22 a?os de c¨¢rcel a un guardia civil por intentar matar a dos compa?eros y al hijo de ambos envenen¨¢ndoles
El Supremo rechaza que el acusado solo quisiera "llamar la atenci¨®n", como alegaba su defensa
![El guardia civil acusado de intentar matar con veneno a una compa?era del cuerpo, a su marido y a su hijo de 3 a?os en Villajoyosa, en una imagen de archivo.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HY2A2QOQNGQEPHI7BV45UQIR5Q.jpg?auth=f47d05f03b86e0c19784faa8e6de33942fd75a98f769cb30b346502d08030d0c&width=414)
El guardia civil Francisco Garc¨ªa se obsesion¨® con una subordinada y, como ella no le correspond¨ªa, intent¨® matarla y asesinar tambi¨¦n a su marido y al hijo de ambos, de tres a?os. Para conseguirlo, se col¨® varias veces en la vivienda de la familia, en la casa cuartel de Villajoyosa, y verti¨® plaguicida en la comida. El Tribunal Supremo ha confirmado ahora la condena de 22 a?os de c¨¢rcel como autor de tres delitos de asesinato intentados, un delito continuado de allanamiento de morada y otro agravado contra la intimidad que le impuso la Audiencia Provincial de Alicante y ratific¨® el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.
El brigada Garc¨ªa est¨¢ en prisi¨®n desde julio de 2016, un mes despu¨¦s de que entrara por ¨²ltima vez en la vivienda de la familia y echara Clorpirif¨®s, un insecticida, en el arroz cocido que hab¨ªan dejado preparado esa ma?ana para comer. Aunque ¨¦l asegura que solo pretend¨ªa ¡°llamar la atenci¨®n¡± y provocar ¡°una discusi¨®n en la pareja¡±, los magistrados consideran probado que pretend¨ªa acabar con la vida del matrimonio y su hijo. La sentencia del Supremo, de la que ha sido ponente la magistrada Carmen Lamela, afirma que el an¨¢lisis conjunto de todos los hechos ha llevado al tribunal ¡°a inferir de manera l¨®gica el ¨¢nimo que presidi¨® la actuaci¨®n, esto es, el ¨¢nimo de acabar con la vida de esas tres personas¡±.
¡°Se trata de datos plurales, interrelacionados y concomitantes a partir de los cuales el ¨¢nimo de matar que presidi¨® la actuaci¨®n del acusado constituye una deducci¨®n razonable seg¨²n las reglas de la l¨®gica y de la experiencia. Deducci¨®n que no viene desvirtuada por ninguna explicaci¨®n veros¨ªmil que aminore la razonabilidad de aquella inferencia¡±, subraya la Sala Penal.
El hombre hab¨ªa entrado varias veces en la casa, pero el 3 de junio de 2016 una videoc¨¢mara grab¨® toda la secuencia. El matrimonio la hab¨ªa instalado en el comedor unos d¨ªas antes a ra¨ªz de percatarse de que, desde principios de a?o, hab¨ªan empezado a faltar algunos objetos en la casa y la comida se pon¨ªa mala en su ausencia en cuesti¨®n de horas. La pareja viv¨ªa en estado de ¡°ansiedad¡±, seg¨²n los jueces.
Los peritos que declararon en el juicio se?alaron que la cantidad de plaguicida analizada en el arroz no era suficiente para causar la muerte de una persona, aunque puede llegar a ocasionarla seg¨²n el tiempo de exposici¨®n al veneno y el organismo de las v¨ªctimas. La sentencia destaca que el brigada conoc¨ªa que el marido de su subordinada, tambi¨¦n guardia civil, estaba recibiendo quimioterapia para tratarse de un c¨¢ncer y que el ni?o de la pareja ten¨ªa solo tres a?os.
El condenado conoc¨ªa los turnos de trabajo de la pareja y aprovechaba sus ausencias para colarse en el domicilio con una copia de las llaves que se guardaba en la casa cuartel ¡°por motivos de seguridad¡±. En esas incursiones, desde inicios de 2016, tambi¨¦n arroj¨® ¡°sustancias en las comidas¡±. En dos de esas ocasiones, apuntan los jueces, ¡°el sabor era tan repulsivo que el menor y su padre escupieron lo ingerido inmediatamente¡±.
La Audiencia bas¨® la condena por los delitos m¨¢s graves en una prueba clave: un pen drive intervenido al sospechoso tras su detenci¨®n en el que confesaba por escrito sus planes. Sin concretar la acci¨®n, Francisco Garc¨ªa aseguraba que hab¨ªa llegado ¡°el momento de la verdad¡± para comprobar si ten¨ªa ¡°el valor¡± suficiente para ¡°ejecutar¡± lo que hab¨ªa ¡°planificado muchas veces¡±, al menos en su ¡°pensamiento¡±. El agente dec¨ªa estar en un ¡°constante sinvivir¡± mientras su compa?era parec¨ªa ¡°inmensamente feliz¡±. Para el tribunal, la menci¨®n a esas otras ocasiones demuestra que hab¨ªa intentado cometer el crimen con anterioridad contaminando la comida, incluso con ¡°una sustancia que estaba a su alcance: matarratas¡±.
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