El PP asume parte del discurso de Vox para gobernar Andaluc¨ªa

En la jornada electoral andaluza, el pasado 2 de diciembre, el PP ten¨ªa preparada una gestora para reemplazar a su l¨ªder y candidato, Juan Manuel Moreno. Pero ser¨¢ el pr¨®ximo presidente andaluz, el primero del PP, el ¨²nico en los ¨²ltimos 36 a?os que no ha militado en el PSOE. ¡°Es un hito hist¨®rico¡±, proclam¨® este mi¨¦rcoles. En las primarias del partido apost¨® por Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, la rival del ganador, Pablo Casado, y hace poco m¨¢s de un mes ten¨ªa un pie fuera, pero Moreno va a convertirse en el bar¨®n regional m¨¢s importante del partido, el l¨ªder de la comunidad m¨¢s poblada, el mayor caladero de votos del pa¨ªs.

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El PP y Ciudadanos ten¨ªan pr¨¢cticamente cerrado su acuerdo de gobierno en Andaluc¨ªa hace d¨ªas. Este mi¨¦rcoles solo le pusieron la firma. El partido de Albert Rivera se comprometi¨® a investir al candidato popular a cambio de que su l¨ªder en la comunidad, Juan Mar¨ªn, fuera vicepresidente de la Junta; un reparto y reducci¨®n de las consejer¨ªas ¡ªahora son 13 y pueden ser 11 ¡°o menos¡±¡ª y un paquete de 90 medidas, entre ellas, aprobar un proyecto de reforma del Estatuto de autonom¨ªa para suprimir los aforamientos de los pol¨ªticos regionales, una reducci¨®n de los altos cargos y una ¡°auditor¨ªa integral¡± sobre los sueldos, gastos y transferencias del Ejecutivo auton¨®mico. Les faltaba Vox.

Tras semanas de protagonismo negociador entre el PP y Ciudadanos, el partido de extrema derecha reclam¨® toda la atenci¨®n y dej¨® ver que pretend¨ªa vender caros los votos de sus 12 parlamentarios para investir a Moreno. Lo hizo el martes, en una reuni¨®n de m¨¢s de cinco horas en un hotel del centro de Madrid ¡ªVox pidi¨® al PP no revelar cu¨¢l¡ª con un documento de 19 peticiones que los populares consideraron ¡°inaceptables¡±; entre ellas, la derogaci¨®n de la ley auton¨®mica contra la violencia de g¨¦nero y la que lucha contra la discriminaci¨®n del colectivo LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales). Los populares pensaron que el acuerdo descarrilaba. Pero hab¨ªa abundantes dosis de teatro en esa escena.

Desde las elecciones de diciembre, el PP crey¨® que ni Ciudadanos ni Vox podr¨ªan permitirse que el PSOE siguiera en el poder en la comunidad 36 a?os despu¨¦s. Pero el martes dudaron. El l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, antiguo miembro del PP, asegur¨® que sus peticiones no eran un ¡°¨®rdago¡±. Los equipos negociadores, formados por Teodoro Garc¨ªa, Javier Maroto y Marta Gonz¨¢lez por parte del PP, y Javier Ortega, Rafael Bardaj¨ª y Francisco Jos¨¦ Contreras, por parte de Vox ¡ªel candidato a la Junta no estaba¡ª, se emplazaron al d¨ªa siguiente, este mi¨¦rcoles. Y los populares se presentaron a primera hora en el mismo hotel de Madrid con un documento alternativo con 40 medidas para negociar con Vox. El partido de extrema derecha empezaba a ceder. Para cuando se reunieron por segunda vez en el d¨ªa, esta vez en el Parlamento andaluz, el clima era otro. A las 17.45, EL PA?S adelant¨® el acuerdo. El PP gobernar¨ªa Andaluc¨ªa y Vox estrenaba su primer pacto: recib¨ªa as¨ª el aval de otro partido. Ciudadanos no quiso salir en esa foto.

Ley de memoria hist¨®rica

El texto finalmente suscrito por el PP y Vox tiene 37 puntos. Los populares lograron que la extrema derecha renunciara a sus peticiones m¨¢s pol¨¦micas, como la derogaci¨®n de las leyes de violencia de g¨¦nero, de igualdad o LGTBI. Pero el documento evidencia el giro a la derecha del PP desde que fue desalojado del poder, en junio. Casado est¨¢ m¨¢s pr¨®ximo a Vox que su predecesor, Mariano Rajoy. En algunas de sus propuestas, ahora ya negro sobre blanco, ya coincid¨ªan. Ped¨ªa Vox derogar la ley auton¨®mica de memoria hist¨®rica y en el documento ambos partidos se comprometen a ¡°promover¡± otra ¡°de concordia¡± que la sustituya. Casado, de hecho, ya anunci¨® durante la campa?a electoral que ultimaba un texto para pedir hacer lo mismo a nivel nacional. Moreno asegur¨® este mi¨¦rcoles que se trataba de una iniciativa a largo plazo y que lo que su partido pretende es incluir ¡°el esp¨ªritu de concordia que lider¨® la Transici¨®n¡±. El primer p¨¢rrafo de la ley estatal de memoria es precisamente una loa a ese periodo.

