Un etarra a los pies del Mont Blanc
En la localidad alpina donde se escond¨ªa Josu Ternera es f¨¢cil pasar desapercibido y tiene rutas de escape r¨¢pidas
Hay una raz¨®n de peso por la que Sallanches se hace llamar ¡°le pays du Mont Blanc¡±, el pa¨ªs, o el territorio, del Mont Blanc. La monta?a m¨¢s alta de Europa occidental y de cumbres cubiertas de nieves perennes, lo domina pr¨¢cticamente todo en esta peque?a poblaci¨®n del departamento franc¨¦s de Alta Saboya incrustada en los Alpes, pr¨®xima a la frontera con Italia y con Suiza. El Mont Blanc tambi¨¦n se erige, imponente, a espaldas del hospital local donde fue arrestado, a primera hora de este jueves, Jos¨¦ Antonio Urritikoetxea, Josu Ternera. Es m¨¢s, probablemente, la impresionante monta?a fue lo ¨²ltimo que el antiguo jefe de ETA vio antes de que una operaci¨®n policial franco-espa?ola pusiera fin a casi dos d¨¦cadas de constante fuga. La ¨²ltima vez, hab¨ªa sido avistado lejos de esta zona, en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, hace dos a?os.
Quiz¨¢s por eso, el etarra se confi¨®. O baj¨® un poco la guardia. El hombre que hab¨ªa logrado burlar durante 17 a?os a la polic¨ªa de Espa?a y Francia est¨¢ enfermo de c¨¢ncer y necesita cuidados hospitalarios. Ese era su punto d¨¦bil, y tirando de ese hilo acab¨® siendo localizado y detenido cuando se dirig¨ªa, precisamente, a ser tratado. El uso de una identidad falsa no le sirvi¨® de nada. El antiguo jefe pol¨ªtico de ETA, de 68 a?os, ¡°fue arrestado esta ma?ana en Sallanches, en la v¨ªa p¨²blica, por la DGSI¡±, el servicio de inteligencia franc¨¦s, seg¨²n la Fiscal¨ªa. El alcalde de esta poblaci¨®n, Georges Morand, aclar¨® posteriormente que el arresto se hab¨ªa producido ¡°en el aparcamiento del hospital¡± local, cuando se dispon¨ªa a entrar en la cl¨ªnica. ¡°Ten¨ªa una cita para tratarse su enfermedad. Iba tranquilamente, y ha sido entonces cuando lo han detenido¡±, explic¨® a un grupo de periodistas espa?oles.
La detenci¨®n de uno de los terroristas m¨¢s buscados en los ¨²ltimos a?os en Europa ha causado m¨¢s sorpresa que conmoci¨®n en esta id¨ªlica localidad alpina de 16.688 habitantes, aunque su poblaci¨®n se dispara en temporada de nieves. Declarada en 1921 ¡°estaci¨®n tur¨ªstica¡±, desde entonces Sallanches est¨¢ m¨¢s acostumbrada al tumulto de los aficionados a los deportes de invierno que acuden a las numerosas estaciones de esqu¨ª de la zona que a operativos policiales antiterroristas como el que se desarroll¨® a primera hora de este jueves. Aun as¨ª, la calma prevaleci¨® durante toda la jornada.
Incluso en el hospital, epicentro de la operaci¨®n policial. ?ric lleva una semana ingresado para tratarse de una dolencia que no le impide salir al aparcamiento a fumarse un par de cigarrillos por la tarde. Asegura que los pacientes no se enteraron de nada. ¡°De todos modos, con tanta sirena de bomberos y ambulancias no sabr¨ªamos distinguir la de los gendarmes¡±, bromea. No le sorprende, sin embargo, la elecci¨®n de la zona de Sallanches como escondite. ¡°Estamos a media hora de coche de Italia, a una de Suiza. Se cambia f¨¢cil de pa¨ªs si hace falta¡±, comenta.
Adem¨¢s, acotan St¨¦phane y Nathalie, vecinos de Cluses, a una quincena de kil¨®metros, ¡°es f¨¢cil pasar desapercibido¡± en esta zona pese a que se trata de localidades peque?as donde los locales se conocen de vista. ¡°Siempre hay muchos turistas que entran y salen, acentos de todas partes, es f¨¢cil esconderse¡±, se?alan. Ninguno da muestras de nerviosismo al saber que entre sus vecinos se escond¨ªa un hombre que no dud¨® en ordenar sangrientos atentados.
¡°No es Daesh (el acr¨®nimo del Estado Isl¨¢mico), eso s¨ª nos da miedo, pero no ETA¡±, comenta Nathalie. La detenci¨®n de un antiguo terrorista de una banda ya desarticulada ¡°no es la mayor preocupaci¨®n¡± de una localidad como Sallanches, confirma el alcalde Morand. ¡°No es ¨¦l el que nos va a poner una bomba. ETA nos queda algo lejos de nuestros problemas franceses y europeos, hoy m¨¢s bien son otros los terroristas que dan miedo¡±.
Josu Ternera no viv¨ªa en Sallanches, sino cerca de una localidad de los alrededores, la a¨²n m¨¢s peque?a Saint Gervais les Bains. Quedan todav¨ªa muchos interrogantes. ?Desde cu¨¢ndo viv¨ªa en la zona? ?Conoc¨ªa alguien su verdadera identidad? ?C¨®mo logr¨® despistar a todos tantos a?os? Como el resto de habitantes, Morand no tiene casi ninguna respuesta, pero s¨ª algunas convicciones. Como que ¡°lo escond¨ªa alguien, eso seguro¡±. Y que, parad¨®jicamente, puede resultar m¨¢s f¨¢cil ocultarse en un lugar peque?o pero remoto que en una gran ciudad. ¡°En las monta?as, aqu¨ª en los Alpes, es m¨¢s tranquilo que en las grandes ciudades, que pueden estar m¨¢s vigiladas. Aqu¨ª pueden pasar m¨¢s inadvertidos¡±, apunta. Aunque no siempre funciona.
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