El narco ¡®Mosquito¡¯, de las filtraciones de Instagram a acabar detenido en un alijo de hach¨ªs
La Guardia Civil ha desmantelado al clan gaditano integrado por medio centenar de asalariados mientras alijaban tres toneladas de droga
La gente que lo conoce asegura que el ¡®Mosquito¡¯ se gan¨® su mote por su pericia como piloto al frente de una ¡®narcolancha¡¯. ¡°?Atentos que ya va a picar el mosquito!¡±, advert¨ªan en la costa del Campo de Gibraltar cuando se aproximaba con un alijo. A¨²n era uno de los colaboradores de los reyes del hach¨ªs, Los Casta?a, cuando se convirti¨® en uno de los afectados por el furibundo ataque del delator en Instagram que aire¨® la vida de excesos del narco. Ahora, con los poderosos capos en prisi¨®n, el ¡®Mosquito¡¯ y medio centenar de sus asalariados tambi¨¦n han acabado detenidos, acusados de ser art¨ªfices, ya por sus propios medios, de transportes droga a trav¨¦s de las costas de Sevilla y M¨¢laga.
La banda de este supuesto traficante -de 30 a?os y que responde a las iniciales de E.P.F.- es la ¨²ltima en sumarse al palmar¨¦s de las fuerzas de seguridad, desde que en el verano de 2018 se puso en marcha el Plan Especial de Seguridad del Campo de Gibraltar. 51 detenidos, 2.900 kilos de hach¨ªs, una potente narcolancha y 14 veh¨ªculos son algunas de las cifras de la Operaci¨®n Freno de la Guardia Civil. Con su finalizaci¨®n, se da por desmantelado al clan del ¡®Mosquito¡¯, una banda originaria de la zona de Puente Mayorga (San Roque), pero que hab¨ªa diversificado sus zonas de alijos por la presi¨®n policial.
El ¡®Mosquito¡¯ no era un primer espada del tr¨¢fico de hach¨ªs con Marruecos, dentro de la marcada jerarqu¨ªa del narco. Dirig¨ªa una banda que suministraba servicios de transporte, descargas y puntos -personas que hacen labores de contravigilancia para los alijos- a otras organizaciones m¨¢s poderosas, como la de ¡®Los Casta?a¡¯. Sin embargo, con la detenci¨®n de los hermanos Tej¨®n -Antonio, en junio e Isco, en octubre del a?o pasado, el joven narcotraficante decidi¨® ¡°intentar mover droga por otros lados¡±, seg¨²n asegura un agente de la zona.
Con la presi¨®n policial reinante, el ¡®Mosquito¡¯ ha intentado diversificar los alijos a otras zonas, como Sevilla -a trav¨¦s del r¨ªo Guadalquivir- o M¨¢laga. ¡°Ha sido de los primeros que ha usado grandes camiones para trasladar ocultas narcolanchas -dado que ahora su tenencia y uso est¨¢n prohibidos- a otras zonas¡±, asegura un agente del Campo de Gibraltar. Tambi¨¦n ha apostado por que las narcolanchas aguanten tres o cuatro d¨ªas en alta mar, antes de descargar. Y que, cuando eso ocurra, sea en varias veces y en diversos puntos para despistar.
Ni eso le vali¨® para acabar detenido el pasado mes de noviembre. Poco tiempo antes, la Guardia Civil descubri¨® que su organizaci¨®n es una de las que hab¨ªa desplazado su actividad desde el Campo de Gibraltar a M¨¢laga. All¨ª, en Almayate (V¨¦lez-M¨¢laga), estaba usando un narcoembarcadero en el que bot¨® una semirr¨ªgida, trasladada hasta all¨ª oculta en un tr¨¢iler. Desde ese lugar parti¨® en noviembre un viaje hasta Marruecos que, tras d¨ªas en alta mar, acab¨® en Puente Mayorga.
Pero el viaje no acaba bien. La Guardia Civil consigue detener a 32 personas que estaban preparadas para alijar los 27 fardos de hach¨ªs que los agentes intervinieron en este primer golpe. Entre los arrestados, cae el propio ¡®Mosquito¡¯, presente en el alijo. ¡°Es poco habitual que el jefe est¨¢ cuando se descarga la droga, pero a veces ocurre cuando se creen seguros¡±, explica uno de los encargados de la investigaci¨®n. Esta fue la ocasi¨®n y el joven narco ¡°acaba cayendo como una rata¡±, apunta otro agente.
Con todo, la narcolancha consigui¨® huir mar adentro. Sus ocupantes resistieron durante d¨ªas en el agua hasta que, crey¨¦ndose seguros, deciden regresar a tierra a trav¨¦s del r¨ªo Guadalquivir. ¡°No se esperaban que estar¨ªamos sigui¨¦ndoles los pasos¡±, a?ade un investigador. A la altura de la localidad sevillana de Lebrija, los agentes consiguen recuperar otros 70 fardos y detienen a toda la tripulaci¨®n. En total, entre ambos golpes, los narcos transportaban 2,9 toneladas de hach¨ªs.
El clan ha recibido la estocada final a mediados de febrero con una tercera intervenci¨®n contra la log¨ªstica de la banda. Ha sido entonces cuando la Benem¨¦rita ha realizado diversos registros, entre ellos, en el narcoembarcadero malague?o. En todas entradas y los anteriores golpes, han recuperado bienes por valor de 530.000 euros, entre los que se encuentra una narcolancha -valoradas en unos 200.000 euros-, 14 veh¨ªculos y tres m¨¢s robados.
La infraestructura de Almayate, compartida con otras bandas, hab¨ªa sido utilizada en los ¨²ltimos meses hasta por 20 semirr¨ªgidas diferentes. Siempre se repet¨ªa la misma pauta ¡°con extraordinarias medidas de seguridad¡±, seg¨²n la Guardia Civil. El cami¨®n llegaba en la noche y descargaba la embarcaci¨®n hasta el agua con la ayuda de hasta 20 personas, entre el responsable de la parcela, el conductor, la tripulaci¨®n y los puntos. Entre los 51 detenidos se encuentra el propietario de la n¨¢utica malague?a o las personas encargadas del avituallamiento. Se les investiga por delitos contra la salud p¨²blica, organizaci¨®n criminal y robo veh¨ªculos a motor.
El ¡®Mosquito¡¯ se hizo conocido por ser capaz de pilotar embarcaciones zigzagueando tras la estela de los grandes buques mercantes de la Bah¨ªa de Algeciras. Eso le hac¨ªa ser discreto y silencioso. Adem¨¢s de su pericia, en septiembre del pasado a?o el perfil de Instagram @cotilleolalinea aire¨® otras facetas consabidas en el mundo del narco: su gusto por las fiestas en Ibiza y por las prostitutas, seg¨²n denunci¨® un misterioso delator que puso en jaque a muchos capos de los clanes.
Ahora, buena parte de todos estos protagonistas de las filtraciones est¨¢n ya detenidos. El ¡®Mosquito¡¯ se uni¨® a ese grupo que, en prisi¨®n, espera su sino. Con todo, en la Guardia Civil advierten que quedan muchos m¨¢s por apresar, pese a los intentos de los narcos por esquivar el lazo policial. ¡°Est¨¢n cambiado su sistema, pero nosotros estamos evolucionando con ellos¡±, remacha el investigador con tono de advertencia.
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