Ped¨ªa Vox crear una consejer¨ªa de familia y tambi¨¦n se incluye. En comunidades gobernadas por el PP, como Madrid, ya existe, vinculada a las pol¨ªticas sociales. Y Casado cre¨® un ¨¢rea espec¨ªfica en la nueva ejecutiva popular. Ambos partidos compart¨ªan tambi¨¦n la voluntad de bonificar al 99% el impuesto de sucesiones y donaciones, rebajar el tramo auton¨®mico del IRPF y revertir la subida del impuesto sobre las transmisiones patrimoniales y actos jur¨ªdicos documentados. ¡°?BMI!, Bajada Masiva de Impuestos¡±, promet¨ªa Casado en sus m¨ªtines de la campa?a andaluza. En el texto aparece tambi¨¦n la protecci¨®n ¡°por ley¡± de la tauromaquia que ped¨ªa la extrema derecha.

El primer documento de Vox no inclu¨ªa medidas para la creaci¨®n de empleo, pese a que Andaluc¨ªa es la comunidad con m¨¢s paro (22,8%), ocho puntos por encima de la media espa?ola. En sus planteamientos y reivindicaciones predominaba la ideolog¨ªa: urg¨ªan a eliminar subvenciones a ¡°ONG ideol¨®gicas¡± y ¡°asociaciones de feminismo supremacista¡±; ped¨ªan implantar un ¡°PIN parental¡± para que los padres pudieran excluir a sus hijos de ¡°ense?anzas, charlas o actividades de carga ideol¨®gica o moral contraria a sus convicciones¡± o que en las aulas no se difundiera ¡°ninguna ideolog¨ªa que niegue hechos cient¨ªficos indubitados, con especial atenci¨®n a la biolog¨ªa¡±. Ideolog¨ªa, ideolog¨ªa, ideolog¨ªa. Finalmente, en el acuerdo suscrito entre el PP y Vox no se habla de ¡°feministas supremacistas¡± ni de ¡°ONG ideol¨®gicas¡±, aunque ambos partidos se comprometen a ¡°eliminar toda convocatoria de subvenciones a personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas que no cumplan fines de utilidad p¨²blica y social¡±. Ser¨¢n PP, Vox y Ciudadanos quienes decidir¨¢n si lo hacen. En el apartado de educaci¨®n, ya no figura ese ¡°PIN parental¡±, pero ambos partidos prometen evitar ¡°cualquier injerencia de los poderes p¨²blicos en la formaci¨®n ideol¨®gica de los alumnos y permitiendo que los padres puedan excluir a sus hijos de la formaci¨®n no reglada por actividades complementarias o extraescolares cuando sean contrarias a sus convicciones¡±. El texto tambi¨¦n pide garantizar la educaci¨®n diferenciada: segregar por sexos.

Vox renuncia a la literalidad, pero el PP asume parte de su discurso. Y el texto advierte de lo que viene: una legislatura donde pretenden hacerse notar. ¡°No seremos la alfombra de otros¡±, declar¨® Abascal tras la firma del acuerdo. Los populares logran la presidencia de un viejo basti¨®n socialista sin aceptar derogar leyes como la de violencia de g¨¦nero, pero se han dejado algunas plumas en esta negociaci¨®n. El sector del partido al que le preocupaba la estrategia de Casado ante Vox, el que cre¨ªa que al alinearse con su discurso estaba legitim¨¢ndoles¡±, se siente ahora algo m¨¢s legitimado. Se habla de lo que quiere Vox: un partido que acaba de estrenar representaci¨®n parlamentaria y que tiene exactamente 12 esca?os marca la agenda y les ha puesto a discutir sobre debates superados, como el de la violencia machista.

¡°Lamentamos la radicalizaci¨®n del PP y Cs por el pacto con la ultraderecha¡±, sentenciaron desde La Moncloa. El Gobierno pretende sacar tajada de ese acuerdo movilizando a su electorado en el pr¨®ximo ciclo electoral. Pero Casado tambi¨¦n: quiere replicar el pacto en otros territorios. Hay muchos partidos, pero algunos ya solo ven dos grandes bloques.