Victoria socialista

El partido socialista liderado por Pedro S¨¢nchez ha resultado la fuerza m¨¢s votada en las elecciones generales y, por tanto, es a ella a la que corresponder¨¢ en primera instancia la responsabilidad de formar Gobierno. El Partido Popular y Ciudadanos, por su parte, no han obtenido los resultados que esperaban, confiando en que la estrategia de la crispaci¨®n en la que han rivalizado se traducir¨ªa en un severo recorte del apoyo electoral a los socialistas. Antes por el contrario, los populares han padecido un rev¨¦s de tales proporciones que amenaza la continuidad de su l¨ªder, Pablo Casado, en tanto que Ciudadanos ha fracasado en el intento de encabezar la derecha, pese a haber aumentado sustancialmente su presencia en el Congreso. No cabe descartar la influencia ejercida por el discurso apocal¨ªptico que ambas fuerzas han mantenido desde la moci¨®n de censura contra Mariano Rajoy, as¨ª como el pacto con el que gobiernan en Andaluc¨ªa, en la irrupci¨®n de Vox y en la normalizaci¨®n de su programa extremista.

El Parlamento que sale de estas elecciones permite, en teor¨ªa, diferentes alternativas de investidura, alejando la aberrante posibilidad de una nueva convocatoria, seg¨²n ocurri¨® en 2016, as¨ª como la de resignarse a un precario Gobierno en minor¨ªa. No obstante, es previsible que los diferentes grupos no se pronuncien sobre los pactos necesarios para investir a un candidato a la presidencia del Ejecutivo hasta la celebraci¨®n de la pr¨®xima ronda electoral, el 26 de mayo. Esta impl¨ªcita vinculaci¨®n entre los resultados de ayer y los futuros no es la mejor salida para la gesti¨®n efectiva de las instancias de poder central, auton¨®mico y municipal, cuyos problemas son singulares y espec¨ªficos, pero es la ¨²nica realista a la vista de la composici¨®n de la C¨¢mara. Tambi¨¦n la ¨²nica prudente, por las implicaciones pol¨ªticas que conllevar¨¢ para los principales problemas del pa¨ªs el hecho de que el partido socialista se vea forzado a elegir entre una u otra mayor¨ªa.

A este respecto, Ciudadanos es la fuerza que tiene ante s¨ª la m¨¢s dif¨ªcil disyuntiva y la m¨¢s grave responsabilidad, puesto que, de mantenerse en la posici¨®n expresada ¨¢speramente durante la campa?a, su negativa de principio a contribuir con cualquier f¨®rmula de Gobierno en la que participe el partido socialista convertir¨¢ sus alarmas acerca de la unidad de Espa?a en una profec¨ªa autocumplida. La dificultad a la que se enfrenta una mayor¨ªa alternativa que incluya a Podemos reside en el hecho de que sus votos no bastan para investir al candidato socialista, pero tambi¨¦n en su posici¨®n acerca de la crisis territorial en Catalu?a. Ni uno ni otro camino pueden ser descartados de antemano, sobre todo, porque el calendario permite una tregua durante la que concentrarse en los programas m¨¢s que en coaliciones de siglas en abstracto.

El PSOE gana las elecciones pero necesita pactar y el PP sufre una derrota hist¨®rica

La crisis territorial requiere una salida pol¨ªtica que se encuentre inequ¨ªvocamente dentro de la Constituci¨®n, pero no es el ¨²nico problema sobre el que hay que decidir. Sin una respuesta simult¨¢nea al devastador desempleo juvenil, la precarizaci¨®n del mercado de trabajo, la desigualdad social, la lucha contra el cambio clim¨¢tico y el futuro de las pensiones, entre otras reformas imprescindibles, un Parlamento abierto corre el riesgo inasumible de transformarse en un Parlamento inviable.