Votos y discursos
Las campa?as empiezan el mismo d¨ªa que acaban las elecciones
Las noches electorales tienen su ritual. Uno de ellos son los discursos de los rivales y las pistas que podemos deducir de sus palabras, gestos y escenificaciones. Las campa?as empiezan el mismo d¨ªa que acaban las elecciones. Esta noche electoral nos deja varias claves sobre el futuro.
PSOE. Las palabras de S¨¢nchez han sido m¨¢s un di¨¢logo de rockstar con los militantes y simpatizantes que le vitoreaban y proclamaban consignas, que una intervenci¨®n dirigida al conjunto de los espa?oles. Hay cambio de balc¨®n: de G¨¦nova a Ferraz. Si dec¨ªa que hab¨ªa ganado el futuro y perdido el pasado, los militantes le contestaban ¡°con Rivera, ?no!¡± o ¡°?no pasar¨¢n!¡±. Si reivindicaba al PSOE por la victoria (tras once a?os de no hacerlo) y por dar un mensaje claro a la socialdemocracia europea, le espoleaban con un ¡°s¨ª, se puede¡± y ¡°no es no¡±.
Rodeado de mujeres l¨ªderes como la presidenta del PSOE, la vicepresidenta del Gobierno, la vicesecretaria general del partido y acompa?ado de su esposa, S¨¢nchez ha recordado a la imagen del ganador de las primarias socialistas (camisa blanca arremangada, micr¨®fono en mano). ¡°No vamos a poner cordones sanitarios¡± ha sido un mensaje encriptado y calculadamente ambiguo en una noche en la que, cautamente, no ha pronunciado la palabra izquierda.
PP. Casado, a pesar de asegurar que este partido est¨¢ preparado para las ¡°duras y a las maduras¡± ha mostrado el rostro de la derrota con toda su crudeza. Su cuerpo y su rostro han hablado m¨¢s que sus breves palabras. Rodeado de hombres tristes ¡ªy que parec¨ªan m¨¢s grises de lo que son¡ª ha transmitido una imagen de resignaci¨®n, buscando la culpa en la fragmentaci¨®n electoral de las derechas.
El lema de campa?a era un contrasentido inoportuno en esta intervenci¨®n: Valor seguro era el r¨®tulo del atril, en una desangelada sala de prensa. Vaya duro e involuntario sarcasmo. El resultado final es una enmienda a la totalidad de su liderazgo, de su estrategia electoral y de su proyecto de aznarismo renovado. El PP ha perdido 4 millones de votos y 70 esca?os, sin representaci¨®n en Euskadi y casi desparecido en Catalu?a.
Ciudadanos. Rivera presenta su candidatura a ser primero l¨ªder del centro derecha y luego l¨ªder de la oposici¨®n. Los debates le han dado un tono competitivo y pugil¨ªstico que ha contrastado con el liderazgo biso?o de Casado. ¡°Una mala noticia: el Gobierno de S¨¢nchez e Iglesias con el apoyo de los independentistas. Y una buena: hay un proyecto ganador y de futuro (Ciudadanos) que ha crecido un 80% en esca?os¡±.
Rivera, relajado y optimista, se lanza a por los restos del naufragio del PP y se ofrece como la ¡°casa com¨²n del proyecto del centro derecha¡± y como la ¡°esperanza del futuro¡±. Rivera ha crecido y se siente legitimado para prometer que ¡°mas pronto que tarde vamos a gobernar¡±. No ha hablado de ser presidente¡ quiz¨¢s calculando opciones a medio plazo.
Unidas Podemos. La intervenci¨®n de Iglesias ha mantenido el tono moderado, pausado y ordenado que ha mostrado en los debates. Ha reivindicado, con claridad, un ¡°Gobierno de coalici¨®n de izquierdas¡± que responda a las demandas de las mayor¨ªas sociales. Ha sido h¨¢bil al relativizar los objetivos maximalistas: ¡°No hemos venido a vencer, sino a convencer. No hemos venido a ganar, sino a sumar¡±. Ha reivindicado la paciencia y la prudencia para que las conversaciones y negociaciones sobre el pr¨®ximo Gobierno culminen con ¨¦xito.
Ha aprendido de los errores de sobreactuaci¨®n y soberbia anteriores. Hay m¨¢s humildad, sin demasiada autocr¨ªtica, al reconocer que es un resultado ¡°suficiente¡± para conseguir los objetivos pol¨ªticos de frenar a las derechas y conseguir un Gobierno de coalici¨®n. Iglesias ha perdido brillo y pasi¨®n militante, pero ha ganado solvencia e imagen pragm¨¢tica.
Vox. Abascal ha aprovechado la primera intervenci¨®n de los grandes l¨ªderes electorales para hacer una extensa y calculada exposici¨®n. En una intervenci¨®n m¨¢s moderada que el tono general de su campa?a, ha lanzado su marca pol¨ªtica al grito de ¡°la resistencia ya est¨¢ en el Congreso¡±. Con una escenograf¨ªa m¨¢s azul que verde (en el vestuario, en la iluminaci¨®n y en la rotulaci¨®n), Vox ha mostrado su voracidad por el espacio de la derecha sociol¨®gica dura y por los restos del naufragio del PP.
Fustigando de nuevo con el concepto de ¡°derechitas cobardes¡± ha prometido una voz firme ¡°sin caer en la complacencia¡±. Abascal irrumpe, pero no desborda. Avanza, pero no genera cambios de mayor¨ªas. Promete reconquista, pero est¨¢ lejos de garantizarla. ¡°Tendemos que esperar¡± ha contestado a sus ac¨®litos cuando le gritaban ¡°?presidente, presidente!¡±. Ten¨ªa raz¨®n el experimentado S¨¢nchez: estas elecciones han sido unas primarias de las derechas.
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