La larga marcha de Bildu

Nunca la izquierda abertzale (hoy Bildu) hab¨ªa salvado los Presupuestos del Gobierno vasco en su fase de enmiendas a la totalidad. Ni hab¨ªa participado en una negociaci¨®n presupuestaria ni la hab¨ªa llevado hasta agotar el plazo para intentar salvar su responsabilidad en su fracaso final. Ni exigido al Gobierno vasco otras contrapartidas que no fueran las de cariz soberanista a cambio de salvar sus presupuestos. M¨¢s all¨¢ de su desenlace, la in¨¦dita corresponsabilizaci¨®n de Bildu en el debate presupuestario, aprovechando la falta de mayor¨ªa parlamentaria del Gobierno PNV-PSE, expresa su aspiraci¨®n de ganar respetabilidad institucional con el horizonte de sustituir al PSE como socio preferente del PNV en la gobernabilidad de Euskadi.

Bildu juega a largo plazo y exhibe su fuerza como segundo partido vasco. Su participaci¨®n en el debate presupuestario est¨¢ vinculada a su pacto soberanista con el PNV en el borrador del nuevo Estatuto, firmado en julio, y en manos de una comisi¨®n de expertos hasta despu¨¦s de las elecciones municipales. Hace dos semanas pact¨® con el PNV en el Parlamento vasco ¡ªdonde se mueve c¨®modamente como portavoz Joseba Egibar, l¨ªder gipuzkoano y del soberanismo peneuvista¡ª un texto soberanista, descalificador de la Constituci¨®n espa?ola en t¨¦rminos in¨¦ditamente regresivos. Esta semana ha amagado con salvar los presupuestos del Gobierno vasco para, pese al desacuerdo final, lanzar un gui?o c¨®mplice al PNV de cara al futuro.?

Pero en el actual marco europeo y espa?ol, el lehendakari Urkullu prefiere mantener el pacto preferente con el PSE. Los ¨²ltimos acontecimientos le reafirman. La huida hacia adelante del soberanismo catal¨¢n y su confrontaci¨®n con el Estado fortalece su pragmatismo frente a Egibar. El ¨²ltimo Soci¨®metro de Euskadi se?ala que s¨®lo el 22% de los vascos quiere la independencia. Las votaciones soberanistas en San Sebasti¨¢n e Ir¨²n, promovidas hace un mes por Gure Esku Dago y animadas con la presencia de dirigentes independentistas catalanes, se saldaron con un rotundo fracaso: un 11% de participaci¨®n. El auge del neocentralismo en la pol¨ªtica espa?ola, reflejado en las elecciones andaluzas, reafirma, a¨²n m¨¢s, el pragmatismo peneuvista. El ¡°que nos quedemos como estamos¡± que apunt¨® el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en abril, est¨¢ en vigor en la direcci¨®n de este partido.

Pero la pr¨®rroga presupuestaria del Gobierno vasco, tras el fracaso de la negociaci¨®n con Bildu, muestra la vulnerabilidad aritm¨¦tica del pacto PNV-PSE. Ya no hay duda de que Bildu pretende ocupar el lugar del PSE como aliado preferente del PNV. Hoy s¨®lo cuenta con un socio en el PNV, Egibar. Pero la mayor¨ªa peneuvista, representada por el t¨¢ndem Urkullu-Ortuzar, puede encontrarse con un serio problema de aritm¨¦tica parlamentaria y, finalmente tambi¨¦n pol¨ªtico, si en las elecciones municipales y, despu¨¦s, en las auton¨®micas, se hundiera el PSE y se fortaleciera Bildu.