Las ¡®Ca?as por Espa?a¡¯ de Vox, Abascal y sus j¨®venes: ¡°Esto es por la patria¡±

Ante la fachada del Teatro Barcel¨® de Madrid se formaron dos colas a las 20.00 del viernes. Una para los 700 j¨®venes avispados que sacaron invitaci¨®n a trav¨¦s de la web. Y otra para unos 200 que aguardaban las ¨²ltimas que se ofrec¨ªan en taquilla. Solo hab¨ªa un requisito: tener entre 18 y 30 a?os. ¡°Vamos a cambiar el pa¨ªs¡±, se escuchaba a un hombre de unos 50 a?os con un pin verde de Vox. Pero se qued¨® fuera junto a la mujer que lo acompa?aba. ¡°Es para j¨®venes, se?or¡±, le explic¨® un organizador antes de entrar. Al pasar el control, el photocall daba las buenas noches con la bandera de Espa?a. Todo preparado para el plato fuerte: el mitin de Santiago Abascal.

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La banalizaci¨®n de la extrema derecha

Si hay algo que une a las dos Espa?as son las ca?as, pero la apropiaci¨®n cultural ha llegado hasta la pol¨ªtica. En 2017 cuatro amigos de Vox crearon Ca?as por Espa?a: eventos por todo el pa¨ªs con artistas, pol¨ªticos e historiadores que apoyan o simpatizan con el partido de extrema derecha. La semana pasada el m¨²sico Jos¨¦ Manuel Soto hizo lo mismo en Sevilla. Este viernes era un d¨ªa grande: se cumpl¨ªa el segundo aniversario y ven¨ªa el l¨ªder para celebrarlo.

¡°Es la primera vez que voy a ir a votar. Vox defiende a los espa?oles¡±, contaba ?lvaro Garc¨ªa, de 20 a?os, que acudi¨® al acto con dos amigos. Ansel, de 20, y Javier, de 22: ¡°Los sigo en redes. Son perfectos. Conectan con la gente y con Espa?a. Ten¨ªa pensado votar al PP, pero ya no. Vox es el ¨²nico que dice lo que piensa¡±.

Tres chicas con sudaderas blancas con la bandera de Espa?a estampada reciben a los j¨®venes en un puestecito en la entrada. El merchandising:?por 10 euros, una camiseta con el logo de Ca?as por Espa?a; por uno, cinco pegatinas; y por dos, una pulsera. Las que ten¨ªan la bandera rojigualda se agotaron a los 15 minutos.

Abascal no sali¨® hasta las 21.45. De modo que durante una hora y cuarto un DJ se dedic¨® a pinchar canciones mientras la sala comenzaba a llenarse. Sonaba I Will Survive de Gloria Gaynor ¡ªcanci¨®n por excelencia del colectivo LGTBI¡ª e Irene, de 18 a?os, observaba su Instagram. "He venido sola desde Toledo. Vox es el ¨²nico partido que defiende la unidad de Espa?a y lucha contra los independentistas y todo eso¡±. Los madrile?os Gonzalo y David, de 20 y 21 a?os, opinaban: ¡°Todos los partidos han robado y Abascal tiene pinta de cumplir lo que dice. El PP ha permitido el golpe de Estado en Catalu?a. Con los de Podemos no compartimos nada de su ideolog¨ªa; los de Ciudadanos van a donde m¨¢s les convenga y con el PSOE, nunca¡±.

Los asistentes no trajeron muchas banderas de Espa?a porque ya estaban puestas. Siete. Arriba, abajo, en el centro y¡­ a juego con las luces de la discoteca. Mientras los cientos de j¨®venes sub¨ªan fotos, comentaban en WhatsApp, sub¨ªan historias a Instagram o despachaban con el de al lado, el DJ se vino arriba.

Era obvio que Manolo Escobar ten¨ªa que amenizar el evento. Los primeros compases del Viva Espa?a iban alegrando al personal: ¡°Espa?a es la mejor¡­¡±. Pero justo despu¨¦s del himno nacional con letra, el DJ puso el Bella ciao ¡ªcanci¨®n por excelencia de los resistentes contra el fascismo¡ª: ¡°O bella ciao, bella ciao¡­¡±. Los j¨®venes no daban cr¨¦dito. Comenzaron a silbar. La canci¨®n segu¨ªa y el DJ sonre¨ªa ajeno a la pol¨¦mica. ¡°Despu¨¦s de Manolo Escobar, un Bella ciao y los tengo en el bote¡±, pensar¨ªa. Un plan sin fisuras. La broma le dur¨® 45 segundos tras los fuertes abucheos: ¡°Fuera, fuera, fuera¡±. Uno dijo: ¡°?El DJ es de Podemos?¡±. Fue tal la crisis que hubo quien pens¨® que ten¨ªan un caballo de Troya dentro. Pero el muchacho sali¨® del apuro con el Imperio contraataca de Los Nikis y con El novio de la muerte de los legionarios. El jolgorio volvi¨® a la normalidad.

Y lleg¨® Santiago Abascal acompa?ado de Roc¨ªo Monasterio, la que ser¨¢ candidata a la alcald¨ªa o a la Comunidad de Madrid.? Y los gritos: ¡°?Presidente, presidente!¡±. "?Presidenta, presidenta!". Entre la multitud, irrumpi¨® un vigilante de seguridad para ubicar al responsable de las redes sociales en un lugar privilegiado; ten¨ªa que emitir en directo el discurso en Instagram, la red que m¨¢s usan los j¨®venes de entre 16 y 30 a?os y donde la formaci¨®n cuenta con m¨¢s seguidores: 205.000, por encima de todos los partidos pol¨ªticos.

?¡°Est¨¢is aqu¨ª por vuestra patria¡±, areng¨® Abascal. ¡°Viva Espa?a¡±, contestaban. El pol¨ªtico habl¨® de su juventud: de cuando fue perseguido en Euskadi y ten¨ªa que ir con guardaespaldas. ¡°Valiente¡±, le gritaban. Record¨® cuando no ten¨ªan dinero¡ªel exilio iran¨ª financi¨® el 80% de su campa?a en 2014¡ª e inst¨® a los j¨®venes a que estudiaran y formaran familias. De paso, respondi¨® a cinco preguntas perfectamente orquestadas:

¡ª?Cu¨¢l ser¨¢ su primera medida si llega a la presidencia?

¡ª Parar el golpe de Estado e instar a la fiscal¨ªa a detener a Torra.

El mitin, en el que predominaban los hombres, dur¨® 35 minutos. Tras las palabras, Abascal se march¨® pitando haci¨¦ndose algunas fotos con sus j¨®venes. Antes, eso s¨ª, cit¨® unos versos sin mencionar al autor: ¡°Como dec¨ªa el poeta, ¡®la juventud siempre empuja / la juventud siempre vence / y la salvaci¨®n de Espa?a / de su juventud depende". El poeta era Miguel Hern¨¢ndez.