Los 53 d¨ªas de viaje de A?ssata para llegar a Europa

A?ssata se qued¨® embarazada en agosto. "El m¨¦dico me dijo que ten¨ªa gemelos y que hab¨ªa un alto riesgo de no llegar bien al final", cuenta. Ese peligro activ¨® los preparativos del viaje a Europa para A?ssata Cond¨¦, guineana de 23 a?os, que ha sorteado horrores de todo tipo en un viaje de 53 d¨ªas por ?frica y que narra su peripecia desde la habitaci¨®n de un hospital de Granada donde, ya en paz, cuida de sus gemelos.

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Una mujer da a luz a gemelos tras llegar en patera a Motril

"Ibrahim, mi marido", relata en franc¨¦s, "pens¨® que lo mejor era que me marchara a Europa para dar a luz a los beb¨¦s". Comienza as¨ª una historia cuyo primer paso es encontrar a alguien que sepa c¨®mo organizar ese viaje, que no puede hacerse de aeropuerto a aeropuerto, sino por mar y en patera. Su marido dio con los contactos oportunos. A juzgar por su relato, las mafias venden viajes de varios tipos pero, el final siempre es el mismo: "Ibrahim contact¨® con alguien que, por 3.500 euros, nos prometi¨® un viaje m¨¢s selecto; VIP, nos dijeron. Solo ir¨ªamos 10 o 15 personas en la barca: parec¨ªa seguro". "Pero no me trajeron como me hab¨ªan prometido", avisa.

El 13 de noviembre, A?ssata se despide de su primer hijo, Mohamed. Se va. La primera etapa es f¨¢cil: un vuelo hasta Casablanca (Marruecos). De ah¨ª en adelante todo ser¨¢ horror y riesgo. "Me estaban esperando en el aeropuerto y de all¨ª me llevaron a Rabat en tren. Estuvimos esperando varias semanas. Finalmente, viajamos en coche a Nador", desde donde acabar¨ªa saliendo la patera.

Pero eso ser¨¢ ocho semanas despu¨¦s. Esos casi dos meses de espera hasta embarcar fueron "un horror", recuerda. "Tuve que vender ropa para que me dieran de comer y me dejaran un sitio donde dormir. Y luego me robaron las maletas". Lleg¨® a Espa?a con lo puesto, sin siquiera su tel¨¦fono. Lo hab¨ªa perdido en la etapa anterior: "Ya en Nador, nos llevaron corriendo porque hab¨ªa que embarcar. Era de noche e ¨ªbamos por caminos. Detr¨¢s de nosotros, unos hombres nos amenazaban para que fu¨¦semos m¨¢s y m¨¢s aprisa", dice mientras se lleva las manos a la barriga y recuerda el sufrimiento de correr embarazada. Ah¨ª perdi¨® el tel¨¦fono.

El momento de embarcar es otra bofetada de realidad: ni rastro del viaje selecto que le prometieron. "?ramos 14 mujeres y nos metieron en la parte de delante de la zodiac; de repente llegaron un mont¨®n de hombres que saltaron como animales a la embarcaci¨®n". Llegaron a ser 77. "A las pocas horas la marina marroqu¨ª nos recogi¨® y nos llev¨® de vuelta a tierra". El segundo asalto fue el pasado 4 de enero, "a las dos de la madrugada", esta vez con solo 46 personas a bordo. "Hac¨ªa mucho fr¨ªo; hice todo el viaje con dolor", recuerda con la mirada perdida. Salvamento los encontr¨® en el mar de Albor¨¢n y los llev¨® a tierra; de all¨ª, directamente a Motril, donde dio a luz a Hassane y Alouseyne, con apenas 26 semanas de gestaci¨®n y 620 gramos de peso cada uno. Los dos beb¨¦s siguen en la UCI del hospital de Granada: van por los 900 gramos. La idea es que la madre y sus hijos se trasladen a C¨®rdoba, a las instalaciones de la Fundaci¨®n EMET Arco Iris. Ese ser¨¢ el final de la odisea.