Iglesias usa la carta de la remontada
Las novedades de campa?a y el 'caso Villarejo' dan alas a Podemos
Pablo Iglesias cambia pa?ales a unos gemelos de pl¨¢stico en un plat¨® de televisi¨®n. Irene Montero da un trago a su bebida ¡ªsin alcohol¡ª en un juego de verdades y mentiras organizado por El Intermedio, en La Sexta, con motivo de sus 2.000 programas. Podemos encara la campa?a electoral del 28-A en el peor momento de su corta historia, con unas divisiones internas que han estallado mientras Iglesias permanec¨ªa alejado de los focos para cumplir con sus responsabilidades parentales. Pero el partido f¨ªa la remontada a la telegenia de sus responsables y al potencial de mensajes rompedores como la jornada laboral de 34 horas semanales. Entretanto, un elemento sobrevenido se ha convertido en impagable munici¨®n electoral. El turbio espionaje a Pablo Iglesias, presuntamente orquestado por el comisario Jos¨¦ Manuel Villarejo bajo ¨®rdenes pol¨ªticas, permite al l¨ªder del partido reafirmarse en el jugoso mensaje con el que regres¨® a la arena pol¨ªtica hace dos semanas: ¡°Van a por nosotros¡±.
Podemos no va a desaprovechar esa baza. ¡°Todo va cobrando sentido¡±, escrib¨ªa ayer en redes sociales la diputada Ione Belarra tras conocerse que un alto cargo de comunicaci¨®n de La Moncloa hab¨ªa dimitido por haber sido citado como testigo en el caso Villarejo. El comisario jubilado lo se?ala a ¨¦l como la persona que le entreg¨® un l¨¢piz de memoria con los datos del tel¨¦fono sustra¨ªdo a una asesora de Iglesias. Eso ha permitido a la formaci¨®n de izquierdas cuestionar el rotundo mensaje lanzado unos d¨ªas por el Gobierno: que las cloacas del Estado ya estaban desmanteladas. ¡°Las cloacas eran una m¨¢quina de mentir¡±, zanj¨® ayer Iglesias en un mitin desde Catalu?a. Las redes y los encuentros con los simpatizantes son dos de las principales plataformas de esta formaci¨®n, que surgi¨® al calor del 15-M.
M¨¢s all¨¢ de este caso judicial, con el que el partido no contaba al dise?ar sus mensajes de campa?a, los estrategas han confeccionado un discurso pol¨ªtico duro, sin que resulte destructivo contra el partido con el que aspiran a gobernar, el PSOE. El equilibrio no resulta f¨¢cil, en buena medida porque al menos una parte del electorado al que se dirige Podemos coincide con el del Partido Socialista. As¨ª que sus l¨ªderes son, a la vez, aliados y oponentes. Adem¨¢s de ese espacio com¨²n, fuentes del partido aseguran tener en mente al colectivo de seis millones de personas que en diciembre de 2015 depositaron en la urna una papeleta de Podemos (algo m¨¢s de cinco millones) o de la coalici¨®n en la que se integr¨® Izquierda Unida (casi un mill¨®n). Ya en la siguiente convocatoria, en junio de 2016, la marca com¨²n perdi¨® m¨¢s de un mill¨®n de votos. El descalabro ahora podr¨ªa ser superior, aunque el partido insta a no dar nada por sentado.
Amor y odio a los medios
Junto a las redes y las plazas p¨²blicas, Podemos teje la campa?a electoral en los medios audiovisuales. Pr¨¢cticamente no hay un d¨ªa sin que el n¨²mero uno de la formaci¨®n realice una entrevista de radio o televisi¨®n. Y eso a pesar de las cr¨ªticas implacables que lanza contra los medios de comunicaci¨®n privados, en particular contra los propietarios de esas empresas. El partido tiene claros sus or¨ªgenes. ¡°Podemos no surge de la sociedad civil, sino de la televisi¨®n¡±, se?alaba Pablo Iglesias en Nudo Espa?a, el libro que recoge sus conversaciones con el periodista Enric Juliana.?
Otra cosa son los diarios escritos. Ah¨ª Podemos se muestra mucho m¨¢s receloso porque teme que el intermediario desvirt¨²e su discurso en la edici¨®n.
Lo que no rehuir¨¢ ning¨²n miembro de este grupo es el debate pol¨ªtico. La marca electoral de Unidas Podemos cree tener todas las de ganar en el cuerpo a cuerpo con los otros candidatos. Aun as¨ª, es muy probable que sus oponentes traten de explotar en ese formato los puntos flacos de la coalici¨®n. El primero, la unidad interna. El segundo, la foto con Pedro S¨¢nchez en La Moncloa, que por una parte los unge como partido de Gobierno, pero por otra los aleja de la imagen de pol¨ªticos de la calle que les gusta cultivar. El tercero, Catalu?a, un terreno en el que inevitablemente se juega parte de la campa?a y que a Podemos le ha perjudicado por introducir matices ¡ªy ciertas contradicciones¡ª en un asunto que polariza a la opini¨®n p¨²blica.
Frente a todos los desaf¨ªos, el partido morado apela a su lema de campa?a: ¡°La historia la escribes t¨²¡±. Con ¨¦l conf¨ªa en movilizar a quienes dudan sobre c¨®mo emitir un voto ¨²til.?
Secretismo respecto a los actos electorales
A solo cuatro d¨ªas de que arranque la campa?a para unas elecciones que definen como constituyentes, Podemos recela de dar la m¨¢s m¨ªnima pista sobre c¨®mo transcurrir¨¢n esos 15 d¨ªas de v¨¦rtigo previos a la votaci¨®n. La ¨²nica certeza es que Pablo Iglesias realizar¨¢ su primer acto en Galicia el pr¨®ximo 12 de abril. Lo dem¨¢s ¡ªn¨²mero de actos, implicaci¨®n de sus dirigentes, recorridos clave...¡ª es a¨²n una inc¨®gnita.
A Podemos le gusta cultivar la baza de la sorpresa. Ese factor prim¨® en la reciente reincorporaci¨®n de Iglesias a su puesto; los estrategas de Unidas Podemos no quisieron avanzar casi ning¨²n detalle. Lo que s¨ª se da por seguro es que, como en ese mitin de regreso, los integrantes de colectivos sociales afines participar¨¢n en los actos p¨²blicos.
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