Abascal pide en Barcelona la suspensi¨®n de la autonom¨ªa catalana
El l¨ªder de Vox responsabiliza a Colau de la agresi¨®n a dos miembros de su partido por dejarles "a merced de los independentistas"
El l¨ªder de Vox, Santiago Abascal, ha lanzado este s¨¢bado en el centro de Barcelona, capital de Catalu?a, el chupinazo de su campa?a para las elecciones generales del 28 de abril. Junto a la Plaza de Espa?a, a unos cientos de metros de donde protestaban los Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR), fuerza de choque del independentismo, Abascal ha pedido ¡°la suspensi¨®n de la autonom¨ªa y la intervenci¨®n de la Generalidad¡±, as¨ª como la disoluci¨®n de TV3 y de los Mossos d`Esquadra, los mismos que manten¨ªan a raya a los manifestantes separatistas.
Abascal ha empezado responsabilizando a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de la agresi¨®n que sufrieron dos miembros de su partido cuando se dirig¨ªan al acto pol¨ªtico: el coordinador en Terrassa, que result¨® lesionado en un brazo, y la secretaria de Organizaci¨®n, que recibi¨® un golpe en la cabeza. Al haberles negado el Palau Sant Jordi para celebrar el mitin, pretextando obras de mantenimiento, la alcaldesa les dej¨® en la calle, "a merced de los separatistas", seg¨²n el lider de Vox.
M¨¢s all¨¢ de que hacerlo en un recinto cerrado no habr¨ªa evitado la agresi¨®n, que se produjo fuera de la zona acordonada por la polic¨ªa catalana, la negativa de Colau a ceder el Sant Jordi acab¨® beneficiando al partido nacional-populista. De otro modo, habr¨ªa quedado en evidencia que no lograba llenar sus 17.000 plazas de aforo. Seg¨²n la Guardia Urbana, al acto acudieron unas 5.000 personas. Los organizadores hablaron de 15.000. La realidad estuvo m¨¢s cerca de la primera cifra que de la segunda.
Abascal no pudo repetir en Barcelona el llenazo de Vistalegre, en octubre pasado en Madrid, pero eso no pareci¨® importarle demasiado, pues su mensaje no se dirig¨ªa primordialmente al p¨²blico catal¨¢n sino al del resto de Espa?a. El mitin estuvo rodeado de un aire ¨¦pico, no solo porque una columna de humo negro recordaba la cercan¨ªa de los independentistas, sino porque se present¨® como un acto de ¡°resistencia¡± frente a la imposici¨®n pol¨ªtica, cultural y ling¨¹¨ªstica del nacionalismo catal¨¢n. Abascal llam¨® incluso a rebelarse contra la ¡°dictadura de progres y separatistas que nos viene oprimiendo desde hace 40 a?os¡±, calificando as¨ª de dictadura a la democracia, un t¨¦rmino que nunca utiliza para referirse al franquismo.
Vox moviliz¨® autobuses desde distintos puntos de Espa?a para llevar seguidores a la capital catalana, pero entre el p¨²blico tambi¨¦n hab¨ªa, adem¨¢s de frikis, tardofranquistas y amantes de los uniformes militares, catalanes castellanoparlantes orillados por el r¨¢pido proceso de catalanizaci¨®n de los ¨²ltimos a?os. Hace mucho que nadie proclamaba en Barcelona, como hizo Abascal, que ¡°Catalu?a no es una naci¨®n, sino algo mucho m¨¢s importante: una regi¨®n de Espa?a¡±. Y que era aplaudido por gente como Jaime, empoleado en un supermercado de Manresa. ¡°La ¨²ltima vez vot¨¦ a Ciudadanos, porque era lo ¨²nico que hab¨ªa, pero ahora estoy con Vox¡±, explicaba. M¨¢s all¨¢ de alg¨²n ¡°?Visca Espanya!¡±, desde el escenario no se escuch¨® una palabra en catal¨¢n.
El secretario general del partido, Javier Ortega Smith, anticip¨® su alegato final en el juicio contra los responsables del proc¨¦s en el Supremo, donde ejerce la acusaci¨®n popular. Tras atribuirse el m¨¦rito de haber sentado en el banquillo a la c¨²pula del independentismo, asegur¨® que ha quedado probado que hubo un golpe de Estado y aventur¨® que sus responsables ¡°muy pronto ser¨¢n condenados e ir¨¢n a prisi¨®n por muchos a?os¡±.
El p¨²blico se hart¨® de corear ¡°?Puigdemont a prisi¨®n!¡±, pero Abascal le corrigi¨®: no solo ir¨¢ a la c¨¢rcel el anterior presidente de la Generalitat, sino que ¨¦l, si gobierna, instar¨¢ al fiscal la detenci¨®n del actual, Quim Torra, a quien ofreci¨® ¡°un juicio justo¡±. Tras reiterar su intenci¨®n de ¡°expulsar de la legalidad¡± a los partidos separatistas, remach¨® que solo aceptar¨¢ su? ¡°rendici¨®n sin condiciones¡±. La unidad de Espa?a, "ni se discute, ni se dialoga, ni se negocia. Se defiende hasta las ¨²ltimas consecuencicias", advirti¨®. Haciendo gala de sus a?os como militante del PP en el Pa¨ªs Vasco, a?adi¨® retador: ¡°Hemos sobrevivido a los tiros en la nuca y las bombas lapa. No os ¨ªbamos a amedrentar con cuatro cursis cantando a Luis Llach¡±.
Como todos los actos de Vox, el mitin concluy¨® con los asistentes escuchando en silencio el himno de Espa?a. Muchos se marcharon henchidos de patriotismo, resignados a seguirse resistiendo a ser asimilados por un entorno que consideran hostil,
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