbum familiar recuerda que sus padres emigraron a Catalu?a y que regentaban una tienda de ultramarinos en la que tambi¨¦n se vend¨ªan juguetes con los que el ni?o-candidato se distra¨ªa y no hac¨ªa los deberes. ¡°Mi madre me castigaba mand¨¢ndome a la trastienda¡±. Y se entiende entonces el miedo infantil de Juanma Moreno a que Susana D¨ªaz vuelva a mandarlo a la trastienda de Andaluc¨ªa.
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