La posible alianza de Ciudadanos con Vox incomoda a los liberales europeos

El ¨¦xito electoral de la extrema derecha en Andaluc¨ªa coincide con la creciente tolerancia y connivencia de las familias pol¨ªticas tradicionales hacia los mensajes ultranacionalistas y euroesc¨¦pticos. Pero la posibilidad de que Ciudadanos recurra a los votos de Vox para hacerse con la presidencia de la Junta andaluza sorprende al grupo europarlamentario Liberal (ALDE) en un momento delicado.

El partido europeo de Albert Rivera ha convertido la lucha contra la ultraderecha en su se?a de identidad para las elecciones al Parlamento Europeo en mayo de 2019. La estrategia, que pasa por enfrentar el euroentusiasmo del franc¨¦s Emmanuel Macron al euroescepticismo del h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, podr¨ªa quedar en entredicho si la rama espa?ola de ALDE se apoya en una formaci¨®n que ha expresado sin ambages su apoyo al Gobierno de Budapest.

El c¨¢lido recibimiento de la extrema derecha europea a Vox complica a¨²n m¨¢s a Ciudadanos explicar el pacto fuera de casa. El ultra holand¨¦s Geert Wilders y la francesa Marine Le Pen, las dos grandes amenazas electorales para los partidos tradicionales el pasado a?o, que finalmente no tocaron poder en sus pa¨ªses, han sido los primeros en celebrar el avance de la formaci¨®n de Santiago Abascal. Le Pen lo hizo incluso antes de que se conocieran los resultados oficiales, calificando a Vox de "movimiento joven y din¨¢mico".

La anta?o eurodiputada mira de reojo las pr¨®ximas elecciones europeas, donde espera forjar una alianza euroesc¨¦ptica m¨¢s potente que la actual: el grupo del que forma parte su partido, la Europa de las Naciones, suma 37 de los 751 asientos de la Euroc¨¢mara y entre sus miembros tiene partidos que si imitan sus resultados dom¨¦sticos, podr¨ªan aumentar exponencialmente sus votos. Es el caso de la Liga de Salvini en Italia o el Partido de la Libertad en Austria. "Seguro que habr¨¢ un grupo nuevo al calor de la alianza nacional-populista que est¨¢ tejiendo Steve Bannon, y probablemente all¨ª est¨¦ Vox", advierte la eurodiputada de UPyD Beatriz Becerra. Los euroesc¨¦pticos est¨¢n divididos ahora mismo en tres grupos diferentes y en los no adscritos. Y una de las inc¨®gnitas es si ese espacio, heterog¨¦neo y a veces contradictorio ¡ªincluye a los separatistas flamencos antiinmigraci¨®n, ultracat¨®licos polacos o finlandeses partidarios de la austeridad¡ª ser¨¢ capaz de agruparse.

La inquietud en el grupo Liberal europeo ante un posible acuerdo con su reverso ideol¨®gico es tan evidente que su l¨ªder, Guy Verhofstadt, tiene previsto telefonear este mismo lunes a Rivera para pedir explicaciones al l¨ªder de Ciudadanos, seg¨²n informan fuentes de ALDE. "La llamada es tanto para felicitarle como para saber de primera mano sus intenciones sobre la gobernabilidad de Andaluc¨ªa", se?alan esas fuentes.

El propio Verhofstadt lanz¨® en la noche del domingo su primer aviso, con un tuit en el que felicit¨® a Ciudadanos por el buen resultado obtenido pero en el que a?ad¨ªa que "el ¨¦xito de la extrema derecha debe preocuparnos a todos". En el grupo reconocen que Vox les preocupa y no les hace mucha ilusi¨®n la posibilidad de una alianza. Pero las mismas fuentes admiten que no hay una posici¨®n tomada "porque va a ser objeto de debate". La potencia electoral de Ciudadanos y su importancia para que los liberales den el salto electoral que Macron pretende, hace, sin embargo, pr¨¢cticamente inviable que el malestar pase de las palabras y se traduzca en hechos.

Alianzas inc¨®modas

Los liberales, como el resto de grupos, ya se han encontrado otras veces con alianzas inc¨®modas. En B¨¦lgica, lideran un Gobierno federal que comparten con los ultranacionalistas flamencos de la N-VA, un partido que en el Parlamento Europeo forma parte del euroesc¨¦ptico Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos. En Dinamarca, los liberales tambi¨¦n gobiernan con el respaldo en el Parlamento del ultraderechista Partido Popular dan¨¦s.

La situaci¨®n es a¨²n m¨¢s inc¨®moda en la Rep¨²blica Checa, donde ANO, el partido del primer ministro, Andrej Babis, forma parte incluso del Partido Liberal europeo a pesar de sus dudosas credenciales. Babis, conocido por su euroescepticismo, es adem¨¢s objeto de investigaci¨®n por un supuesto conflicto de intereses en la gesti¨®n de los fondos estructurales de la UE, que podr¨ªa haber aprovechado para lucro personal.

La misma situaci¨®n se repite en otras familias pol¨ªticas. Los populares europeos no solo tienen a Orb¨¢n dentro, sino que gobiernan con la extrema derecha en Austria y coquetean con ella en Italia. Los socialistas tienen entre sus filas a formaciones con tendencias autoritarias en pa¨ªses como Eslovaquia o Ruman¨ªa. Y en la izquierda, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, se apoya en un partido ultranacionalista para estar en el poder.

Solo Los Verdes parecen a salvo de compa?eros de viaje poco convenientes para los partidos que secundan sin ambages la integraci¨®n europea. Los liberales intentan disputar esa etiqueta de respetabilidad a los ecologistas. Pero la tentaci¨®n del poder en Andaluc¨ªa puede ser tan fuerte para Ciudadanos que los galones europe¨ªstas de ALDE podr¨ªan quedar empa?ados.