Dos pueblos vecinos y una costumbre: uno siempre vota al PP y el otro, al PSOE
Alfondeguilla y Soneja, poblaciones colindantes del interior de Castell¨®, no conocen en democracia m¨¢s Gobiernos que populares y socialistas, respectivamente
Los mayores buscan alguna explicaci¨®n en c¨®mo se vivi¨® la Guerra Civil. Los j¨®venes se inclinan m¨¢s por la importancia de los candidatos. No hay un patr¨®n de comportamiento claro, aunque s¨ª se apuntan razones socioecon¨®micas. En lo ¨²nico que parecen coincidir los vecinos de las poblaciones de Soneja y Alfondeguilla, en el interior de Castell¨®n, es en tom¨¢rselo con cierto humor. En el primero siempre ha ganado el PSOE; en el segundo, siempre el PP, durante 42 a?os de democracia. ?Por qu¨¦? ¡°Porque aqu¨ª siempre hemos sido siempre de izquierdas, socialistas y republicanos. Y as¨ª votamos¡±, comenta Miguel Mart¨ªnez. ¡°Yo no¡±, discrepa Teodoro Mart¨ªnez, compa?ero de mesa, en tono zumb¨®n. ¡°Pero es que t¨² no eres de Soneja¡±, contesta un tercero, Jaime P¨¦rez, que esgrime su DNI entre el estr¨¦pito del bar a la hora de almorzar (sobre las 10 de la ma?ana, seg¨²n la costumbre valenciana) para demostrar que tiene los 90 a?os que no aparenta. ¡°Que por qu¨¦ se vota aqu¨ª al PP. Pues porque son los mejores y ya est¨¢. Eh, no apunte nada, ni mi nombre, que luego todo se sabe¡±, dice una mujer, tambi¨¦n jubilada, mientras se r¨ªe frente al Ayuntamiento de Alfondeguilla.
Ambos n¨²cleos urbanos est¨¢n separados por 16 kil¨®metros, pero se tocan en una intersecci¨®n a la que se accede por una bonita carretera que se adentra en el parque natural de la Sierra de Espad¨¢n, de donde salen los corchos que taponan algunos de los mejores vinos de Espa?a. ¡°Esto viene de atr¨¢s. Es que Soneja fue muy castigada en la Guerra Civil y despu¨¦s, porque era muy republicana¡±, insiste Miguel. ¡°Tampoco el PP ha presentado una candidatura fuerte, potente. Para qu¨¦ si iba a perder¡±, ¡°Hay una tradici¨®n, una costumbre y oye para qu¨¦ la vas a romper¡± ¡°Aqu¨ª somos gente muy social¡±, son comentarios que se escuchan cuando la conversaci¨®n se abre a casi todos los parroquianos del bar. Otro reconoce votar al PP y lo hace ¡°por fastidiar¡± a sus amigos y porque ya est¨¢ bien de siempre los mismos.
Soneja, que tiene unos 1.500 habitantes, est¨¢ marcada desde el siglo XIX por la proximidad de una mina de yeso y por la instalaci¨®n de una f¨¢brica dedicada al mineral (que tambi¨¦n tiene su propio museo). Adem¨¢s, hay una factor¨ªa de pallets y otra de aluminio. Hoy pocos se dedican a la agricultura (n¨ªsperos, albaricoques). Algunos trabajan en Valencia, que est¨¢ a unos 50 kil¨®metros de distancia, si bien viven en el pueblo donde un piso puede costar de alquiler 250 euros.
¡°Este es una poblaci¨®n de car¨¢cter industrial, siempre con conciencia obrerista e ideolog¨ªas de izquierdas y, adem¨¢s, est¨¢ bien comunicada¡±, explica Benjam¨ªn Escriche, actual alcalde de la localidad pegada a la autov¨ªa Mud¨¦jar, que une Sagunt con Somport. ¡°Adem¨¢s de la base social, tambi¨¦n se han hecho las cosas bien, pensando en el pueblo y estando el partido muy unido. La primera agrupaci¨®n se abri¨® en 1936¡±, apunta, a su lado, Emilio Gin¨¦s, que llev¨® la vara de mando 20 a?os.
En esta poblaci¨®n, muy cercana a Segorbe, no se habla valenciano. Est¨¢ ubicada en la zona hist¨®ricamente repoblada a partir del siglo XIII por aragoneses y no por catalanes. No deja de resultar sorprendente c¨®mo cambia el acento (y tambi¨¦n el paisaje) en unos pocos kil¨®metros, camino a Alfondeguilla, donde lo normal es que no se dirijan a uno en castellano, a no ser que la pinta sea muy de ¡°foraster¡±. Es un pueblo m¨¢s peque?o, de unos 900 habitantes, enclavado en el parque natural, rodeado de pinos, almendros y alcornoques. Muchos vecinos trabajaban en la f¨¢brica de calzado Segarra, emplazada en la cercana Vall d¡¯Ux¨®, que lleg¨® a contar con una plantilla de 4.000 personas. ¡°De aqu¨ª sal¨ªan tres autobuses llenos hacia la f¨¢brica¡±, explica en el portal de su casa Pascual Fonfr¨ªa, de 79 a?os, de los cuales estuvo 40 empleado en la abastecedora de calzado del ej¨¦rcito espa?ol que cerr¨® definitivamente en 1992.
¡°Aqu¨ª es costumbre votar al PP. ?Que por qu¨¦? Aqu¨ª la Guerra Civil fue dura con el frente de Castell de Castro. Mi padre me contaba que los nacionales, su bando, y los republicanos bajaban por la noche al r¨ªo a beber agua y a intercambiarse tabaco y luego al d¨ªa siguiente, a pegarse tiros. Pero bueno, ahora los hijos de los mayores ya no votan al PP, ?no?¡±. ¡°Somos gente muy tranquila¡±, contesta una se?ora que lleva la bolsa de la compra. ¡°Aqu¨ª se vive de categor¨ªa y creo que al alcalde le votan incluso los que no son del PP¡±, comenta el alguacil Pedro Villalba, en un pueblo cuyo centro est¨¢ lleno de senderistas. Solo el primer alcalde de la democracia fue de la UCD, aunque en seguida se pas¨® a Alianza Popular, origen del PP.
?¡°Est¨¢ la historia, claro; el ¨²ltimo frente de la Guerra Civil¡ Pero yo nac¨ª en 1974 y todo eso no me dice mucho. No sabr¨ªa decir por qu¨¦ siempre gana el PP, pero creo que aqu¨ª se vota m¨¢s a las personas, aunque es verdad en las generales tambi¨¦n conseguimos ganar¡±, se?ala el alcalde Salvador Ventura, que lleva 12 a?os en el cargo. A diferencia de Soneja, donde los ¨²nicos partidos con el PSOE y el PP (seis y tres regidores, respectivamente), en Alfondeguilla, la representaci¨®n municipal incluye a Comprom¨ªs, que tiene ahora dos concejales por ninguno los socialistas. Lo certifican en un c¨¦ntrico bar del pueblo, donde despiden al periodista con humor invit¨¢ndole a volver en 10 a?os para comprobar que el PP sigue en el poder y ellos all¨ª.
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